Lado B
Agenda de género y diversidad es escasa en Plan Municipal de Desarrollo
El Plan Municipal de Desarrollo aprobado en sesión de cabildo hace tres semanas, es opaco e insuficiente respecto a las necesidades y reclamos de las mujeres diversas, y personas de la diversidad sexual e identidades no binaries, denuncian activistas; nuestros derechos podrían estar en riesgo, advierten
Por Daniel Cruz Cortés @DanielCortesMx
01 de febrero, 2022
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Activistas y colectivas feministas y de la diversidad sexual ven con preocupación que el Plan Municipal de Desarrollo 2021-2024, recién aprobado por el Cabildo de Puebla, sea insuficiente ante las necesidades y problemáticas que viven sus comunidades en el ámbito local. Denuncian que el documento carece de acciones y evaluaciones concretas que busquen su bienestar, y resolver las violencias físicas e institucionales que atraviesan.

El Plan Municipal de Desarrollo es un asunto relevante, recalca Flor Cipriano, co-directora de Red La Morada, pues fija los objetivos que se proyectan durante toda la administración del alcalde Eduardo Rivera Pérez. Por esa razón, observa con alerta que los puntos relacionados a las agendas de perspectiva de género y mujeres diversas carezca de una ruta establecida de trabajo.

La única mención que el Plan hace sobre género y diversidad ocurre en uno de los cinco ejes que plantea: el de desarrollo humano. 

Para atender ambos temas, se estableció el “Programa 6. Igualdad Sustantiva”, y aunque incluye entre sus cinco estrategias de acción los temas de prevenir y atender la violencia en razón de género, e incorporar la perspectiva de género a las instituciones públicas, no se fija ninguna acción aplicable; y esos esfuerzos sólo se entienden hacia mujeres cisgénero.

En el caso de diversidad sexual, los enunciados son considerablemente menores, pues solo se habla del respeto a los DDHH de las personas sin importar su identidad de género y orientación sexual, pero no propone ningún plan para llevarlo a cabo.

“A nivel general dice que se van a implementar estrategias para prevenir y erradicar la violencia de género, pero no dice cómo. Y si no dice cómo, no hay algo tangible para nosotras y nosotres como parte de la sociedad civil organizada. Porque, ¿quién va a evaluar si es funcional o no?”, se cuestiona la activista.

Por su parte, Onan Vázquez Chávez, coordinador de la organización Vida Plena Puebla (No Dejarse es Incluirse A.C.), reconoce que aunque haya una breve mención sobre la no discriminación a personas sin importar su orientación sexual, en ese mismo programa, es la única en todo el documento.

Asegura que, a pesar de que los casos de discriminación ascienden con preocupación en Puebla, no se proponen objetivos que atiendan el fenómeno en lo social, ni en lo institucional: “Verlo en papel es importante (…), pero está muy lejos de la realidad. Sabemos que en Puebla prevalece la discriminación y desgraciadamente estos son prejuicios que están arraigados en la sociedad y en las personas que laboran en las instituciones gubernamentales [municipales]”, establece. 

Falta de perspectiva de género y compromiso

Dentro del eje de desarrollo humano, se presenta el programa “Igualdad Sustantiva”, el cual busca “la capacitación de cien mil mujeres del Ayuntamiento de Puebla, para potenciar su autonomía física, socioeconómica y toma de decisiones para su empoderamiento y erradicación de la violencia en razones de género”.

Sin embargo, este resalta para Flor Cipriano, pues las acciones que el documento propone son meramente enunciativas y carecen de objetivos medibles, eso sin mencionar que omite las realidades de las mujeres diversas en Puebla, ya que el criterio de evaluación que propone es el número de mujeres funcionarias públicas que hayan sido capacitadas, únicamente. No se menciona otro indicador.

Otro punto que se menciona, pero no se desarrolla en el Plan, habla sobre la erradicación de la violencia de género. De acuerdo con la activista, esto es esencialmente grave, pues no se define una ruta de acción específica para salvaguardar y proteger las vidas de las mujeres en una ciudad que en 2021 registró 13 carpetas de investigación por feminicidios, según cifras proporcionadas por el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia estatal, a esta casa editorial.

“De nada nos sirve que existan documentos que, aparentemente, estén avalando [y cuidando] nuestras existencias, si no lo estamos viendo en nuestras vidas y en los espacios públicos”, agrega.

La falta de objetivos claros y cuantificables se traduce, para la activista, en una carencia de compromiso por parte del Estado para atender estos temas: “Es palabra que está en papel, pero que no atraviesa nuestra piel”, comparte Flor Cipriano.

Esto resuena con mayor preocupación para Flor Cipriano, considerando que el partido que llevó a Rivera Pérez a la presidencia (Acción Nacional), se caracteriza por ser una organización abiertamente de derecha, conservadora y punitivista: “No les interesa trabajar con y para las organizaciones, para las mujeres diversas y [nuestras] existencias”, enfatiza.

Incluso percibe con alerta que el gobierno municipal ya haya formalizado reuniones con algunos grupos antiderechos, tal como ocurrió a finales de 2021, cuando Karina Romero Alcalá, secretaria de Igualdad Sustantiva de Género se reunió con representantes de Vida y Familia (Vifac), una organización abiertamente provida y antiderechos, menciona.

Asimismo, alarma el acercamiento del mismo Rivera Pérez con las autoridades del clero en Puebla, no sólo durante su actual periodo como presidente, sino desde tiempo antes cuando fue alcalde por primera vez y legislador; pero, sobretodo, la ausencia de pronunciamientos determinantes sobre temas coyunturales como: el aborto, acoso sexual, feminicidios, transfeminicidios y crímenes de odio, señala.

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“Se acercó a grupos antiderechos, pero de este lado en el que estamos gente que criticamos constantemente su trabajo, no existe la apertura; por lo tanto, sigue siendo palabra hueca. Sigue sin convencernos”, asevera.

El Plan Municipal de Desarrollo busca alinearse a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cual prevé dirigir los esfuerzos que las naciones deben llevar a cabo para garantizar bienestar en condiciones de equidad, justicia, paz y seguridad.

No obstante, la activista señala que el documento utiliza esa agenda a conveniencia, pues omite mencionar los derechos reproductivos y de salud sexual de las mujeres y de las personas con capacidad de gestar, mismos que sí se incluyen en los objetivos de la ONU.

Peligra atención a las comunidades LGBTQ+

Foto: Marlene Martínez

Lo mismo que con los temas de género, se desconoce la forma en cómo el Ayuntamiento evaluará los objetivos que ha destinado a la diversidad sexual, los cuales, asegura, son sorprendentemente reducidos e insuficientes, detecta Onan Vázquez.

En el programa “Igualdad Sustantiva”, sólo existen dos líneas de acción que hablan sobre la diversidad sexual: la décimo tercera y la décimo séptima; en ambas se habla de la “importancia de implementar acciones que garanticen la protección de los DDHH sin importar identidad de género y orientación sexual”, pero no se habla de ninguna acción concreta, asevera.

Vázquez afirma que hay mucho trabajo por hacer, especialmente en temas de capacitación y sensibilización a todas y todos los servidores públicos, sobre todo a quienes ofrecen atención ciudadana; sin embargo, esto tampoco figura en los puntos que propone el Plan Municipal de Desarrollo.

“El Plan habla con muchas generalidades y no refleja concretamente las problemáticas y las necesidades de las poblaciones LGBTIQ+”, indica.

El documento también evita pronunciarse sobre la creación de mecanismos para denunciar la discriminación en razones de identidad de género y orientación sexual, que se reconozcan los derechos a la vida de la comunidad, derogación del trabajo sexual como delito, o incluso que se ofrezcan esquemas de atención y prevención del VIH, por mencionar algunas, señala.

No obstante, espera que el gobierno municipal actúe con base en el marco legal constitucional, que blinda la protección a las vidas de las personas de la diversidad sexual y de identidades no binaries, lejos de atender a sus intereses personales y partidistas, asevera.

“El gobierno de Eduardo Rivera tiene que ser inclusivo, al menos de dientes para afuera. Está obligado a hacerlo de esa manera”, pues ahora representa al gobierno y, por ende, a la ciudadanía y sus respectivos reclamos, agrega.

Esto sin mencionar la importancia que las poblaciones representan para el desarrollo social y económico de la capital poblana: “Deben atendernos, porque también estamos contribuyendo a la grandeza y al desarrollo de Puebla. Eso no lo pueden negar”, admite.

A quien también le preocupa la falta de claridad en el Plan, es a Ana Laura Gamboa Muñoz, coordinadora del Observatorio de Violencia Social y de Género del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría S.J. (Idhie) de la Ibero Puebla, quien detecta con alerta que el documento haya sido redactado con una visión binaria sobre el género. 

De esta forma se invisibiliza a las mujeres diversas: “Parece que el género es igual a mujeres y ahí se está cometiendo un grave error, porque género no es igual a mujeres. Sabemos que la situación de vulnerabilidad de las mujeres es mayor en una sociedad patriarcal (…), pero ¿dónde dejamos a las personas LGBTQ+?”, denuncia.

Preocupan prioridades de la administración

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Foto: LADO B

No todos los ejes y programas del Plan tuvieron la misma suerte de carecer de rutas de acción, señala la co-directora de Red La Morada. Sin embargo, la activista observa con preocupación que el rubro de seguridad pública sea el que cuente con una ruta más clara de trabajo, la cual, por cierto, va enfocada a reforzar aún más la fuerza del Estado.

“Se está invirtiendo tiempo y recursos económicos en fortalecer, entre comillas, ‘la seguridad pública’; es decir, el brazo del Estado. Ahí sí existe un lenguaje más claro de lo que se va a hacer. ¿Por qué Eduardo Rivera quiere ceder más poder a su ‘brazo’? ¿Por qué ahí si no hay peros?”.

Esto último es observado con alerta, especialmente por los más recientes actos de abuso policial a mujeres, como los casos de Leslie Alcántara y Beberly Vega, en los que existieron claras violaciones a los derechos humanos de las víctimas, asegura.

Qué queda por hacer

A pesar de la falta de preocupación por parte de las autoridades respecto a la protección y desarrollo de las mujeres, Flor Cipriano explica a LADO B que Red La Morada buscará los mecanismos de diálogo para crear un plan de trabajo alterno al Plan de Desarrollo; “uno que realmente responda a las necesidades de todas, todos y todes, y que se vea con claridad el trabajo, sobretodo de la promoción y defensa de los DDHH”, encuadra.

Asimismo, Onan Vázquez anuncia que vigilará el actuar gubernamental en la materia y exigirá que se garantice el respeto y cuidado a los DDHH de las poblaciones LGBTQ+. Aunado a esto, pide que sean las mismas poblaciones LGBTQ+ en Puebla quienes se mantengan exigentes por la atención de las necesidades de la comunidad, ya que, afirma, será la única forma de lograr que sus derechos sean respetados en esta nueva etapa de gobernanza municipal.

Una de esas exigencias, adelanta, será pedir al Ayuntamiento que se refuerce la Dirección de Diversidad Sexual, y que sean los perfiles ideales y con trabajo comunitario sustentado quienes despachen y coordinen esfuerzos desde ese departamento, perteneciente a la Secretaría de Igualdad Sustantiva de Género, creado durante el trienio pasado y que ha sido conservado en la estructura orgánica de la actual administración.

 

*Foto de portada: Marlene Martínez

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Autor Lado B
Daniel Cruz Cortés
(He/Him/Él) De la Ciudad de México, pero adoptado por Puebla. Estudio Comunicación en la BUAP. Me gusta hablar, escribir, hacer radio y estar en permanente estado de aprendizaje. Me apasiona el periodismo, la comunicación política y el cambio social. Con el objetivo de mantener y defender siempre el derecho a la libertad de expresión e información.
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