Hoy les traigo harta cosa. Primero quiero reconocer la fortaleza de la mamá de Zyanya Estefanía Figueroa Becerril, víctima de feminicidio, que no ha quitado el dedo del renglón para obtener justicia y, tan no lo ha quitado, que acaba de lograr que el juez ordenara a la Fiscalía General del Estado investigar el caso con perspectiva de género.
Ya sé que allá en el Boulevard 5 de mayo y la 31 oriente no saben nada de eso, ojalá invirtieran más en capacitar a Ministerios Públicos al respecto, que en pintura para borrar las pintas feministas a los m cinco minutos de que las hacen, pero no sé, quizás pido mucho.
La cosa es que desde 2015 la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó, a raíz de la sentencia del caso deMariana Lima Buendía —a quien asesinó su esposo y quiso hacerlo parecer un suicidio—, que toda muerte violenta de mujeres debe investigarse con perspectiva de género. ¿Y qué significa eso, se estará preguntando el señor fiscal? Bueno, eso significa que debe considerar, primero que nada, la posibilidad de que haya sido por violencia de género.
Esto no es cosa menor, si recordamos que en el estado ocurre