Josué Mota

@motajosue

Con su poderosa voz hizo vibrar a los cientos de poblanos que asistieron a San Pedro Museo de Arte la noche del jueves para escucharlo y verlo, bromeo con ellos, los hizo cantar y bailar y se despidió con un: “otro día nos vemos con más calma”, porque algunos se quedaron con ganas de escuchar algunas de sus rolas viejas que muchos identifican como “de protesta”.

Como siempre, ataviado todo de negro, elegante, don Óscar Chávez salió al escenario poco después de las ocho de la noche. Escuchó a unos soneros jarochos que le hicieron unas décimas con las que también inauguraron el festival Sonidos de la Tierra. El cantante dijo que le gusta mucho el festival y su nombre, por ello montó un repertorio especial de sones algunos poco conocidos.

La música fue ejecutada muy bien por los inseparables hermanos Julio, Héctor y Carlos Aguilar Morales, que integran El Trío Los Morales, pero el sonido falló en varias ocasiones y la falta de una buena ecualización hizo que algunos estupendos solos de requinto o las voces de coro se perdieran, pero los cuatro supieron mantener la atención del público y ofrecer un buen concierto.

Algunas personas ya estaban desesperadas por escuchar Por Ti, o Perdón, o La Marihuana pero el repertorio estaba pensado para tocar algunos sones viejo que Los Morales han rescatado para que no se pierdan en el olvido y así salieron piezas de origen oaxaqueño y guerrerense principalmente, además de algunos sones jarochos.

Luego, ya para complacer a quienes lo escuchan desde hace décadas cantó La Guacamaya que emocionó a los asistentes, pero el clímax del concierto se alcanzó con las canciones esperadas cuando con su voz profundamente grave y poderosa comenzó a cantar Perdón.

Don Óscar Chávez dijo que ya se iba y que “otro día nos vemos con más calma”, y de pronto Los Morales soltaron las estupendas primeras notas de Macondo y el público se puso de pie para bailar y aplaudir.

Foto: Joel Merino