Basta con hacer una búsqueda sencilla en Google para que el sesgo se haga presente. En tan solo unos segundos, el buscador puede arrojarnos listas y listas de los grandes maestros (así, en masculino) de la fotografía de calle con los nombres de todos los señores que se les ocurran y si tenemos suerte una o dos fotógrafas logran colarse en esas listas. Una de ellas, que sabemos que no fue la única, pero sí una de las más conocidas es la nana fotógrafa Vivian Mayer, quien según algunas investigaciones utilizaba la excusa de ser niñera para poder hacer fotografías y habitar la calle en su rol de cuidadora de las infancias a su cargo.
Pensar en mujeres habitando la calle y haciendo fotografías a personas extrañas tal vez sea algo más normalizado o común en nuestros días pero, sobrinas, las invito a que reflexionemos un poco sobre todas las batallas que hemos tenido que dar para estar ahí.
En informes recientes de ONU Mujeres se habla de cómo las mujeres habitamos el espacio público y se hace énfasis en que las mujeres salen a la calle porque llevan infancias a la escuela, ayudan a trasladar personas de la tercera edad o con discapacidad, se encargan de las compras necesarias para la alimentación de sus familias y en zonas no urbanas son ellas también quienes se encargan de acarrear agua.
En cambio, en el caso de los hombres han sido ellos quienes históricamente han habitado y utilizado el espacio público para su ocio y desarrollo de pasatiempos como salir a caminar, pasar la tarde sentado en una banca leyendo y también, por qué no, hacer foto de calle; a eso hay que agregarle que las estadísticas nos dicen que son ellos quienes suelen tener más acceso a herramientas tecnológicas, como una cámara de fotos.
Tal vez te interese leer: Las mujeres en París 2024
Es decir, de alguna manera, no es fortuito que en términos numéricos sean “más” hombres haciendo fotografía de calle, pero quisiera invitarlas a que vayamos más profundo.
Hay a quienes les gusta pensar que solo queremos atraer la controversia, que en realidad el mundo del arte no se fija en la identidad de género y que solo toma en cuenta el genio y el talento de las personas artistas (en este caso fotógrafas), y que si no hay tantas mujeres creadoras es porque su talento es inferior, y no porque exista un sistema de opresión que nos mantiene en el margen. Para aclarar mi punto quisiera hacer una pausa para citar la Historiadora del Arte, Linda Nochlin, cuando dice que “si las mujeres realmente son iguales a los hombres, entonces, ¿por qué nunca han existido grandes artistas mujeres (o compositoras o matemáticas o filósofas, o tan pocas)?”.
Y algunas de sus colegas, incluyéndome a mí como creadora, pensamos que no es categórico que no haya grandes mujeres fotógrafas de calle, sino que suceden dos cosas principalmente: algunas de ellas han sido olvidadas y deliberadamente excluidas de estas listas de grandes maestros y, al mismo tiempo, efectivamente no había tantas porque la calle, el espacio público, los lugares solitarios, y la noche, históricamente nunca han sido espacios seguros para las mujeres y eso, queridas sobrinas, representa una limitante para que nosotras podamos ser las grandes maestras de la fotografía de calle.
Foto: Mariana Basurto
Afortunadamente no soy la única que lo ve y fue por eso que quise dedicarle esta columna a un esfuerzo sin precedentes en el escenario de la fotografía de calle en México, un proyecto llamado Mexican Women Photographers. Una comunidad digital creada en instagram para compartir el trabajo fotográfico de mexicanas que realizan Street Photography o Fotografía de Calle, mujeres que habitan la calle y realizan fotografías sobre la vida cotidiana de sus ciudades.
El proyecto se fundó en 2022 por la fotoperiodista Sunny Quintero, quien observó la falta de espacios para dar a conocer el trabajo de mexicanas que realizan fotografía de calle, mostrando así la diversidad de miradas de fotógrafas mexicanas más allá de nuestras fronteras.
Uno de los mayores aciertos de esta iniciativa, a mi parecer, tiene que ver con el hecho de que Sunny lleva varios años gestionando espacios expositivos con convocatorias abiertas, para que el trabajo de estas fotógrafas sea visto y reconocido en espacios importantes para la exposición de la fotografía en el país.
En ese sentido, hace tan solo unos días se inauguró “Fotografías de la vida cotidiana” como parte del primer festival cultural “Las artes transforman”, en Escobedo, Nuevo León. Si andan por allá, les invito a que se den una vuelta y a que sigan a Mexican Women Photographers y a Sunny Quintero en redes para que puedan enterarse de los eventos y las convocatorias que realizan.
* Foto de portada: Nadya Murillo