En algún momento consideré acreditarme para asistir a la ceremonia conmemorativa del 50 aniversario del Inaoe. Queda cerca de mi casa, conozco a un par de investigadores y se desayuna rico en los puestos que hay en los alrededores. Sin embargo, pensé, qué tendría que hacer yo en un acto protocolario de este tipo, pleno en lugares comunes y palmadas de espalda. Claro, estuvo Elena Poniatowska, la escritora consentida de México y del gobierno, quien recientemente saturó las redes con la noticia del robo de su computadora, una de las coberturas más amplias que se le haya dado en la historia del periodismo de nota roja mexicana a una víctima de robo a casa habitación. En mi opinión el Inaoe le otorgó el doctorado honoris causa más por quedar bien con el gobierno que por sus aportaciones a la ciencia mexicana, si es que haber escrito la biografía de su difunto cónyuge y fundador del instituto en cuestión es un mérito suficiente para tal honor. De hecho ella misma lo admitió: “me destantea que ustedes, hombres de ciencia (¿y las mujeres?)…me envuelvan en el gran abrazo del mundo de la ciencia, al que sólo tengo acceso porque ustedes me abren los brazos, supongo porque creían en Guillermo Haro, en su observación del cielo nocturno”.
Estas son algunas noticias de la ciencia que me gustaría compartir con ustedes.
El Conacyt debe dinero, no importa cuándo leas esto. ¿O simplemente no se están haciendo bien las cuentas?