Una revisión científica, publicada en la Revista Española de Salud Pública, concluye que no hay evidencias de que el consumo de diferentes bebidas alcohólicas tenga un efecto diferencial en la aparición y desarrollo de enfermedades cardiometabólicas, neurodegenerativas o cáncer. Es decir, no hay pruebas de que ‘recomendar’ una u otra bebida alcohólica pueda relacionarse con menor riesgo o beneficios para la salud.
Además, el artículo –cuyo primer firmante es Iñaki Galán, investigador del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII)– insiste en que la mejor recomendación es el consumo cero de alcohol.
Tal y como explica Galán, hay cierta tendencia social a creer que algunos tipos de bebidas alcohólicas podrían aportar, dentro de los comprobados efectos negativos globales que tiene el consumo de alcohol, algún efecto beneficioso (por ejemplo, en ocasiones se citan los polifenoles del vino).
También puedes leer: Por consumo de alcohol adulterado han muerto 70 personas en Puebla
Galán pide prudencia ante los mensajes de consumo moderado de alcohol. “Lo mejor, en cuestiones de seguridad para la salud, es no consumirlo”, aconseja. “Pero, si las personas toman alcohol, la recomendación es no sobrepasar ciertos umbrales (no llegar a 20 g/día en hombres y 10 en mujeres)”. Los resultados señalan que no es posible recomendar una u otra bebida alcohólica para manejar estos umbrales o un consumo moderado’.
El estudio se ha realizado mediante una búsqueda a través de PubMed (entre enero de 2000 y febrero de 2019) de revisiones sistemáticas y metaanálisis que reportaban resultados cuantitativos de la asociación entre el consumo de diferentes tipos de bebidas alcohólicas y efectos en salud. Los autores trabajaron con 26 estudios: 21 relacionados con cáncer, 3 con enfermedades cardiometabólicas, 2 con neurodegenerativas y uno con mortalidad general.
Continuar leyendo en Agencia SINC
*Foto de portada: jsnewtonian | Pixabay