Ahora que estamos juntas…

Ya que estamos en el mes de la independencia, hablemos de ello. ¿A qué edad podrían decir que se sintieron plenamente independientes? Para mí fue al final de mis 20s, dejé la casa familiar para vivir con un novio, y un par de años después la relación terminó.

Entonces me mudé sola a un departamento bellísimo con una renta súper accesible, gracias a un ángel guardián que tuve en aquella época (era mi jefe, el querido Mariano). En ese depa fui rete, rete feliz. Llegué ahí con un par de puffs, mis libros y un colchón. Era la primera vez que tenía algo mío, sólo mío, completamente mío.

Escribí en las paredes y luego comencé a llenarlas de mapas, fotos y pósters. No tenía mucho pero lo tenía todo: el cuarto propio (Virginia Wolf dixit) . Y, sobre todo, creo que fue la única etapa de mi vida adulta en la que no tenía carga mental. Uff, amigas, qué envidia me doy, jajaja.

Porque, ¿no les pasa que están trabajando y a lo lejos una voz en su cabeza les grita: haaaaaay traaaaaaastes suciooooooos que lavaaaaar? Ahhh, cómo chinga esa vocecita, que parece vocesota. Por ahí alguna vez leí (dispensen que no ponga citas exactas, ni títulos, mi memoria no es confiable y siempre pierdo las copias) que esto que nos inculcan para hacer el aseo primero y luego ya sentarnos a escribir o trabajar, no es más que una excusa del patriarcado para inhibir ese proceso creativo, porque quién chingaos quiere sentarse a escribir una crónica después de barrertrapearsacudirlavarlostrastesylaropa, ¡¿quién?! (Y que le salga chida, pues).

Y bueno, miren, yo llevo algunos meses declarándole la guerra a mi peor enemigo que es: la carga mental. Lo que hago es negar la existencia de esa voz, y seguir en lo que estoy como si no hubiera futuro. En muchas ocasiones, mi… ¿cómo le diré?, creo que nunca he hablado de él aquí, qué cosa loca, bueno, mi roomie, jajajajaja, mi compañero, mi pareja, mi socio conyugal, los lava, pero porque termina sus pendientes antes.