El texto de Lilia Susana -que reproduzco con su permiso- es la voz de una generación, es la voz de las jóvenes que hace dos días tomaron las instalaciones del Congreso y de Radio BUAP, y a las que las autoridades han ignorado deliberadamente.
¿Ustedes creen que ellas, que han pasado dos noches acampando en la calle, no tienen miedo? Seguro que sí, pero no se compara con el miedo de morir. Ellas, lo han dicho más de una vez claramente, están luchando y resistiendo por sus derechos y su vida. Y lo que ve el presidente del Congreso, Gabriel Biestro, es su frágil masculinidad amenazada por unas jovencitas. ¿De verdad es taaaan complicado sentarse a dialogar con ellas, escucharlas, comprender sus razones? ¿Y dónde están las demás diputadas, sobre todo las que se asumen “de izquierda”? ¡¿Dónde?!
Y si las autoridades de todos los poderes y niveles creen que esto es una especie de calentura, se equivocan, quizás la iniciativa de estas jóvenes fue kamikaze, pero estoy segura que no será la última vez, lo van a perfeccionar hasta que vean resultados, y tal vez la próxima no se empeñen en que sea pacífico, ellas van por los derechos que nos corresponden a todas las mujeres.
Escuche quien quiera escuchar: se están metiendo con la generación equivocada.
Les sembraron miedo, les crecieron alas.
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