BARBIE
Sentado en una banca del parque,
un hombre acaricia una muñeca
y observa los pequeños senos
debajo de la playera fosforescente.
Le gusta la luminosidad frente a lo oscuro.
Sus brackets chocan al besarla,
son una trampa de metal, una ratonera:
el enrarecido ensamble de las cosas.
Acaricia su cintura apretada,
sus piernas larguísimas.
Desviste su soledad.
Las parejas de carne y hueso
friccionan sus cuerpos bajo los árboles;
como muñecos de plástico
que juegan a la «casita».
Hay algo enfermo en todo esto,
algo que las niñas del parque saben
y miran asustadas.
MUDANZA
Me encierro en el Tsuru de mi padre,
pongo mis pequeñas manos frente al volante.
No entiendo nada,
simulo conducir un auto estacionado.
A través del parabrisas
llevándose los problemas de mis padres:
las lámparas que ya no soportan la luz.
En la familia ocurren cosas más importantes
como para prestar atención
al niño que ni siquiera alcanza el pedal del freno.
No es tiempo de niñerías.
Luis Fernando Lugo Torres (Ciudad de México, 1985). Ha sido becario del programa Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (2010-2011). Premio de poesía Punto de Partida 42. Becario de la Fundación para las Letras Mexicanas (2011-2013) Ha publicado en la revista Este País y Casa del Tiempo. Actualmente es becario del programa Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (2013-2014).