• Los españoles y el mundo entero no están tranquilos con esta sentencia

• El juez intervino en contra de las dictaduras argentina y chilena

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Flor Coca

@Florecitacoca

Desde hace dos años, el juez español Baltasar Garzón, ha enfrentado en los tribunales de su país una serie de acusaciones que dieron como resultado su inhabilitación para ejercer su profesión por 11 años.

Hagamos historia:

Abogado por la Universidad de Sevilla, desempeñó diversos trabajos antes de graduarse y en 1988, después de ocupar diversos puestos como abogado, se convierte en magistrado-juez central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional.

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Sin duda un hombre polémico que ha sido admirado por su intervención en contra de las dictaduras argentina y chilena, por los crímenes en contra de ciudadanos españoles en los años de la dictadura y la aplicación de la jurisdicción internacional. Gracias a su demanda, Augusto Pinochet tuvo que enfrentar un arresto domiciliario de varios meses en Gran Bretaña.

La acusación en contra del juez es por prevaricación: “Delito de los funcionarios públicos consistente en dictar maliciosamente resoluciones injustas (judiciales o administrativas) o faltar a sabiendas al cumplimiento de los deberes del cargo”.

Sus investigaciones involucraron en su momento a funcionarios del Partido Popular, que ahora gobierna España. Y la prueba en contra de ellos consistió en las llamadas «escuchas telefónicas» de los funcionarios mencionados y la plática con sus abogados que dio a conocer el juez.

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El llamado caso Gûrtel ha sido el más costoso para la carrera política de Garzón que muy difícilmente volverá a los tribunales. Y esta medida ha sido repudiada por miles de ciudadanos españoles y de otras partes del mundo, que han salido a las calles en defensa del juez que enfrenta otro juicio por haber impulsado procesos  para sancionar los crímenes cometidos durante la dictadura franquista en España, y que incluye las ejecuciones sumarias, las desapariciones, el secuestro y la venta de recién nacidos. Y escuchando las peticiones de los familiares de los combatientes de la guerra española, exigir la exhumación de sus cuerpos que se encuentran en fosas comunes. El máximo tribunal español, de ninguna manera está de acuerdo en que se hable de los crímenes de Francisco Franco y mucho menos que se exhumen los cuerpos de los combatientes.

Los españoles no están tranquilos con esta sentencia y lo han manifestado. En otros lugares del mundo, la sociedad está pendiente de cuál será el destino del juez antidictaduras, Baltasar Garzón.