Hace tiempo, en algún taller, una chica contó cómo fue revictimizada y criminalizada cuando denunció una violación sexual. Ella estaba, si no mal recuerdo, en un negocio, como una papelería o una farmacia, comprando con su mamá. Llegó un tipo a robar y bajo amenazas, la violó. Ella no opuso resistencia, solo abandonó su cuerpo. ¿Se imaginan cuánta fuerza vital se requiere para hacer eso, cuánta voluntad mental?
Cuando al fin terminó todo y fue a denunciar, en el Ministerio Público le preguntaron una serie de cosas indignantes y sin sentido, la más absurda que recuerdo es si ella se había quitado los calzones o lo había hecho él. ¿Really? Me encantaría saber eso qué aporta a la investigación. Sé de otro caso en el que a la víctima le preguntaron si tenía problemas con su papá. ¿Eso qué?
Es que, de verdad, no esperamos nada, nada de quienes “previenen” delitos, “procuran” y “administran” la “justicia” y aun así siempre logran sorprendernos. |