• El sociólogo habló para Lado B sobre su libro «Religión sin Redención»

• La religión cumple una función social, indica

Josué Mota

La religión “es el opio del pueblo”, es una de las frases más populares entre quienes se dicen marxistas; sin embargo, al citar el párrafo de la Introducción de la Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel, olvidan -o prefieren no mencionar- que Karl Marx señaló: “La religión es el suspiro de la criatura oprimida”, afirma como introducción a una charla Luis Martínez Andrade.

Hace unos días el investigador presentó en Puebla su libro Religión Sin Redención. Contradicciones sociales y sueños despiertos en América Latina. El texto es un conjunto de ensayos, uno de los cuales recibió en 2009 el premio internacional de ensayo Pensar a Contracorriente, los cuales forman a su vez parte de la investigación de su tesis doctoral, y se inscribe dentro de la teoría crítica.

Uno de los planteamientos principales radica en que la religión también cumple una función social, en tanto funciona como denuncia de falsos ídolos y en consecuencia como una crítica al capitalismo. Para ello, dice, es necesario mirar a la religión desde una perspectiva dialéctica.

Josué Mota.

Si bien cualquier religión puede ser vista de esa manera, Luis Martínez se enfoca en la teología de la liberación en América Latina, la cual  tuvo fuerza de forma más notable durante las décadas de los 60`s y 70`s, por eso en su libro aborda la formación y el trabajo en las Comunidades Eclesiales de Base (CEBS).

La teología de la liberación, explica, es resultado de las precarias condiciones socioeconómicas en que se encuentran los pueblos de este continente, la importancia de Vaticano II, la revolución cubana de 1959 y la respuesta de un grupo de sacerdotes que se educaron, principalmente, en Francia, Bélgica y Alemania, quienes divulgaron el evangelio no como una forma de sumisión, sino como una crítica ante un falso ídolo, materializado en el dinero.

«En esos momentos la única ciencia social que encajaba con esa visión de la religión, como un momento de crítica social, era el marxismo».

-¿Fue una conjunción de dos ideologías que coincidían en ese punto?

-Yo lo considero una afinidad electiva que se dio en ese momento. El concepto de afinidad electiva ha sido propuesto por Michael Löwy para explicar la dinámica del cristianismo de liberación.

-Si bien en México un ejemplo de lo que pudo lograr la teología de la liberación se puede ver en el EZLN, también es cierto que lo que ha hecho la religión en México se refleja en los católicos ligados a la derecha, a los empresarios, a las represiones, y por supuesto a la pedofilia.

-Sí, la iglesia católica está ligada  al poder desde la conquista de América, se dice que fue conquista con el evangelio y la espada está ligada desde el siglo XVI, desafortunadamente hoy en la Iglesia, figuras como el padre Marcial Maciel son más influyentes que los sacerdotes como Samuel Ruiz.