[dropcap]C[/dropcap]on la llegada de The Conjuring en el 2013 se dio por hecho que el cine de horror -más enfocado al subgénero de fantasmas- seguía vivo y latente, aún frente a los tantos bodrios que actualmente se proclaman como únicos e innovadores. Pero aquel año supe con certeza que no era así. La película del malayo James Wan, autor intelectual detrás de Saw y de la aclamada Insidious -clásico contemporáneo para algunos, rotunda estafa para mí- no era ni por asomo la revolución del género. La consideré de inmediato, pese a la expectación de la crítica en aquel entonces, como una obra descafeinada, llena de mucho ruido y pocas nueces.
James Wan ha escrito y dirigido títulos que ya para nuestros días lo han consolidado, al menos para la mayoría, como en uno de los más dignos cineastas del género, justo al lado de Oren Peli quien trajo Paranormal Activity. Sin embargo, ambos cometen un grave error… son terriblemente predecibles, odas a lo mil veces visto. Nos venden un falso y cansino concepto de miedo. Es decir, los sobresaltos causados por screamers inesperados y música ruidosa no es horror. Los “basados en hechos reales” tampoco. ¿En qué año estamos, en el 2000? Eso déjenselo a The Blair Witch Project.
Sin embargo, y aunque resulte difícil aceptarlo, es lo que vende, y por ello hay tantas secuelas. Annabel en el 2014, y ahora con The Conjuring 2 en este año comprueba la teoría. Tal parece que entre más sustos baratos y más “basados en hechos reales” tengamos la audiencia quedará satisfecha, olvidando quizás grandes clásicos que marcaron un antes y un después. Olvidando el verdadero horror que este tipo de películas transmitieron en su tiempo y que muy pocos cineastas han sabido renovar, como Tim West y su poco conocida The Innkeepers, o bien, Guillermo Del Toro con su reciente Crimson Peak. Por eso vale la pena recordar aquellas piezas cumbres del subgénero.
Estos son los 10 clásicos imprescindibles de fantasmas y casas embrujadas.
Para asombro de varios, les diré que tanto el filme The Others de Amenábar como The Sixth Sense de Shyamalan no estará en el top. De antemano sepamos que ambos usaron un tratamiento literario llamado Vuelta de Tuerca que Henry James, allá por 1898 creó en su novela The Turn Of The Secret, es decir, aquellas historias, herederas básicas de la literatura de Poe, que podían saltar entre la fantasía y la realidad con el único fin de hacer dudar al lector del equilibrio psicológico de los personajes. O bien, de un enigma sobrenatural que fuere tan aterrador como inesperado. Sin embargo, lo que pocos saben es que años antes esta idea ya había sido plasmada en una película.
El clásico de culto de 1980 The Changeling dirigida por Peter Medak, de la cual Alejandro Amenábar hizo un evidente pero no confirmado remake, que incluso hay quien lo considera un auténtico plagio y no un homenaje. Medak creó uno de los clásicos de fantasmas y casas embrujadas que mejor ejemplifican la Vuelta de Tuerca de James, en una historia de suspenso de las mejores en su género. No me malinterpreten, tanto la película de Amenábar con Nicole Kidman como la de Shyalaman con Bruce Willis son clásicos referentes que no deben pasarse por alto, pero cualquiera que vea primero The Changeling y luego esas se dará cuenta de quién se basó en quién. Imprescindible clásico poco conocido que hay que ver.
Dirigida por Sidney J. Furie y basado en el libro de Frank DeFelitta de 1978 acerca de la vida de una mujer californiana llamada Doris Bither, que era atormentada por un ente invisible día y noche, resulta una de las principales antecesoras de los actuales filmes de fantasmas, tan aterradora como condenadamente entretenida. De hecho, quien interpretó a la pobre mujer fue la actriz estadounidense Barbara Hershey, quien en el 2013 hizo un cameo en el film de James Wan Insidous 2 como mera referencia a The Entity.
Tratando la temática de los íncubos o súcubos como ninguna otra película, de aquellos demonios de la mitología Europea, les aseguro que quien aún no la haya visto le espera una verdadera oda de horror y miedo sin límites.
Como dije al inicio, hay pocas películas actuales de fantasmas y casas embrujadas que son efectivas, o bien, que no resultan ni predecibles o cansinas. The Oprhanage, del director español Juan Antonio Bayona -ya pronto a estrenar su más reciente película A Monster Calls– es uno de los pocos filmes que voy a recomendar. Y es que no estamos hablando de una simple película de fantasmas, sino también de uno de los clásicos contemporáneos de horror por excelencia, producida por el mismísimo Guillermo Del Toro y ganadora de 7 premios Goya entre los que destacan a Mejor Director Novel y Mejor Guión Original.
The Oprhanage fue en inicio un cortometraje llamado Sé que estás ahí del guionista Sergio G. Sánchez, que posteriormente se retomó para la creación de esta película. La trama, con un fascinante guión envolvente, gira en torno a la temática de los amigos invisibles, y cómo la delgada línea entre la fantasía y la realidad puede ser tan delgada en la imaginación de los niños. Como mera curiosidad, el actor mexicano Édgar Vivar tiene un cameo en el film como investigador paranormal. Épico.
Una de mis películas de fantasmas preferidas, y un clásico en la filmografía de Guillermo Del Toro. Luego de haber triunfado con Cronos en el 93, y haber hecho un trabajo destacable con Mimic en el 97, llegó la cinta que consolidaría al mexicano en el género de horror: El Espinazo del Diablo. Haciendo un ejercicio fascinante, como mostrar la Guerra Civil Española en los ojos de un niño, el film mezcla realidad y fantasía de una manera única. Algo que también veríamos en Pan’s Labyrinth en el 2006 con mejores resultados. Y es que Del Toro maneja el suspenso y el horror, combinando la inocencia de los pequeños como ningún otro.
Un clásico de fantasmas que siempre en mi sano juicio voy a recomendar, con excelente guión y dirección artística, casi por obligación, una joya más efectiva que tantas películas de horror actuales.
6.- Ju – On (2003)
¿Acaso pueden faltar las películas niponas en un top de espectros y casas embrujadas? El proyecto Ju-On surgió cuando su director, Takashi Shimizu -referente inmediato del horror japonés- se encontraba estudiando cine en el Tokyo Film Center School Of Arts con Kiyoshi Kurosawa como profesor. Para entonces ya había realizado una colección de cortometrajes de horror al que tituló Gakkô no kaidan G. Cortos que según sus propias palabras, figuraron de inmediato como una especie de precuelas que posteriormente se transformarían en la base central de una de las películas más aterradoras del género no sólo en Japón, sino también del cine de horror universal: Ju-On. Sam Raimi -autor intelectual de la trilogía Evil Dead– la considera incluso su película de terror favorita.
La cinta tuvo un éxito desmedido que le valieron para varias secuelas y un remake americanizado -bastante modesto- de la mano del propio Shimizu. La trama gira en torno a las leyendas niponas de espectros vengativos que siempre vuelven para saldar cuentas de aquellos que los apartaron de la vida. Un clásico imprescindible.
Olvidemos por un momento el remake americano de la mano de Gore Verbinski, y centrémonos ahora en el clásico japonés Ringu de Hideo Nakata. Basada en la novela homónima de Koji Susuki, quizás no fue la primera pero sí la que popularizó la concepción de los fantasmas japoneses vengativos, seres de género femenino principalmente con la clásica imagen de cabello largo tapando su rostro. Sin embargo, lo que sí podemos atribuirle es un su interesante mezcla de tecnología con fantasmas. Es decir, ¿si una casa puede estar embrujada por un fantasma, por qué no una cinta de video?
Las escenas de esa videocinta, donde aparece el espectro de Sadako -Samara para los occidentales- son indudablemente aterradoras, una de las mejores y más efectivas secuencia de imágenes que nos hará recordar a David Lynch. Como mera curiosidad, recientemente se estrenó este año una película donde el espectro de Ju-On y el de Ringu se enfrentaron al más puro estilo Freddy vs Jason. La aclamada: Sadako vs Kayako.
Clásico de horror mexicano que debía estar en un conteo de películas como estas casi por obligación, y es que si recordarán, también figuró como uno de los puestos más altos en el primer top hice para este sitio: Las 15 mejores películas mexicanas de terror (después del Santo). Escrita y dirigida por Carlos Enrique Taboada, referente inmediato del cine de horror en nustro país, estamos frente a la película más famosa de su tetralogía de horror conformada por: El Libro de Piedra, Más Negro que la Noche y Veneno para las Hadas: Hasta el viento tiene miedo. Un icono por excelencia que ha sido comparada innumerables veces con los filmes del italiano Dario Argento. Esta película en particular resulta bastante parecida a Suspiria o Phenomena.
La historia se centra en un grupo de chicas de alguna escuela o convento deberán enfrentar a extraños sucesos sobrenaturales. Gracias a su fantástico guión lleno de suspenso y vuelta de tuerca, junto aquella emblemática escena de striptease interpretada por Norma Lazareno, la convirtieron en el hito mexicano de horror más recordado. Por cierto, el remake protagonizado por Martha Higareda en el 2007 es indudablemente inferior al clásico.
Aquí es donde comienza la Santa Trinidad de las películas de fantasmas y casas embrujadas. Basado parcialmente de la novela de Stephen King -que por cierto quedó insatisfecho al ver la adaptación- The Shining de Stanley Kubrick es más que una simple película de terror, es un referente en la historia del séptimo arte tan imprescindible como necesario. Muchas películas actuales, como The Conjuring o Inidious, pero también series como American Horror History le deben tanto a ella como Interestellar o Gravity le deben a 2001 a Space Odyssey. Su diabólica atmósfera y cada uno de sus espectros son uno de los mejores jamás llevados a pantalla.
The Shining tiene un suspenso psicológico fascinante, y ya muchos cineastas han intentado emular esta fórmula tan distintiva de Kubrick para las películas de horror. Jonathan Glazer con Under The Skin o Robert Eggers con The Witch son sólo algunos de los cineastas que se han inspirado en una de sus obras fílmicas más conocidas.
El año pasado tuvimos un remake de Poltergeist dirigido por Gil Kenan, que pese a ver recaudado mucho en taquilla fue destrozada por la crítica experta. Considerada por muchos como la segunda película maldita por excelencia -sólo después del The Exorcist de William Friedkin porque varios de sus actores murieron en misteriosos accidentes, empezando por la pequeña Heather O’Rourke-, hablamos de un clásico de clásicos dirigida nada más y nada menos que por el mismísimo Tobe Hooper, que años antes, en 1974 había debutado como cineasta gracias a otro clásico del cine de terror: The Texas Chain Saw Massacre.
Y fue debido al éxito de su opera prima que posteriormente recibió varios proyectos del género para que pudiese dirigir. En el 79, por ejemplo, adaptó la novela de Stephen King Salem´s Lot, y posteriormente en el 85 con un clásico de invasiones alienígenas: Lifeforce. Pero Poltergeist es única. Una de las películas más emblemáticas de casas embrujas que al igual que The Shining han inspirado a cientos de metrajes. Una de las razones de su grandeza son aquellos revolucionarios efectos especiales bajo la producción de Steven Spielberg que la volvieron desinhibida y hasta visceral. ¿Quién no recuerda la clásica escena de Heather frente al televisor y de su frase “ya están aquí”?
Probablemente no sea como tal una película de fantasmas, pero vaya que roza sutilmente en esta temática de forma alucinante. Empecemos diciendo que Onibaba recibe su nombre de la unión de dos palabras japonesas, que son: Oni que significa demonio, y Baba, que se refiere a una bruja desagradable. La película de Kaneto Shindô de 1964 se basa en una antigua leyenda nipona del mismo nombre acerca de una bruja que habita en los bosques asaltando transeúntes perdidos para devorar su carne. Quizás, una de las historias más conocidas en la tierra del sol naciente y que, como toda leyenda, posee muchas versiones y concepciones de la misma.
Como mera curiosidad, Guillermo Del Toro considera esta película como una de sus más grandes y favoritas. Tanto así que en el film de Pacific Rim, a uno de los Kaijus se le colocó el nombre de Onibaba.
Antes del The Changeling de Peter Medak, del Poltergeist de Tobe Hooper o incluso, del The Shining de Kubrick ya existía una película de casas embrujadas que según la crítica, fue la primera en mostrar las características más recurrentes de estos filmes. Pero aclaremos que no está en el primer puesto sólo por haber aparecido antes que muchos de estos clásicos, sino que, a diferencia de todas las que hemos visto en este top, es la que posiblemente haya iniciado la moda del “Basado en hechos reales”. De la que tal vez tengamos una historia verídica y no ficticia: The Amityville Horror del director Stuart Rosenberg en 1979.
Inicialmente la película fue basada en la novela homónima de Jay Anson publicada en 1977. De hecho, la película de The Conjuring 2 abre con este caso, ya que Ed y Lorraine Warren, famosa pareja de investigadores paranormales más famosos de la historia, efectivamente, investigaron los sucesos de la tan temida casa en el pueblo de Amityville tiempo después. La novela cuenta cómo, el 13 de noviembre de 1974, seis de los siete integrantes de la familia DeFeo fueron asesinados con un rifle caza mientras estos dormían por el joven Roland DeFeo Junior, de 25 años de edad. ¿La razón? Según el libro, confesó que voces por la noche se lo habían ordenado.
En 1975 fue sentenciado a seis cadenas perpetuas. Desde entonces, los rumores de que la casa se encontraba poseída por las almas de los familiares se esparció como pólvora, e incluso al día de hoy, a consecuencia tanto del libro de Anson, la película de Rosenberg y de las investigaciones de los Warren, la casa se volvió en uno de los lugares más turísticos de Long Island, Nueva York. Consolidándose quizás, en uno de los casos más famosos de fantasmas que el séptimo arte haya adaptado jamás. Su película del 79 fue apenas la primera de ocho secuelas y un remake de Andrew Douglas con Ryan Reynolds en el 2005
The Amityville Horror de 1979 se convirtió casi sin querer en la película clave de casas embrujadas, mostrando elementos y características básicas que al día de hoy no se han dejado de retomar, pero volviéndolas también en clichés bastante predecibles. He ahí el ejemplo del malayo James Wan, que parece tan inspirado en los casos Warren que sin duda alguna seguiremos viendo más adaptaciones en un futuro. Por ahora, sabemos que al igual que Annabel, la monja que apareció en The Conjuring 2 tendrá una película individual.
EL PEPO