Lado B
La elección de la BUAP, crónica de un fraude anunciado: Grajales
Guadalupe Grajales habla de la falta de renovación del Consejo Universitario, del uso del voto electrónico y de sus propuestas de campaña para la rectoría
Por Ernesto Aroche Aguilar @earoche
05 de septiembre, 2021
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En la elección de la BUAP los dados están cargados, el aparato institucional se puso en marcha y difícilmente podría pensarse en una contienda equitativa desde la óptica de Guadalupe Grajales y Porras, una de las personas que aspiran a ocupar el lugar que Alfonso Esparza deberá dejar al concluir su segundo periodo al frente de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

En los últimos días se ha dado muestra de ello: la candidata oficial, la Doctora Lilia Cedillo, fue postulada más de 54 mil veces por personas y/o grupos de personas. La siguiente persona con más postulaciones fue la Doctora en filosofía Guadalupe Grajales y Porras, quien sumó 127.

“Es de risa loca, de risa loca —dice, aunque se le nota molesta— que la candidata oficial tenga más de 54 mil postulaciones. La que le sigue es tu servidora con 127, y de ahí para abajo hay dos compañeros que tienen ocho cada uno. Esto es un absurdo. Yo le llamaría: Crónica de un fraude anunciado, parafraseando al gran literato”.

Guadalupe Grajales conoce desde adentro al aparato, como ella lo llama, al grupo político, o una mutación de él, que ha controlado desde hace más de 20 años los destinos de la universidad. Y lo conoce de cerca porque, hasta hace unas semanas, Guadalupe Grajales era la secretaria general de la Universidad. Fue retirada del cargo cuando hizo público su interés en competir por la rectoría. 

El lunes en que LADO B platicó con ella, habló de los temas que han repetido varias de las personas que habían externado su intención de participar en la contienda electoral: la falta de renovación del Consejo Universitario, y del uso del voto electrónico —y sus debilidades técnicas—; pero también habló de sus propuestas de campaña.

LADO B (LB): ¿En general, cómo observa usted este proceso que estamos cursando? Porque ha habido muchas críticas, incluso usted misma ha criticado las condiciones en las que está avanzando ¿Cuál es su escenario en este momento?

Guadalupe Grajales y Porras (GGP): 

Es increíble el nivel al que puede llegar este grupo, este aparato, es un afán por mostrar que tienen a las bases, a las mayorías, cuando todos sabemos que esas listas [de estudiantes] son bajadas directamente del padrón escolar, que es donde están las matrículas registradas con [las y] los alumnos; y de Recursos Humanos, que es donde están los números de trabajador de todos nosotros [y nosotras], o sea, de profesores y de trabajadores administrativos.

A eso, agrégale el voto electrónico usando el correo institucional. Tú entras [a la plataforma para votar] con tu correo institucional, porque no puedes votar con otro correo. En el correo institucional, pues la institución te da tu contraseña, tú la puedes cambiar, claro, pero digamos que ahí hay control absoluto. O sea, te dan tu contraseña. Imagínate si vas a creer que este proceso es transparente… transparentemente fraudulento.

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Dicen que hay una supuesta doble autenticación, que consiste en que tú das un número telefónico de celular para que te llegue el mensaje y ya con ese código puedes entrar a votar. Bueno, con decirte que hay compañeros a quienes les llegaban dos y tres, hasta cuatro códigos. O sea que podían votar cuatro veces en las elecciones anteriores, las de consejos, unidad y de dirección. O llegaban y ya habían votado: ‘ya votaste, gracias por tu voto’. ‘¿Cómo si yo no he votado?’ ‘Pues es que eran candidaturas únicas, pues por eso’. 

No hay límite en mostrar esta fuerza del aparato que tiene el absoluto control, al contrario, esta gente que está detrás no está cuidándose para nada; su objetivo es mostrarse: vean cómo controlo todo, sí.

Y así van a ser las elecciones, o sea, es un fraude mayúsculo. Pero lo que más me preocupa del asunto no es tanto eso, sino la falta absoluta de respeto a [las y] los universitarios: ¡Sí, lo estoy haciendo y qué! ¡Sí, te estoy presionando y qué! ¡Sí, te estoy amenazando y qué! A ver, ponte conmigo a las patadas a ver cómo te va. Eso es lo que nos están diciendo con estas 54 mil firmas que son una verdadera vergüenza, es un oprobio para [las y] los universitarios. 

La plataforma

Además de las dudas que plantea Grajales y Porras sobre el uso de los correos institucionales para el voto universitario, también está la plataforma de voto, una plataforma que, dice, no es tan robusta, y no hay certeza de que pueda aguantar el flujo y los votos de las más de 130 mil personas que forman la comunidad universitaria, entre estudiantes, trabajadores administrativos y personal académico.

GGP: Mi gran duda es si esta plataforma, si este sistema va aguantar porque, fíjate, nosotros (la Doctora y su grupo de trabajo) organizamos las elecciones pasadas. Bueno, yo impulsé muchísimo las elecciones de Consejos de Unidad y de direcciones de Unidad Académica, porque sino íbamos a quedarnos en algo muy similar a lo que ahora está pasando, con una renovación del Consejo Universitario empantanada. ¿Que ibas a hacer con consejos de unidad sin renovar, con direcciones sin renovar? Claro, tenía que ser voto electrónico porque en ese momento todavía estábamos con una situación de pandemia menos cubierta, todavía no se había estabilizado lo de las vacunas.

Ahora no, ahora podría estar vacunada una buena parte de los estudiantes de licenciatura, porque la edad promedio para entrar son 18 años, entonces ya se están vacunando a [las y] los compañeros de 18 años. 

Bueno, pero deja, hicimos estas elecciones de los Consejos de Unidad, y se organizaron por bloques, porque decían que el sistema no aguantaba. No podían ser 30 mil o 20 mil, porque quién sabe si iba a aguantar, o al menos ese fue el pretexto que me dieron. Se hizo en seis bloques, las seis áreas en las que están organizadas las licenciaturas en la universidad. Eran en bloques, y eran en distintos días para que aguantara la plataforma. 

Ahora, pues es en un solo día, ni modo que votes por rector en varios días, eso no se puede. Y yo, todavía ingenua, les decía: oigan, pero hay que hacer la elección del Consejo Universitario porque es el mismo universo y ahí vamos a probar la plataforma y vamos a poder corregir. Imagínate mi ingenuidad. Pues no, por supuesto, no pensaban hacer ninguna elección de Consejo Universitario. 

Las primeras elecciones no se hicieron con una plataforma de la Universidad sino con Blackboard, porque la Universidad tiene contratos con estas compañías de Microsoft, y tenía la modalidad de encuesta. En Blackboard se adaptó esta modalidad de encuesta a la votación. 

Quiero decirte que en esas primeras elecciones nos salía automáticamente el resultado, ahora no, ahora dicen que salen los resultados y tienen que vaciar en Excel los datos porque si la suma no les da… no, no, no, no, o sea, esa plataforma tiene serios problemas, pero eso es lo que menos les importa.

A mí sí me preocupa enormemente que esto pase sin que pase nada. O sea, que se consuma el fraude, que es lo que estamos viendo claramente, que se impida a la gente votar porque cuando quieran votar pues ya habrán votaron por ellos, y que no pase nada. Eso es lo que nos preocupa.

“La Universidad no es una isla”

LB: Usted formó parte de la estructura universitaria, ya comentó que trabajó para que se hicieran las elecciones pasadas como secretaria general ¿Por qué competir en un proceso que de entrada parecía, o había muchos elementos para pensar que iba a estar controlado y manipulado?

GGP: Para nosotros la rectoría es un medio, no es un fin. Esto que nosotros enarbolamos es un movimiento de transformación radical de la Universidad, porque no queremos seguir viviendo en la Universidad lo que hemos vivido por décadas, sobre todo en los últimos años. Hemos visto cómo una administración se ha prolongado 10 años. Es que eso no es posible.

Y todo está amparado en un sistema de elección absolutamente antidemocrático, como esta famosa postulación que te digo que es lo único que sirve para presionar a [las y] los universitarios. En este caso ni siquiera el Consejo está completo para que los consejeros y estudiantes lleven su voto, ahora hasta los directores van a llevar el voto a [las y] los estudiantes. Es que yo no sé cómo es posible. ¿Hasta dónde tenemos que llegar? ¿Cuántas reglas más tienen que violar dentro de la Universidad para que alguien diga basta?

Esto no puede seguir así, la Universidad no es una isla, ni la autonomía debe servir para oscurecer los procesos de elección internos, las actividades universitarias mismas; para eso no es la autonomía, la autonomía es para muchas otras cosas, pero no para esto. 

LB: ¿Por qué no se renovó el Consejo Universitario?

GGP: Porque el rector nunca convocó a la renovación, una obligación [estipulada en el] artículo 43 del Estatuto Orgánico: en el año que corresponda renovar el Consejo se convocará a la renovación del mismo con un mes de anticipación. El Consejo se instala en la segunda quincena de marzo, entonces tenían que convocar en febrero; no lo hicieron, ni lo iban a hacer, o sea, esto ya lo tenían totalmente calculado desde hace meses. 

LB: ¿De qué manera les beneficia no haber renovado el consejo?

GGP: Eso es lo que todos nos preguntamos. Porque, digamos, el control que hay sobre [las y] los universitarios, profesores y estudiantes, es muy grande. Hay un gran control sobre todo en el caso de [las y] los profesores y trabajadores por la falta de certeza laboral. En el caso de los [y las] estudiantes porque están sujetos [y sujetas] a los mismos profesores que están presionados, es la cadenita de la presión: del director al profesor, del profesor al estudiante. 

Entonces, tú dices, bueno si tienen tanto control por qué no quisieron hacer una elección de Consejo Universitario. Y ahí es cuando uno dice: bueno, entonces no tienen tanto control, pueden hacer elecciones fraudulentas a través de la plataforma, pero no pueden persuadir a miles y miles de universitarios de que ellos son la opción para seguir conduciendo la universidad. No lo son.

LB: Pero, ¿qué tan válida va a resultar, al final de cuentas, una elección con un Consejo Universitario incompleto? Porque ya no están todas las personas que lo conforman. Y eso que dice usted: que el voto de [las y] los estudiantes lo llevan [las u] los maestros, ¿qué legitimidad tiene eso, qué legalidad incluso?

GGP: Ninguna, lo hemos denunciado, no tiene ninguna, pero eso no va a impedir que nosotros usemos el mismo aparatote para comunicarnos con [las y] los universitarios, eso si no lo van a impedir. Nosotros seguiremos estando en las redes sociales y llamando a los universitarios a ponerse de pie, a levantar la voz y a decir: aquí estamos y la Universidad es nuestra. Eso es lo que vamos a seguir haciendo. 

Nosotros estamos usando lo poco que el aparato tiene que arriesgar, porque no le queda de otra, para hacernos oír, para hacernos escuchar por [las y] los universitarios y en eso no nos van a detener.

LB: Además de usted ¿otros aspirantes, otras personas interesadas en la posibilidad de competir que también están levantando la voz, que también están señalando irregularidades, están pensando o han tenido pláticas o algún tipo acercamiento como para poder conjuntar sus fuerzas en esta lucha?

GGP: Bueno, en realidad ni siquiera nos tenemos que poner de acuerdo. Hemos coincidido en acciones y en dichos. Ese es un genuino acuerdo, ni siquiera tienes que platicar para coincidir en que lo que está sucediendo es inaceptable. Entonces no dudo que haya posibilidades de platicarlo, de dialogarlo, pero lo importante es que en los hechos hemos coincidido.

LB: Decía hace rato: rescatar la universidad para los universitarios. No sé si sea su logo o lema de campaña pero ¿rescatarla de quién? 

GGP: Pues de este grupo, de este aparatote que tiene años incrustados en el poder.

Rendición de cuentas

LB:. ¿Cómo están viendo la universidad, sobre todo por los señalamientos que ha habido en los últimos años, en las últimas décadas, sobre el enriquecimiento de las personas que han ocupado la rectoría. El ex rector Enrique Agüera tiene casas en Miami, ranchos por todos lados y no pasa nada, parece que no los investigan. Ha habido una discusión importante, amplia, sobre la autonomía universitaria y sobre si la Auditoría Superior del Estado puede o no intervenir en las finanzas o revisar las finanzas universitarias, ¿qué escenario le plantea todo esto?

GGP: Nosotros sentimos que el el único marco que puede regir nuestras acciones es el marco de la ley, y así como debe regirnos a nosotros como universidad debe regir a los poderes establecidos, están marcadas en las leyes las posibilidades que tienen de investigar, de pedir cuentas, de transparentar las finanzas de la Universidad. Ese es su trabajo. Que lo hagan.

Nosotros estamos esperando que la gente cumpla con su obligación, que cumpla con su trabajo, y nosotros como universitarios [y universitarias] también estamos esperando que nuestra Universidad cumpla con esa obligación de transparentar el uso de los recursos ¿Qué es lo que nos ampara? La ley. Acá no se trata de venganzas, ni de buscarle los pies a nadie, se trata de cumplir con la ley, y eso es lo que nosotros vamos a apoyar siempre. No vamos a escatimar esfuerzos para hacerlo. 

LB: ¿La autonomía no blinda, de alguna manera, para que la Auditoría o la fiscalía pudieran estar investigando? Porque en este control que usted menciona no parece que los órganos internos de control de la Universidad estén haciendo algo.

GGP: Como universidad autónoma no estamos fuera de los requerimientos de la auditoría Federal ni tampoco de la estatal. No hay forma de escaparte de esta rendición de cuentas. Otra muy distinta es que tú, como aparato, obstaculices eso. Eso es muy distinto, pero por ley tenemos la obligación de rendir cuentas.

Propuestas

Foto: Marlene Martínez

LB: Ya un poco planteó que parte del eslogan o del tema de campaña va a ser rescatar la Universidad para las y los universitarios, pero ¿qué es lo que propone, usted? ¿Qué es lo que le ofrece a las y los universitarios para hacer una posibilidad, una alternativa a la actual rectoría?

GGP: Quiero decirte que no es un solo eslogan, y además no son palabras vacías ni de mercadotecnia, son genuinas propuestas que dirijan la transformación de la Universidad. Mira, por ejemplo, en el apartado [de su propuesta de trabajo] donde hablo de profesores e investigadores pongo una frase que resume ese apartado: Somos forjadores no facilitadores.

¿Qué queremos decir con eso? Que se acabó el tiempo de que al profesor [o profesora] se le disminuya, se le desprecie, y por lo tanto se le pague como se le paga. Que no tiene nada que ver con el trabajo especializado que él o ella ofrecen. Esos eslogan son genuinos llamados a profesores, [profesoras], investigadores [e investigadoras] para que se sumen a nuestro movimiento, porque ahora sí van a ser tratados [y tratadas] con respeto y como se merecen, como esos profesores que son los que realmente llevan a cuestas el trabajo de la Universidad: la docencia, la investigación y la extensión. No es un simple eslogan. 

En el apartado de estudiantes, hay otra frase que resume la concepción que tenemos del estudiantado. Dice: la baja académica cercena proyectos de vida. Y es verdad, en nuestra legislación, en el Reglamento de estudiantes, de la trayectoria estudiantil en la modalidad tanto escolarizada como no escolarizada, se contempla la famosa dada de baja. Es un absurdo, un contrasentido, un abuso, una falta de respeto; es injusto, no sé cuántas cosas podemos decir acerca de esta baja académica. El alumno [o alumna] ya entró. Tuvo que luchar contra todo y contra todos, es una competencia brutal descarnada, pero entra porque reprobó una materia donde tres veces lo dan de baja, eso no es posible, tu compromiso con [las y] los estudiantes es primero que entren y que tengan igualdad de oportunidades para que entren. 

Dicen que el examen de admisión es parejo porque es el mismo. Pues no. [Las y] los estudiantes vienen con trayectorias escolares totalmente distintas, vienen de distintos sistemas. Tú lo que tienes que hacer es generar las condiciones para que por lo menos compitan en más o menos igualdad de condiciones y puedan estudiar, en fin. Yo propongo un [curso] propedéutico. 

Ahora con la pandemia, y que [las y] los estudiantes no pudieron entrar como se había pensado en agosto, entraron hasta enero, pues hicieron un preuniversitario en donde se les dieron un conjunto de materias que todavía no contaban porque era el preuniversitario, pero estuvieron muy bien porque eran materias que tenían que ver con literacidad, con lenguajes formales y también con una materia por área. Yo no tengo los datos desgraciadamente, pero te aseguro que en esa generación entró más gente, proporcionalmente hablando, que en otras, porque tuvieron una oportunidad de prepararse para el examen de admisión.

Yo pienso que [las y] los estudiantes deben ser tratados como personas dignas, autónomas, libres y no como clientes. Acabar con la famosa eficiencia terminal, porque es: entra a mi universidad y yo te ofrezco un título en el menor tiempo posible. No, no queremos eso.

[La o] el estudiante no es un cliente, no es alguien que atrapa la oportunidad de estudiar. ¡No! Es su proyecto de vida, es una forma de realización de él y de ella, entonces tratémosles con respeto. 

Y en el eje de [las y] los trabajadores administrativos y de [las y] los trabajadores docentes, obviamente está la certeza laboral, conseguir que los profesores que ya tienen los requisitos tengan sus definitividades casi automáticamente. En el Reglamento de Ingreso, Permanencia y Promoción de Personal Académico (RIPPCA), hay una serie de requisitos y pasos a seguir. Hay que revisar: cómo se eligen a las Comisiones de Evaluación después, hacia dónde se van estos dictámenes de las comisiones de evaluación de unidad académica.

Está muy centralizado esto, no es que sean los pares los que te evalúan, y con base en eso y en tu evaluación ya puedes acceder a tu definitividad o a tu promoción, no, todavía se va a la Comisión institucional, que es la que determina realmente. Hay una gran centralización. Hemos vivido un proceso de centralización brutal dentro de la universidad.

No hay realmente independencia por parte de las uniones académicas, pues porque los directores han llegado como candidatos, únicos, entonces todo lo deben a la administración.

Las famosas candidaturas únicas son una burla. ¿Cómo vas a elegir si nada más tienes un candidato [o candidata]? Desalientan a los otros posibles candidatos y queda uno solo, pues, supuesto que ese director o directora no se debe a su Unidad Académica, se debe a arriba que le abrió, que le escapó el camino, para que fuera candidatura única. Todo eso hay que desterrarlo y eso es lo que vamos a hacer, por eso están tan preocupados [las personas en el poder], porque no necesitamos mucho para demostrar que las cosas no están bien en la universidad. 

LB: Me parece siempre hay una tentación constante por parte de los actores políticos por el control ¿usted siente que hay alguna intromisión por parte del Gobierno del Estado en este proceso electoral, que también esté moviendo sus propias fichas, viendo cómo quedan las cosas? Porque, bueno, pues no hay una buena relación entre el rector y el gobernador.

GGP: Yo creo que la participación de los propios universitarios [y universitarias] puede incluir su simpatía. Eso a nadie le sorprende. Otra cosa muy distinta es que el poder estatal o municipal, incluso federal, orgánicamente participarán. 

Yo respeto absolutamente su libertad de expresión, porque todos [y todas] tenemos ese mismo derecho, claro que ellos son mucho más responsables en la expresión de sus opiniones, porque constituyen un poder, y saben lo que significa opinar en uno u otro sentido, pero yo sí confío en la capacidad que tenemos [las y] los universitarios para organizarnos y para definir nuestro rumbo. Sí, incluido, obviamente, el factor central que es los poderes establecidos. 

Entonces no nos vamos a sorprender si hay compañeros [o compañeras] dentro de la universidad que son proclives a un partido o a un gobierno, pero eso sí, tenemos absolutamente claro que la universidad no puede ser instrumento de ningún gobierno, de ningún partido, de ningún grupo por fuerte que sea este. Eso sí lo tenemos absolutamente claro.

LB: La Universidad lleva un proceso de varias décadas donde ha habido una continuidad de ciertos grupos, o por lo menos de ciertos personajes, que van imponiendo a su sucesores ¿Ve usted que en este momento hay posibilidades para que se rompa con esa lógica?

GGP: Sí, tenemos grandes esperanzas porque el país ya cambió. El país ya cambió y la universidad tiene que adaptarse a estos cambios. Por ejemplo, hubo elecciones federales, las que llamamos intermedias, [donde] la participación, tú lo sabes, fue del 56 por ciento en el país. Creo que teníamos décadas en que no había esa participación. 

La gente se está interesando, está promoviendo su ciudadanía y nosotros [y nosotras] tenemos que hacer lo propio. Yo pienso que ese sentir que invade a los mexicanos [y mexicanas] va a hacer su tarea también en la universidad. Porque así como cambiaron las cosas a nivel nacional, estamos esperando ese cambio en la Universidad, y nosotros estamos promoviendo ese cambio.

*Foto de portada: Marlene Martínez

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Autor Lado B
Ernesto Aroche Aguilar