• José Luis Márquez adjudicó los avances en el estado al trabajo de los anteriores gobiernos del PRI

• Los representantes de Movimiento Ciudadano y el PT llamaron al mandatario privilegiar el compromiso democrático y no intervenir en el proceso electoral

• PAN, Nueva Alianza, PRD y Verde Ecologista usaron su espacio para elogiar a RMV

Joseline Santos Enríquez

@joss_santos

Un minuto con 16 segundos le tomó al gobernador, Rafael Moreno Valle, emitir su mensaje a diputados locales respecto a su Primer Informe de Labores.

Desde temprana hora, 400 policías estatales acordonaron varias avenidas aledañas a la sede del Congreso local en el Centro Histórico, como una medida de seguridad ante la celebración de tan substancial acto: La glosa del Informe.

La medida perturbó a los transeúntes y automovilistas que pretendían tomar esta ruta. La historia parecía repetirse una y otra vez. Una mujer, un joven, un grupo de cargadores, todos en diferentes momentos apelaban a la razón de los uniformados para convencerlos sobre la importancia de llegar puntual al trabajo.

“Ni siquiera comentaron que iban a cerrar las calles. No tuvieron la molestia de enviar un volante. Me ha afectado, me puede costar hasta lo del sueldo, que pueden ser 900 pesos si me ponen falta por retardo; porque me ven como impuntual y no les importa por qué fue el retardo”, dijo una trabajadora del Mercado “La Victoria”.

No hubo empatía, los uniformados no cedieron.

Y es que la orden fue impedir el paso a quien intentara cruzar las vallas. Los diputados, funcionarios públicos e invitados a la sesión del Congreso estaban obligados a mostrar el pase de “Invitado”, sus nombres eran palomeados de la lista impresa en una arrugada hoja y tras cumplir el protocolo, podían gozar de libre tránsito.

El titular de uno de los tres Poderes del Estado, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, David López Muñoz, padeció las secuelas de la táctica de seguridad, trascendió que un agente policiaco le negó el paso, por lo que la silla reservada en uno de los tres espacios más importantes del salón de Plenos del Congreso, quedó vacía.

Las otras dos fueron ocupadas por el presidente de la Mesa Directiva, el diputado Mario Riestra Piña y por el gobernador del estado, quien arribó al Legislativo minutos después de las 9:00 horas para escuchar lo que los representantes de los siete partidos políticos en Puebla tenían que opinar sobre su primer año de actividades.

Las criticas y las odas al Ejecutivo

Mientras en las calles los desesperados peatones mantenían diálogo constante con la policía para poder transitar, el gobernador escuchaba cada uno de los posicionamientos.

Ya en el Congreso, el primero en subir a Tribuna fue el ex presidente de la ahora desaparecida Gran Comisión, Guillermo Aréchiga Santamaría, quien más que una opinión sobre las actividades de Moreno Valle, aprovechó el espacio para dar a conocer las prioridades de su partido: Nueva Alianza.

“Los diputados de Nueva Alianza nos empeñamos en facilitar el camino de la unidad, darle viabilidad y dotar de contenidos legislativos a un acuerdo que juzgamos no sólo posible, sino indispensable (…) el Congreso ha otorgado al Ejecutivo nuevas herramientas para garantizar la seguridad de los poblanos (…) Ni juicios sumarios, ni venganzas o persecuciones políticas, el compromiso es cerrarle el paso a la impunidad. Nunca más nadie por encima de la ley”, acotó.

El diputado, que buscará una senaduría en el próximo proceso electoral, no descalificó, no criticó, no sugirió. Las observaciones vinieron por parte de los diputados de Movimiento Ciudadano y del Partido del Trabajo, José Juan Espinosa Torres y Zeferino Martínez, respectivamente.

“No podemos olvidar, pues nos condenamos a repetir (…) Hoy, desde esta tribuna, de frente y con toda sinceridad le pido al ser humano, Rafael Moreno Valle, con quien recorrí el estado, con quien sé que comparto el anhelo de un cambio verdadero, que recuerde que saber gobernar es también saber escuchar y saber rectificar. El ejercicio democrático del poder es ciertamente mandar obedeciendo”, enfatizó Espinosa Torres.

Combatir el rezago del campo poblano, la rectificación de las prioridades en materia de gasto público, la disponibilidad para retomar el tema de los mototaxis y la exigencia de no intervenir en el proceso electoral federal, fueron las interpelaciones del diputado petista.

“Pedimos asegurar que efectivamente no usará la estructura gubernamental para impulsar a los candidatos de su filiación política y se mantendrá ajeno al proceso electoral de 2012”.

Las odas en torno al Ejecutivo fueron la constante de los diputados del PRD, Nueva Alianza, Verde Ecologista, y por supuesto del partido del gobernador Acción Nacional.

Sin embargo el Revolucionario Institucional, en voz del ahora presidente del Congreso, José Luis Márquez Martínez, recordó que si el estado percibe avance y desarrollo es gracias al trabajo realizado por los gobiernos priistas, destacó la labor de los diputados emanados de este partido para concretar las acciones que favorecen al mandatario estatal.

“El PRI ha demostrado su capacidad de crítica que no da lugar a la descalificación anticipada, ni cabida a la ceguera que no quiera reconocer los avances que la gente ve y de los cuales se beneficia (…) Los priístas hemos sido respetuosos de las diferencias con los diversos grupos y representaciones legislativas, hemos privilegiado la tolerancia por encima de la intransigencia; la búsqueda de acuerdos por encima de la descalificación; la capacidad de escuchar por encima de la de atacar”.

El desaire

Sin mayores aspavientos el gobernador escuchó los discursos. La interlocución con los 41 legisladores fue mínima.

De los seis minutos que se tenían proyectados, sólo dispuso de un minuto con 16 segundos para agradecer el apoyo otorgado a su gobierno. Esta fue la cortesía que otorgó a quienes han aprobado 49 de las 56 iniciativas que ha enviado, y que cabe señalar, el 95 por ciento de ellas fue votada por unanimidad.

Pero el hecho no fue considerado como un menosprecio, tampoco como una falta de atención, toda vez que la ley ni siquiera obliga al gobernador a asistir al Congreso para presentar el informe, basta con que mande el documento, recordó el panista Mario Riestra.

A su homólogo José Luis Márquez, tampoco pareció importarle. “Aún falta la comparecencia de los secretarios”, puntualizó.

Así, los diputados, perfectamente ataviados, se dirigieron al Centro Expositor y de Convenciones, para escuchar, ahora sí, el informe de actividades del gobernador, Rafael Moreno Valle.