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Arturo Cravioto

@Chukarthur

Luego de que el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) elevara la alerta volcánica a Amarillo Fase 3, durante el fin de semana, el académico del área de Ingeniería Ambiental de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, Raciel Flores Quijano, descartó que se pudiera producir el peor de los escenarios para la capital del estado, es decir una erupción masiva del Popocatépetl.

Como argumento, explicó que la actividad volcánica y la expulsión de ceniza que registró el coloso durante el fin de semana, que elevaron el nivel de alerta en Puebla y los municipios cercanos a la boca del volcán, equivalen a la mitad de la que se vivió en 1994, cuando los tremores y emanaciones fueron mayores.

El especialista calculó que en esta ocasión, en lo referente a la expulsión de ceniza, se puede pensar que el coloso arrojó alrededor de 2 mil toneladas de material, a diferencia de los más de 4 mil que se estimaron en 1994.

“A pesar de que es difícil predecir el peor escenario, es de considerar que el Popocatépetl no ha tenido una actividad alarmante; si se recuerda en diciembre del 94, tuvimos una emisión de ceniza similar a la de hace unos días, fue más intensa en aquella ocasión en la que se estimó una emisión de más de 4 mil toneladas de partículas y esta vez, estimamos que no fueron más de 2 mil toneladas, además de que en 94, las emisiones estaban compuestas de ceniza y gravilla y esta vez, solo fue ceniza”, asentó.

Imagen de la actividad volcánica del Popocatépetl la madrugada del 13 de mayo de 2013. Foto: Cenapred

Sin embargo, debido a la preponderancia de la ceniza fina, sin grava, indicó que el riesgo para la población en más alto que en la última década del siglo pasado, sobre todo para la fracción que sufre afecciones respiratorias como el asma, por lo que la limpieza del material de las calles, así como el uso de cubre bocas y mascarillas, debe implementarse.

“Son partículas más finas que representan un mayor riesgo para las personas y los animales, porque mientras más finas sean, menores a las 2.5 micras, necesitamos sistemas de protección más eficientes, incluso que los cubre bocas, ya que este material puede alojarse permanentemente en el organismo de las personas”.

Finalmente, indicó la importancia de que, en caso de que se incremente la actividad del Popo, se revisen las rutas de evacuación y los planes de contingencia y los albergues de que se dispone para atender a la ciudadanía, ante una evacuación, la cual, de momento, descartó.