Lado B
Un desmemoriado Salinas visita Puebla
Entre protestas de estudiantes y felicitaciones de sus anfitriones, el ex presidente estuvo en la Udlap
Por Lado B @ladobemx
29 de noviembre, 2011
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Foto: Joel Merino

Josué Mota

@motajosue

Carlos Salinas de Gortari entró como solía hacerlo al Congreso de la Unión para rendir su informe presidencial: seguido por una larga fila de personas queriendo acercarse a él para saludarlo, pero esta vez sólo llegaba al pequeño auditorio de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap). La siguiente escena con la que se enfrentaron los que estaban en las butacas era extraña: Luis Ernesto Derbez sentado junto a Salinas, panista y priista, sonriendo, intercambiando bromas.

El político tan repudiado en amplios sectores sociales parece no serlo para algunos estudiantes de esa universidad, pues la alumna Cecilia Anaya, quien hizo la presentación formal de Salinas de Gortari, dijo que es “un ejemplo en el ámbito político y académico”.

El expresidente comenzó su discurso con esa forma que tiene de hablar semilenta y en ese tono entre didáctico y cínico que tan bien conocemos los mexicanos: “Aprecio la oportunidad de tener un diálogo aquí con ustedes”.

Luego habló de su más reciente libro y de la mayor participación que debe tener la ciudadanía en la vida del país, en actuar conjuntamente, en buscar la soberanía y la justicia, en la importancia de la cohesión social. Se desenvolvía en un ambiente que le resultaba cómodo, todas sus bromas, o intento de ellas, eran aplaudidas por los estudiantes que escuchaban con atención las palabras del ex mandatario.

La primera fila del auditorio de la UDLAP mostró dos posibilidades: o a pocos políticos les interesa escucharlo, o pocos políticos quieren tomarse una foto con Salinas de Gortari, más ahora que el proceso electoral está por arrancar. En el lugar sólo estaba la expresidenta municipal Blanca Alcalá Ruiz y alguien dijo que también llegó el diputado Héctor Alonso Granados, pero o no fue cierto o nadie lo vio.

La presentación que hizo Salinas de Gortari de su libro sólo fue un recordatorio de asuntos que ya ha tocado en entrevistas u otros espacios, pugnando principalmente por la participación de la ciudadanía no sólo en procesos electorales, sino también en otros asuntos públicos.

Son culpables los privatizadores de la banca

Foto: Joel Merino

Tras la presentación, los estudiantes escribieron sus preguntas en papelitos que le fueron entregados a Luis Ernesto Derbez, rector de la Udlap y por tanto anfitrión del conferencista, quien se encargó de seleccionarlos cuidadosamente para leerlos al ex presidente.

Alguien preguntó a qué se debía la falta de crecimiento económico del país, y Salinas de Gortari dijo que recientemente los senadores habían llegado a la conclusión de que una de las decisiones que más ha perjudicado al país fue entregar la banca a capitales internacionales y dijo que él coincide con eso porque, en el caso de un banco español (se presume que hablaba de BBVA) las sucursales que están en México no representan ni el diez por ciento de las que tiene el banco, pero genera el 40 por ciento de las ganancias de ese corporativo, las cuales se van a España, y situación similar ocurre con un banco estadounidense, (se presume que Citibank) cuyas instalaciones en México representan sólo 15 por ciento del total, pero generan el 35 por ciento de las ganancias de ese corporativo.

Dijo también que en México se cobran los intereses más altos y que ello impide un crecimiento de la economía. Lo que sorprende es que nadie, ni el secretario de Economía con Vicente Fox, Luis Ernesto Derbez, le recordó al ex presidente que fue precisamente él quien privatizó la banca en 1990, y no sólo privatizó la banca, sino también la red de telefonía de México, y la televisión estatal, por mencionar algo.

A juzgar por la escena de ayer, ni Luis Ernesto Derbez ni Salinas de Gortari gozan de buena memoria. El primero se refirió siempre a su invitado como “presidente”, aunque hace 17 años  dejó de serlo.

Salinas de Gortari criticó mucho a los intelectuales orgánicos, a los que él llama intelectuales de populismo, e intelectuales del neoliberalismo, pero no ofrece argumentos muy contundentes sobre asuntos importantes. Al hablar del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos recordó que algunos analistas le preguntaron en aquellos años si no tenía miedo de competir con la primer potencia económica del mundo, y dijo que sí, que tenía miedo pero que los norteamericanos debían tener más.

Y dijo que no se había equivocado porque “en el último superbowl se consumió más guacamole que ketchup” (sic). Pero, o ya no pudo o ya no tuvo o quizá olvidó explicar, la relación entre el consumo de guacamole y el crecimiento económico de México.

Curiosidades

Foto: Joel Merino

Son curiosas las críticas del expresidente hacia los intelectuales orgánicos del neoliberalismo porque en su sexenio abundaron los analistas e intelectuales que intentaban convencer a la población de las bondades del neoliberalismo. Curioso también que diga ahora que ha “aprendido a respetar el gran talento de los votantes”, cuando es recordado por ser el ganador de una elección en la que “se cayó el sistema” de conteo de votos.

Curioso también que hable de la importancia de verdaderos gobierno de coalición y de la participación ciudadana porque en su sexenio el candidato de su partido fue asesinado de un disparo en la cabeza, y aún no se conoce al autor intelectual del magnicidio.

Y más curioso que durante su conferencia le pedía ayuda a Luis Ernesto Derbez para recordar datos económicos y afirmar que la década de 1995 a 2005 fue una década perdida, cuando en parte de ese periodo el hoy rector fue secretario de Economía del país.

La conferencia terminó y de nuevo aplaudieron los estudiantes a su invitado. Afuera del auditorio, Salinas de Gortari habló un par de minutos con los reporteros que le preguntaron sobre las próximas elecciones presidenciales, pero evadió las preguntas con respuestas vacías. Luego vino la última curiosidad, el exdirigente estatal de PRI, Alejandro Armenta Mier, intentó acercarse al ex presidente para entregarle una foto de cuando él era joven y recibía de Salinas de Gortari un reconocimiento; como fue ignorando porque la comitiva era muy grande y los escoltas empujaban a todos, se vio obligado a gritar: “¡soy Alejandro Armenta, ex dirigente estatal del PRI!”, pero ni así fue saludado de mano. La comitiva siguió del largo.

“Sí tenemos memoria”

Todo iba bien para el ex mandatario y para el rector de la Udlap, hasta que un grupo de estudiantes se plantó al paso del exmandatario con pequeñas hojas que decían: “los estudiantes de la Udlap sí tenemos memoria”. Esperaron a que Salinas de Gortari saliera de un estudio donde concedió entrevistas a algunos medios y televisoras.

Luis Ernesto Derbez llegó hasta donde estaban los estudiantes que no quisieron hacer declaraciones sobre su protesta, y le pidió que estuvieran calmados.

-Él (Salinas) es nuestro invitado y sólo les pido que estén tranquilos. –les dijo el rector a los estudiantes.

-Estamos tranquilos. –le respondió una muchacha.

-Lo sé, sino ya hubiera traído a la fuerza. –dijo Derbez y se retiró.

La paciencia de los muchachos fue recompensada: Carlos Salinas de Gortari pasó justo frente a ellos, miró sus pequeñas pancartas, siguió de largo y se fue. Al menos alguien en la Udlap demostró que la memoria existe.

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Autor Lado B
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