Lado B
Dile a tu mamá que se calle, de Agustín Fest
Por Lado B @ladobemx
12 de diciembre, 2013
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Alejandro Badillo

@alebadilloc

En los últimos años el mercado editorial mexicano ha visto un auge de la novela corta. Nuevas generaciones de escritores parecen redescubrir este género que ha dado grandes obras como Pedro Páramo, La invención de Morel, entre muchas otras. Varias pueden ser las razones: el giro que toma la literatura contemporánea a la brevedad, la utilización cada vez más frecuente de plataformas digitales para la lectura que parecen ser más apropiadas para obras no tan extensas. Dile a tu mamá que se calle de Agustín Fest (México DF-1981), mención honorífica en el Premio Nacional de Novela Breve Amado Nervo 2013, se suma a este boom.

Dile a tu mamá que se calle Agustín Fest Ficticia Editorial / Universidad Autónoma de Nayarit 1era edición 2013

Dile a tu mamá que se calle
Agustín Fest
Ficticia Editorial / Universidad Autónoma de Nayarit
1era edición 2013

La historia de Dile a tu mamá que se calle es aparentemente sencilla: un maestro de literatura llega a un pueblo para dar clases y, a partir de su llegada, empieza a involucrarse con la gente del lugar, a descubrir sus secretos y a echar a andar una cadena de acontecimientos que acabarán con su destrucción. La narración, en segunda persona, no es lineal y constantemente recurre a regresiones temporales. De esta forma ocurre en efecto interesante: el protagonista se introduce en la vida del Pueblo y, al mismo tiempo, recuerda los hechos que lo llevaron a alejarse de la gran ciudad. Este contraste no es sólo físico sino también psicológico: el maestro pronto abandona su papel pasivo y empieza a revelar detalles de su vida. En este punto la historia gana en ambigüedad ya que la versión de los hechos cambia: un accidente casero en el que muere su esposa pronto sugiere una intervención directa del protagonista. De esta forma, Agustín Fest juega constantemente con varios puntos de vista que mutan, se contradicen. La voz narrativa, más que contar a un interlocutor, se habla a sí misma, intenta justificarse y, con este afán, se crea un efecto: avanzar por un mundo imaginario que sólo existe en la mente del personaje. El deseo alimentado por una estudiante, las trampas y conjuras que rodean el maestro parecen meros anzuelos, arenas movedizas que conservan la tensión de la historia ya que el lector nunca sabe a ciencia cierta qué es lo que sucede. Otro elemento importante es el pueblo, un espacio vulnerable que está condenado a desaparecer por la amenaza de la delincuencia organizada.

Después de leer la novela de Agustín Fest queda la sensación de un artificio que se retuerce sobre sí mismo y cuya dirección es el caos. Esto se refuerza por el final en el que el maestro, acosado por los demonios que ha despertado en el pueblo, es acorralado hasta llegar a una conclusión que tiene mucho de teatral: un escenario que se destruye y la ilusión que termina. Dile a tu mamá que se calle es una novela breve que sabe explotar su tensión y la indefinición que rodea a sus personajes. Aunque por momentos el lector necesite puntos de referencia más estables y, quizás, algunas digresiones sean excesivas por la brevedad del texto, esta obra merece una lectura atenta y crea expectativas interesantes para las futuras publicaciones del autor.

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