• Pero no se previó daños a personas, solo daños materiales

De acuerdo con el contrato signado entre el Ejército y los propietarios del predio donde instalaron un campo de tiro en Petlalcingo, la milicia debía cercar y avisar a los vecinos sobre sus actividades con el fin de que no se acercaran al sito; por no hacerlo Osvaldo Zamora resultó mutilado.

Parte del documento fue publicado por el diario Reforma, y Pueblaonline reprodujo la información:

A cambio de usar como campo de tiro dos predios en la localidad de Petlalcingo -en uno de los cuales a un menor le explotó un artefacto-, el Ejército se comprometió a instalar señalización y vigilancia para evitar que se acercaran civiles, pero no cumplió, según dijeron autoridades locales.

La Secretaría de la Defensa Nacional de hecho firmó un contrato con los ejidatarios que prestaron gratuitamente sus tierras, en donde se especifican las medidas de precaución.

«Previo a la realización del adiestramiento, (Sedena) dará aviso a los propietarios, con quince días de anticipación.

«Asimismo, durante los ejercicios militares se instalará la vigilancia y señalamientos necesarios para evitar que personas y animales domésticos se acerquen al área», se afirma en el contrato.

Familiares de Osvaldo Zamora, el menor que perdió el antebrazo y la pierna derechos tras el estallido, aseguran que los soldados no cumplieron con las precauciones, versión que apoyan las autoridades municipales.

Un día después del accidente, cuando los militares ya habían instalado el campamento cercano a la comunidad de El Ídolo, en la zona no había señalización alguna.

El contrato de comodato se firmó el 25 de julio de 2011, con Manuel Bravo y Felipe Celerino Neri Huerta como los ejidatarios que prestan sus tierras y el Comandante del Sexto Regimiento de Caballería Montada, Enrique García Jaramillo, como representante del Ejército.

«Otorgan a la Secretaría (de la Defensa) el uso gratuito de la superficie de 2 mil 500 metros de frente por 3 mil 500 metros de profundidad, aproximadamente, correspondientes al área de uso común para las prácticas de tiro con las diversas armas con que cuenta el instituto armado y ejercicios militares», especifica.

La quinta cláusula compromete a los militares a pagar posibles daños a los bienes de los propietarios a causa de cualquier accidente, pero no habla nada de perjuicios a personas.

Lea la nota completa aquí.