Para ser una simple coincidencia parece exagerada. Para creer que se trata de un número fatídico o que alguna maldición hechicera cae sobre los músicos no existen muchos elementos. Frente a esta circunstancia lo único que se puede hacer es reseñar lo que ha ocurrido con algunos de los músicos que conforman el llamado Club 27.
Robert Johnson, Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison, Kurt Cobain. En todos los casos existen diferentes versiones sobre sus muertes, las más aventuradas apuntan a que fueron asesinados por un complot o venganza en su contra, en otros casos se afirma que no murieron, sólo fingieron.
Y la tendencia se mantiene, por lo menos hasta ahora: en el caso de la recién integrada al Club, Amy Winehouse no existe certeza sobre las causas de su muerte, que por cierto se parece a las del resto, al parecer estaba sola en su departamento y por ello no resultado demasiado aventurado pensar que en los próximos meses se hable de un homicidio por envenenamiento.
Exceptuando quizá el caso de Kurt Cobain, el talento de los integrantes del Club 27 no se cuestiona, se trata de verdaderos artistas cuya trayectoria de pronto se vio truncada. En todos los casos la muerte también ha estado relacionada con las drogas legales e ilegales. Todos tuvieron una vida intensa, vertiginosa y con excesos.
Tras escuchar la música de los que pertenecen al Club 27, casi irremediablemente saltan algunas preguntas: ¿qué habrían hecho de no morir tan jóvenes?, ¿su talento se hubiera seguido cultivando?, ¿se mantendrían en la escena musical?, ¿hubieran podido superar lo que hicieron? Tampoco hay forma de responder a ellas.
Sólo queda algo por hacer: disfrutar lo que hicieron y dejar de lado las adivinanzas sobre los hubiera e incluso sobre las versiones de su muerte, finalmente como músicos legaron un talento que dejó huella y muy profunda.
Conozca las historias detrás de su muerte, detalles de estas leyendas que forman parte de este fatídico Club dándole click a sus imágenes:
EL PEPO