Les cuento que hablé con las compañeras de la toma de Quintana Roo y pues allá, a diferencia de cómo empezó todo en Puebla, no lo tenían planeado. Digamos que su furia se enciende con el feminicidio de Alexis, el 9 de noviembre del año pasado. Ese mismo día la policía de Cancún dispara contra quienes se manifestaron exigiendo justicia, se reportan incluso abusos sexuales.
El día 17 de noviembre, en respuesta y ante el hartazgo de tanta violencia, 27 colectivas feministas lanzan su pliego petitorio de 54 puntos, de los cuales 10 le corresponden al Congreso. Son esos 10 puntos los que no han avanzado prácticamente nada.
Así llevan 60 días, de los cuales 37 han sido sin luz ni agua. En plena pandemia.
Y el presidente del Congreso, Gustavo Miranda García, un diputado de 27 años que pudo ser candidato independiente -venía impulsado por Ahora, ¿se acuerdan de ese grupo?– pero al final aceptó una candidatura por el PVEM (sí, ese que lo mismo se alía con el PRI, que con el PAN, que con… esperen, creo que puedo estar hablando de CUALQUIER PARTIDO), tiene el… ¿descaro, la ignorancia, la desfachatez, el cinismo?, de decir que no van a pagar el servicio de luz porque no tienen la obligación de financiar -¿khá?- ninguna manifestación por muy justa que sea la causa.
Y agrega que -para que vean que es bien buena onda- ya les dio permiso de manifestarse libremente en el vestíbulo del Congreso y que “inclusive me he excedido con estas libertades”. ¡Estúpido, mi Constitución, idiota!
La verdad qué mal por las compañeras de Quintana Roo que, en buena onda, no agradecen su generosidad. Jajajajajajajajajaja, jajajajajajaja, jajajajajaaja. Ay amigas, por favor vean su video.
Pero me desvié terriblemente del tema, porque, jajajaja, ay qué falta me hacía reír (gracias, amigo Gus), porque el punto es que el 25 de noviembre las compañeras de Quintana Roo iniciaron su paro afuera del Congreso, que se mantuvo hasta el 27 cuando les dijeron que ya no podían estar ahí, y que ya no les iban a permitir usar los sanitarios. Ese día, viernes, llovió. Y de manera natural se refugiaron en el lobby. ¡Y matanga, jajajaja!
Y, aquí viene lo que les quería decir desde el principio, me dice Sandra, de Marea Verde Quintana Roo, por teléfono: “nos inspiraron las de Puebla”. Ayñ, qué bonito.
Así que, amigas, sigan haciendo eso que hacen con pasión y furia: tomando Congresos, bailando, actuando, dando terapia, estudiando, haciendo periodismo, diseñando, porque a alguien, a alguna otra, secretamente, la están inspirando a hacer lo mismo, o algo mejor, o diferente, pero algo. Y pues, ¿está chido, no?
Las abrazo. No hay que soltarnos, chicas. Mándenle mensaje a esa amiga de la que no saben hace tiempo, recuérdenle a otra cuánto la quieren, platiquen con su mami, molesten amorosamente a su hermana. Nos necesitamos.M.
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