Lado B
El peligro detrás de los escépticos del coronavirus en Alemania
Miles de personas se manifiestan en Alemania contra las medidas sanitarias del gobierno. Las demandas de estos “inconformes” se ligan, cada vez más, con grupos neonazis y de la ultraderecha
Por Pie de Página @PdPagina
19 de noviembre, 2020
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Wolf-Dieter Vogel

Miles de alemanes se manifiestan contra una “dictadura del coronavirus”, reclaman el derecho a no ponerse un cubrebocas o llevan puesto un sombrero de aluminio para “protegerse” contra los rayos de la red 5G, argumentan que con esta radiación se busca controlar sus pensamientos.

Otros manifestantes culpan al multimillonario Bill Gates de ser el responsable de la propagación del virus, porque según los “inconformes” el empresario quiere implementar a la gente un chip. Unos hippies tocan tambores, bailan y cantan para echar deshacerse del virus. Ninguno trae cubrebocas o guarda sana distancia.

“Somos rebeldes de coronavirus y desobedientes’’, dicen orgullosamente si uno les pregunta por qué participan en las marchas. Algunos protestan porque sufren las medidas contra la pandemia impuestas por el gobierno, pero destacan las consignas de hombres como Attila Hillmann; el cocinero vegano que quiere liberar Alemania de la canciller Angela Merkel. “Queremos llevar a Merkel ante un tribunal militar’’, expresó en una manifestación en Berlín a finales de agosto.

Otros caminan con banderines rusos o pasan la Puerta de Brandeburgo, en el corazón de la capital alemana, con la bandera estadunidense. “Alemania apoya a Donald Trump“, explica una pancarta.

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Son expresiones confusas en un lugar histórico: Aquí los nazis planearon un conflicto bélico que derivó en la segunda guerra mundial, aquí empezó el exterminio del pueblo judío europeo. A unos metros de la concentración el Monumento al Holocausto recuerda a este genocidio, uno de los mayores crímenes de lesa humanidad en la historia. Los manifestantes pasan por la instalación vestidos con camisetas con la estrella de David, comparando el sufrimiento de los judíos con las restricciones gubernamentales contra el virus.

Hay ultraderechistas que cruzan el monumento gritando consignas fascistas. Nadie los detiene.

Más tarde, en noviembre, cientos de neonazis atacaron a la policía en Leipzig y tomaron el centro de esta ciudad, cobijados por miles de manifestantes. Desde neonazis y otras formaciones de ultraderecha como el partido racista “Alternativa para Alemania” (AfD).  Todos estos grupos están presentes en cada actividad de los “inconformes”, como se hacen llamar.

Juntos denuncian una supuesta “prensa mentirosa” por las críticas que reciben de muchos medios. En Leipzig nos amenazaron con “gasear“, cuenta el reportero Thomas Datt. Según la Unión de Periodistas Alemana (DJU) 38 periodistas fueron atacados físicamente en esta concentración.

Expresiones como “la dictadura de Merkel“ y “prensa mentirosa“ ya se conocían en las manifestaciones racistas llamadas “Pegida’’, donde la derecha movilizó a decenas de miles de personas contra refugiados y migrantes. En estas marchas defienden el privilegio de hombre blanco alemán de en forma misógina, racista, homofóbica: “Alemania para los alemanes”.

Esta filosofía del darwinismo social, del derecho del más fuerte, se encuentra también en las movilizaciones de los “inconformes”. Es decir: “yo tomo mi libertad para salir a la calle con miles, sin cubrebocas ni sana distancia, no me importa poner en riesgo a todas y todos los que tienen que vivir con muchos sacrificios para no infectarse“.

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*Foto de portada: Wolf-Dieter Vogel

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