Georgina Maldonado Carrillo*

El popular refrán “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar” es una advertencia sobre lo que está sucediendo a nuestro alrededor, una de las acepciones de este refrán es que se puede correr la misma suerte que otras personas si no se actúa con prontitud.

Se podría interpretar el significado de este refrán al ámbito de la innovación empresarial y establecer que cuando otras empresas están teniendo dificultades, se debe de actuar rápido a través de la innovación para no correr la misma suerte. Sin embargo, no es necesario esperar a que una empresa sufra para innovar, es posible convertirse en una de las causas del “sufrimiento” de las demás empresas al innovar primero.

Vamos a pensar en dos empresas que se dedican al cuidado personal: la Estética A tiene un horario de lunes a viernes de 10 de la mañana a 5 de la tarde y la atención que un cliente recibe es de lo más común. No lavan el cabello antes de hacer un corte (mucho menos al final), sino que utilizan un rociador. Además, en varias ocasiones el cliente sufre de jalones de cabello sin una disculpa de por medio. En cambio, la Estética B atiende de lunes a domingo de 9 de la mañana a 9 de la noche, cuando un cliente entra al lugar le dan la bienvenida y le preguntan cómo lo pueden ayudar.  Antes de hacer el corte le lavan el cabello con mucho cuidado y le preguntan si la temperatura del agua le parece adecuada. Además, le ofrecen una bebida de cortesía y extreman precauciones para no jalarle el cabello. ¿En dónde preferiría una persona utilizar el servicio?

La innovación marca una diferencia entre una empresa y las demás que no cuentan con dicha innovación. Esa diferencia que obtenemos con la innovación nos proporciona una ventaja y nos hace más competitivos.

Regresando al ejemplo de la Estética, está claro que existe una diferencia muy grande entre ambas empresas; los clientes se sienten más cómodos, mejor atendidos y viven una mejor experiencia en la Estética B, por lo que la van a frecuentar más. Incluso los clientes platican a sus conocidos la experiencia que han tenido en la Estética B y poco a poco ésta va teniendo más clientes, es decir, va incrementando su participación de mercado, lo cual indica que se ha vuelto más competitiva.

Con este ejemplo, se puede notar la importancia de la innovación en las empresas, pero también es relevante tomar en cuenta que una sola innovación no basta; la Estética A puede imitar a la Estética B y ya no habría ninguna diferencia entre ambas empresa, de manera que la Estética B perdería su ventaja. Lo anterior nos deja con otro conocido refrán: “Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”.

*Directora del Departamento de Negocios Internacionales, Innovación y Emprendimiento de la Escuela de Negocios y Estrategia, del Tecnológico de Monterrey Campus Puebla.