Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

A mediados del julio pasado, el gobernador Rafael Moreno Valle inauguraba la 14va. sesión del grupo de planeación y análisis estratégico para el combate al delito de secuestro. En el evento se afirmó, según notas periodísticas, que en Puebla dicho delito va a la baja. La realidad numérica, necia como es, muestra un escenario distinto: el estado registra un incremento del delito del 53 por ciento en el último año.

Las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que reportan el número de Averiguaciones Previas iniciadas por mes y año, muestran también que el repunte en la incidencia de ese delito se produjo a mediados del sexenio pasado, en 2009 para ser más precisos.

Y desde ese año la cifra ha mantenido un crecimiento importante, aunque fue en 2011 cuando el número de delitos denunciados llegó al tope: 33 casos en siete meses –el año terminaría con 63 casos–, al año siguiente la estadística muestra un descenso al reportarse 13 casos en el periodo enero-julio –para cerrar con 29, poco menos de la mitad del año previo–, para volver a repuntar en lo que va de 2013 pues se tienen contabilizados 20 casos.

De hecho, julio es, hasta el momento, el mes con el menor número de secuestros reportados en lo que va del año, tan sólo uno, un caso que dejó como saldo dos cuerpos sin vida: un presunto delincuente y un agente de seguridad.

De acuerdo con el boletín de la Procuraduría General de Justicia del estado, se trató del caso de un joven de 19 que fue privado de su libertad en San Andrés Cholula por tres sujetos.

El joven fue trasladado a una casa de seguridad ubicada en el municipio de Esperanza, al oriente de la capital poblana colindante con el estado de Veracruz,

El boletín también refiere que “de acuerdo con las declaraciones recabadas, los detenidos reconocen haber participado en secuestros anteriores, sin embargo, estos casos se mantienen bajo reserva debido al sigilo de la investigación”.

“Con base en lo anterior, dichos sujetos fueron consignados al Juez Penal de Cholula, por su presunta responsabilidad en el delito de secuestro, bajo la averiguación previa 53/2013/FGR. Además se les investiga por su posible vinculación con el hallazgo de 2 cuerpos sin vida ubicados en la misma zona de Esperanza”.