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Lado B

Al cierre de 2012, el desempleo juvenil en España alcanzó el 55.13 por ciento, lo que situó el número de menores de 25 años sin trabajo en 930 mil 200, según el Instituto Nacional de Estadística de España (INE); sin embargo, el desempleo general concluyó en 26.02 por ciento de la población económicamente activa, esto quiere decir que casi 6 millones de quieren trabajar y no pueden, debido a la falta de empleos.

Ante este escenario, el exilio forzoso al que se ven sujetos miles de jóvenes y adultos es ya una realidad para la población española. La campaña  No nos Vamos, nos Echan, creada en abril de 2011 por el Movimiento Estudiantil de Madrid, uno de los grupos que convocaron a las movilizaciones iniciadas el 15 de marzo de ese año, conocido como el Movimiento 15-M,  busca denunciar la situación por la que atraviesa la población ante la crisis económica, así como crear una red social para que los exiliados mantengan contacto entre sí y sus familias.

Asimismo, intenta visibilizar los datos que las estadísticas del INE aportan, dándoles nombre a cada uno de los exiliados españoles que han encontrado empleo afuera de su hogar.

«Querían contratarme y esto era algo que no me había pasado nunca», contó Marta Seror, una española de 25 años, empleada ahora en Polonia en una empresa de «outsourcing» y con una historia similar a la de miles de jóvenes que emigran ante la falta de trabajo y expectativas.

«Llevo tres meses y medio en este país y cada vez veo más gente como yo. Siento que me vi casi obligada a tomar la decisión» de aceptar un trabajo fuera de España, «sacrificando el bienestar de estar entre los tuyos», contó Seror a IPS. Ahora gana algo más de 600 euros mensuales (780 dólares), «pero es un país barato».

Continúe leyendo el texto de Inés Benítez publicado en IPS-Noticias en el siguiente link.