Lado B
Las princesas del siglo XXI
¿Son iguales las princesas de antes a las de ahora? ¿ya dejaron de sufrir y se volvieron más independientes?. Una mirada a los estereotipos y la lucha por dejarlos atrás
Por Lado B @ladobemx
18 de marzo, 2015
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Andrea Heredia | Revista Icónica

En la tradición oral se definían roles, costumbres, vestidos, maldiciones, etc. por historias que se transformaban según cuestiones regionales o culturales. Los Hermanos Grimm transcribieron su versión de Blancanieves (1854), mujer predestinada a sufrir, que recibe la piedad del cazador y la clemencia de los enanos por el hecho de ser tremendamente agraciada; permanece inmune al pensamiento cuando acepta las ofertas de la bruja para ser envenenada; y luego de una vida de sumisión, la recompensa llega con el príncipe, único hombre consciente del noble estatus de la princesa.

[quote_left]Blancanieves sufre como una mujer infinitamente pasiva y dependiente, una mártir. Goza del auto sacrificio antes de la auto defensa; se encarga de todos los deberes domésticos de siete hombres enanos…[/quote_left]

Blancanieves sufre como una mujer infinitamente pasiva y dependiente, una mártir. Goza del auto sacrificio antes de la auto defensa; se encarga de todos los deberes domésticos de siete hombres enanos (con los cuales nunca intimida, porque son enanos, y no príncipes, aunque sean hombres) a los que obedece siempre, hasta que hace caso omiso de las advertencias y vuelve a caer en su ingenuidad frente a la bruja, ocasión que le causa la muerte.

En el siglo audiovisual, las historias ya no tienen que ser más veraces si se plasman de la misma forma en que percibimos la realidad. Las películas de Disney (Blanca Nieves y los siete enanos, 1937) se atribuyeron la forma de promover los mismos valores para criar a los niños bajo la misma tradición literaria por los siglos de los siglos. Permanecen fieles a los cuentos populares, pero agudizan las características de los personajes y, en cierta forma, disimulan la crueldad.

Pablo Berger presentó una versión de Blancanieves (2012) que le da un giro taurino a la historia: posiciona la figura del torero, sus pasiones y el orden de aquel universo. Encarna (la bruja malvada) deja atrás el espejo para rectificar su belleza en las revistas y el periódico; la situación se agudiza cuando descubre a Carmen (Blancanieves) -torera ya consolidada- en el artículo principal del periódico, que desplaza su aparición en los medios a una nota más cercana del aviso clasificado.

[quote_right]La Blancanieves de Berger subvierte aquellos valores vanagloriados y llenos de símbolos cristianos para enfrentar la parte bestial a la parte humana más cercana a lo bestial.[/quote_right]

La Blancanieves de Berger subvierte aquellos valores vanagloriados y llenos de símbolos cristianos para enfrentar la parte bestial a la parte humana más cercana a lo bestial. La figura de Carmen se enfrenta a realidades más humanas (la explotación laboral, la desintegración familiar, la pobreza, la enfermedad…) que la posicionan como competencia profesional frente a la figura masculina, dominante en la profesión del universo taurino. Lucha con el noble propósito de restaurar el honor de su padre, regresar a él, y no a su amante-proveedor como en la tradición literaria. Incluso se enamora de un enano, colega taurino que le ofrece su apoyo incondicional Al conseguir el afanado reconocimiento profesional, Carmen es envenenada por Encarna. Su maldición la expone en un circo de fenómenos, donde duerme expuesta en una vitrina, como muñeca a la que se le abren los ojos cuando la besa un hombre.

En 2014 Disney buscó la revancha a sus valores obsoletos con Maléfica, primer filme que plantea la perspectiva de la “maldita” en las historias clásicas. A diferencia de las versiones pasadas, Maléfica se aleja del estereotipo femenino y familiar de antaño. La presenta como una mujer fuerte, poderosa y buena madre. En contra de las razones biológicas y los rencores amorosos. El drama es cercano a una novela de horario estelar, pero por lo menos permite replantear la visión de la mujer en los cuentos de hadas al alcance de las masas infantiles.

El mayor éxito que encuentro es el dejar atrás las definiciones tan tajantes entre lo bueno y lo malo, para dar paso a una comprensión más humana de lo que son las relaciones. Principalmente en la familia, que se separa luego de una pelea a golpes entre el padre y la madre. Se adopta el lado más brillante y más oscuro de los personajes. Se juegan entre las cuestiones propias de los tiempos que adoptan y adaptan, para presentarnos las variantes literales de la nueva versión auténtica.

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