¿Qué nuevas representaciones vimos de las mujeres en los juegos olímpicos de París 2024, pero sobre todo qué nuevas imágenes nos ofrecieron las mujeres con sus actitudes y sus comportamientos? Sin duda, imágenes que van a cambiar la manera en cómo las niñas se miran a sí mismas en función de las otras y de cómo el mundo percibe a las mujeres en el deporte.  

Tuvimos varias primeras veces y eso para la historia de las mujeres siempre será relevante. Estos juegos han sido los primeros en la historia en los que clasificaron más mujeres mexicanas deportistas que hombres. También han sido los juegos de la paridad, por primera vez en los 128 años de historia de los juegos olímpicos modernos, compitieron el mismo número de mujeres que de hombres. 

Tal vez te interese leer: La tía fotógrafa

Como buena tía, me ha emocionado mucho ver a mujeres participando en estos juegos olímpicos, mostrándole al mundo que en el deporte femenino ellas se pueden emocionar por el triunfo de la otra y que está bien celebrarse cuando a la otra le va bien, especialmente si ese triunfo es producto de años de trabajo, esfuerzo y disciplina para ganar una medalla.

En la final de gimnasia por aparatos vimos a las gimnastas abrazarse y reconfortarse entre ellas, leer en sus labios que se preguntan si están bien. También vimos a las personas que las entrenan alentarlas en lugar de intimidarlas y eso, fue muy significativo. Muchas gimnastas han obligado a sus países a que les procuren bienestar, esto no fue algo dado, sino una lucha ganada después de años de denuncias ante los comités olímpicos. 

Con el cierre de los juegos se anuncia también que la gimnasta Jordan Chiles debe regresar su medalla de bronce debido a una rectificación del jurado en el puntaje de las finales por aparatos. A pesar de ello, qué gran imagen nos regalaron ella, Simone Biles y Rebeca Andrade. Una foto para la historia del deporte femenino, tres mujeres negras colocándose en lo más alto de su disciplina y lo más bello, alegrándose por su triunfo personal y también por el triunfo de la otra. 

Estos gestos son muy importantes porque no hay que olvidar que una de las mayores enseñanzas del patriarcado es la competencia. Desde pequeñas aprendemos que entre nosotras nos juzgamos, desde los espacios privados, como quién tiene la casa más limpia y a las infancias “mejor educadas”, hasta en el ámbito público en términos de quién es mejor profesionista o súper mujer que hace 25 cosas en un día y además es delgada, bonita y de “buen carácter”. 

En medio de todo esto, París 2024 también nos regaló imágenes de mujeres embarazadas compitiendo. En esta ocasión fueron Nada Hafez, esgrimista y Yaylagul Ramazanova, arquera. Aunque no es la primera vez que esto sucede, sigue siendo importante mirar estas imágenes y que sean ampliamente difundidas, para que social y culturalmente podamos entender que las mujeres no debemos ser anuladas de la vida pública mientras atravesamos etapas fisiológicas, como el embarazo.

No sé si estamos viviendo una época distinta, eso se lo tendríamos que preguntar a la generación de tías que nos antecedieron. Puede ser que muchas de nuestras percepciones tengan que ver con mirar estos juegos olímpicos en tiempos de internet, pero incluso con todo y eso, estas olimpiadas nos regalaron imágenes de las mujeres que nos recordaron que nosotras podemos ser grandes, constantes y poderosas.

Y ante toda la esperanza que vimos durante varios días también hubo fuertes recordatorios de lo que nos ha costado llegar hasta donde estamos. Este fue el caso de la boxeadora Imane Khelif y el escrutinio al que fue sometida por el simple hecho de ser sobresaliente. Porque no olvidemos que a ellos les dicen todo el tiempo que son dioses superdotados, y que nacieron para ser grandes. Mientras que a muchas de nosotras se nos repite hasta el cansancio que no servimos para esto.

Como cualquier tía que tiene que trabajar para sobrevivir, no pude ver todo lo que hubiera querido de los juegos, pero sin duda uno de los momentos que más me impactó fue el caso del hombre que ganó una medalla de plata y se viralizó por considerarlo un competidor “sencillo y extremadamente hábil”. Pero absolutamente nadie habló de que ese hombre no compitió solo y que su triunfo no se debió únicamente a sus habilidades natas. 

Esa competencia de tiro de la que todo el mundo habló era por parejas y Yusuf Dikeç compitió junto con una mujer llamada Sevval Ilayda Tarhan, a la cual no se menciona nunca.  Incluso al realizar búsquedas en internet con el nombre de él, se encuentran imágenes donde ella aparece cortada, o solo la mitad de su cuerpo. En algunas aparece un pedazo de hombro y todos los titulares lo mencionan solo a él como máximo ganador en una competencia que fue en PAREJAS. 

Estos fueron solo algunos de los momentos y las imágenes que mis gafas violetas pudieron escanear para cerrar los Juegos Olímpicos de París 2024, no es mucho, pero es trabajo honesto. Y es que más allá de los nacionalismos, estos juegos nos trajeron grandes momentos para las mujeres deportistas. Gracias, Alexa Moreno, por recordarnos a muchas que a veces está bien reírse de los fracasos. Sin duda un mensaje poderoso sobre la importancia de seguir intentando, porque no siempre vamos a ser las mismas, y no siempre seremos fuertes, pero siempre podemos ser valientes. 

Foto; ONU Mujeres