• Los días 23, 24 y 25 de marzo se celebró en Puebla un congreso dedicado a la industria editorial

• La Universidad del librero es un proyecto que plantea encuentros, cursos y talleres, comenta su creador

• En la era del e-book, el libro de papel goza de cabal salud, asegura la directora de la FIL de Guadalajara

Entrega del premio Trillas. Foto: Joel Merino

Flor Coca

Arturo Amehd, se ha propuesto que la larga experiencia que tiene en su vida como librero, no se quede en un simple: “vende libros”. No, para él esta es una profesión, no un encuentro casual con una forma de ganar dinero o tener el tiempo ocupado.

Es por ello que Arturo ha arrancado un proyecto titulado la Universidad del librero, cuyo espacio todavía no es ubicable, pero esto no es un impedimento para que realicen Congresos, cursos, talleres y compartan experiencias que enriquecen cotidianamente su quehacer con los libros, en diferentes partes del país.

Foto: Joel Merino

Arturo, tiene más de 20 años como librero y afirma que: “nuestra profesión debe estar muy bien cimentada, si por ello que la universidad del librero, será un espacio para la discusión, el aprendizaje y el intercambio de experiencias para enriquecer nuestro trabajo diario” Arturo recibió el Premio Nacional de Liderazgo en Arte y Cultura que otorga la Fundación Liderazgo Hoy A.C. en el Congreso celebrado en la ciudad de Puebla, los días 23, 24 y 25 de marzo.

En este mismo congreso participó Javier García Muñoz, librero de Querétaro, quien desde hace 26 años representa al Instituto queretano para la cultura y las artes, “Este instituto tiene una librería pública que tiene formación empresarial, pero que tiene un vínculo totalmente como institución” nos cuenta que “Encontré en la Universidad Autónoma de Querétaro, mi vocación con los libros, y posteriormente en el propio gobierno capitalice esos años de formación en la universidad para la creación de la librería cultural del centro”.

“En Querétaro, tenemos dos estrategias en nuestra librería: capacitación y formación de lectores. A padres de familia se les capacita durante cuatro meses y después entran a las escuelas a contar cuentos. Esto acerca a los niños que se sienten orgullosos de sus padres y es una herramienta muy importante para acercar a los niños y jóvenes a la lectura. Tenemos también los círculos de lectura para todo público, se les entregan 100 libros y dura un año, en el que se van evaluando las acciones que realizan, se reúnen en cualquier espacio: parques, iglesias, casas, etc., dice. Y cada día aumenta el número de lectores”.

“Las presentaciones de libros las hacemos en un ambiente que tiene que ver con el tema del libro. Por ejemplo, hemos hecho presentaciones en cárceles, table dance, cementerios, lugares inusuales, pero que han tenido mucho éxito”, comenta Javier García. “Tenemos el mejor porcentaje a nivel nacional de librerías por número de habitantes”. En el país es una librería por cada 100 mil habitantes, en Querétaro es una por cada 36 mil. La diferencia está a la vista, los queretanos sin son lectores.

El habitat para el lector

Antoni Vila, es un empresario catalán que comenzó muy joven en la maderería industrial de su familia en su natal Barcelona. La carpintería, creada en los años 50, daba servicio a restaurantes y otros negocios. A partir de 1992, se especializa en construir el habitat de centros culturales y librerías. Es decir, diseñan, producen y equipan totalmente una librería o centro cultural. Antoni es un empresario que además es un lector cotidiano, seguramente por ello decidió que las librerías eran su futuro. Antoni piensa en el futuro y explica “para mi es muy importante dejarle algo a las generaciones que vienen, a los hijos, a los nietos, que no sea un mundo lleno de problemas, hay que enseñarles algo creativo, que lo aprecien y se sientan bien”.

Y en el taller que presentó en el congreso “Sólo para libreros” El espacio de la librería como negocio, afirma que  el diseño es fundamental para crear un habitat de acuerdo a las necesidades de los libreros. Fustcom, la  empresa de que ahora es director, se encarga de ofrecer una opción diferente a cada cliente en muebles, espacios para transitar, lugares de descanso, área de niños, iluminación, es decir, un concepto integral terminado para disfrutar de los libros cómodamente y en el mejor ambiente. Por ello Antoni insiste: “No es construir muebles, es crear el habitat de los libros de papel, de los que tenemos en las manos y disfrutamos al leer”.

Foto: Joel Merino

De papel y virtuales

Nubia Macias, es la directora general de la Feria de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que ofrece 175 mil títulos para elegir en su feria anual. Este año se realizará en el encuentro de librero y editores independientes. “Lo que nos interesa, apunta Nubia “es que verdaderamente los libreros tengan las oportunidades de diversificarse y de crear mejores oportunidades para sus propios negocios”.

Y es que la era electrónica ha invadido todos los espacios de la vida cotidiana. La Feria internacional ofrece muchos programas para todo el público y los profesionales del libro, como la jornada del libro electrónico  “tanto en la jornada del libro electrónico, y Nubia apunta: “me parece que si tenemos que saber exactamente si hay ventanas de negocio para la librería y si no hay que los libreros se las apropien y las creen y las desarrollen, más allá de asustarnos con la nueva tecnología, nos interesa muchísimo saber que de esa tecnología nos sirve, sirve para el librero y como el librero la puede explotar bien para comercializar más el producto” concluyó.