A veces sucedía: una araña aparecía en nuestro cuarto y le gritabamos a nuestra mamá para que nos ayudara a matarla o a sacarla de nuestra casa. El caso es que estos seres de ocho patas nunca fueron bien recibidos. Hasta la fecha, no es como que sean consideradas una visitante agradable. Sin embargo, en Twitter existe una cuenta que nos ayuda a quitarnos el miedo hacia ellas, identificándolas; se trata de @Arachno_Cosas.
Diego Barrales Alcalá, biólogo y estudiante de doctorado en el Instituto de Biología en la Colección Nacional de Arácnidos de la UNAM es el encargado de administrar esta cuenta y atender las consultas de las personas interesadas en conocer más sobre arácnidos y otros artrópodos (insectos y crustáceos).
En entrevista para LADO B, Diego nos cuenta cómo nació el interés por las arañas, cómo decidió crear la afamada cuenta de Twitter y nos dio algunas recomendaciones a quienes vivimos en Puebla para convivir con estos animales.
Un curso de identificación de arácnidos en su adolescencia bastó para que Diego decidiera estudiar lo que más le gustaba: los organismos vivos, es decir, Biología. Se enfocó en las cuestiones generales de esta ciencia y, a la par, aprendió particularidades de las arañas en la Colección Nacional de Arácnidos.
Posteriormente, ingresó a la Conabio gracias a su trabajo de investigación durante la licenciatura. Allí, la gente le preguntaba si tenía redes sociales para difundir información sobre estas especies. Él consideraba que sus cuentas personales no eran aptas para esta difusión, por lo que creó la cuenta de @Arach_Cosas en octubre del 2018.
Básicamente, la dinámica en la cuenta de Barrales es la siguiente: las y los usuarios le envían una fotografía del bicho que encontraron, y su ubicación (el estado si es México o el país, pues le escriben de toda latinoamérica), para que él los identifique y pueda decirles si hay algún riesgo médico real asociado con esa especie.
Aun así, “no hay arañas que te muerdan y a los diez minutos caigas muerto”, advierte Diego.
Así pues, la cuenta clasifica a las especies en tres categorías: ‘importancia médica’, ‘no importancia médica’, y ‘no podemos llegar a una identificación con lo que se observa’.
La ventaja que tenemos, comenta el biólogo, es que la gran mayoría de las arañas no son consideradas de importancia médica, ya que en México únicamente dos géneros entran en esta categoría.
Asimismo, estas son tímidas, por ello solo nos morderán de manera accidental; esto puede suceder cuando se manipulan de manera incorrecta, como cuando se meten a nuestra ropa y se sienten atrapadas.
Sin embargo, es importante prevenir las posibles complicaciones o reacciones alérgicas que podrían derivar de una mordedura. Por eso, cuando una o un usuario informa que fue mordido, se le invita a acudir al médico a una revisión: “sería irresponsable de mi parte diagnosticar o sugerir un tratamiento o procedimiento médico por medio de una fotografía o texto [que mandan a la cuenta de Twitter]”, comenta Diego.
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De acuerdo con el biólogo, la mayoría de las observaciones que le comparten en Twitter son urbanas; es decir, provienen de las casas y patios ubicados en las ciudades, lo que acota el universo de identificación, pues la mayoría de las especies se encuentran fuera de las ciudades.
Pese a esto, a veces es difícil reconocer al espécimen por la calidad de la foto, por ello en ocasiones la respuesta que Diego da es que ‘no se puede identificar’, sobre todo considerando que hay alrededor de 50 mil especies de arañas a nivel mundial.
México, al ser megadiverso, registra más de 5 mil especies de arañas. Sin embargo, no existe un catálogo o compendio –más allá de los estimados por Conabio y expertos– que especifique cada especie encontrada, comenta Barrales Alcalá.
El país es “un epicentro respecto a varias especies; [pero] tenemos una diversidad tanto ya descrita como por describir”, comenta el experto.
En particular, en el estado existe la presencia de dos géneros de arañas consideradas de importancia médica: violinistas (Loxosceles) y viudas negras (Latrodectus). La capital, de acuerdo con el aracnólogo, no está exenta.
Así pues, el biólogo recomienda a la sociedad poblana familiarizarse con las arañas violinistas y viudas. Las primeras son de color marrón sin un patrón de color diferente al habitual; en la parte de la cabeza, se les ve una mancha en forma de violín invertido. Las segundas tienen un cuerpo globoso y lustroso, con manchas rojas.
Mientras que en cuanto a alacranes, Puebla tiene presencia del género Centruroides, conocidos como “alacranes de la corteza”, considerados también de importancia médica. No obstante, Diego explica que en la capital poblana es extraño ver especies de este tipo; son más comunes en las periferias.
“No manipulen a estos animales”, señala Diego, ya que son silvestres y, más allá de que sean o no de importancia médica, debemos respetarlos pues son importantes para el medio ambiente. Pensamos en matarlas o deshacernos de ellas, pero estos animales no buscan hacernos daño. “No estamos en sus planes”, asegura. Lo más seguro es que ellas huyan de la especie humana.
Además, si matamos a los arácnidos, propiciamos la proliferación de especies que sí representan un riesgo para la salud humana (mosquitos, cucarachas o moscas), ya que las arañas devoran alrededor de unas 800 millones de toneladas de insectos al año. Esto ocasionaría un riesgo para la salud humana, pues estas presas para los arácnidos, son vectores de enfermedades como el dengue, y viven en espacios insalubres, comenta Diego.
Asimismo, asegura que los accidentes que suceden con las arañas son escasos y las muertes también. En México existen los tratamientos adecuados para atender posibles mordeduras peligrosas o intoxicaciones. Sin embargo, pese a que la Secretaría de Salud sí reporta casos de envenenamiento por arañas, no lo hace en específico, pues solamente se registran picaduras de insectos u otras razones generales.
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La idea es, tras recibir la mordedura, tratar de capturar al animal sin hacerle daño, para proteger su vida y para que los médicos en el centro de salud puedan identificarlo. Cuando los aplastamos, dejamos nula la posibilidad de identificación, advierte.
Si se busca reubicar a estos animales, la recomendación de Diego es siempre auxiliarse de un vaso y una hoja de papel, haciendo una especie de “mini-prisión” y con ello llevarlos afuera de nuestras casas para que continúen con su ciclo biológico.
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Si quieres conocer más acerca de los arácnidos y artrópodos que han reconocido en @Arachno_Cosas, da clic aquí. Recuerda que también puedes enviar la foto de algún espécimen, en caso de que quieras que sea identificado para prevenir posibles riesgos (asegúrate de que la calidad sea buena).
*Foto de portada: Argiope aurantia. / @Arachno_Cosas | Twitter
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