Los rostros de África Quiroga Castro, Aurelio Alfonso Solís Castañeda y Roberto Hernández Sánchez cubrieron las puertas de la Fiscalía General del Estado (FGE) este 8 de septiembre, desde las 11 de la mañana, a cuatro años de su desaparición. 

Familiares y amigos de las tres personas originarias de Xicotepec de Juárez se manifestaron en la entrada de la FGE, cerrando el paso, poniendo lonas y pancartas con sus fotos, denunciando que en todos estos años no han tenido avances, pistas ni información acerca de qué pudo haber pasado con sus seres queridos.

Las familias exigían una reunión con Gilberto Higuera Bernal, fiscal general de Puebla, para saber por qué no había avances en la carpeta de investigación. Al principio, personal de la dependencia le dijo a los manifestantes que el fiscal no estaba, pero Patricia Solís Castañeda, hermana de Alfonso, dijo que no levantarían el bloqueo de la avenida 31 oriente hasta que tuvieran una cita con él.

Menos de 40 minutos después, Higuera Bernal mandó llamar a la familia para hablar con ellos. En la reunión les dijo que él no se hacía responsable de lo que había pasado antes de asumir la titularidad de la Fiscalía, el 27 de febrero de este año, hecho por el cual protestaron familiares de personas desaparecidas. Cabe destacar que Higuera fue encargado de despacho desde septiembre de 2018, cuando el entonces Fiscal Víctor Carrancá pidió licencia y posteriormente dejó el cargo.

Higuera les dijo que quien estaba a cargo de ese caso era la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución de los Delitos de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares, con quienes arregló un encuentro para ese mismo día.

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El acuerdo fue que hasta no tener claridad y una respuesta favorable de la Fiscalía Especializada, el bloqueo se mantendría. Cerca de las dos de la tarde, las familias salieron de la cita con el fiscal. Compartieron que hubo una revisión de la carpeta de investigación, que se les dio un plan de trabajo y que las autoridades se comprometieron a dar resultados en un mes.

Patricia Solís dijo que si en ese lapso no hay avances, regresarán a Puebla y volverán a manifestarse. Van a cerrar todas las calles que sean necesarias, hasta que sepan dónde están sus desaparecidos.  

Foto: Olga Valeria Hernández

Hoy, hace cuatro años, Solís vio a su hermano Aurelio Alfonso por última vez. El 8 de septiembre de 2016, el estudiante universitario tenía 20 años, al igual que su novia África, salieron de su casa al centro de Xicotepec de Juárez, donde vivían, para encontrarse con Roberto, un amigo de la familia y profesor universitario, de 29 años. Nadie ha vuelto a saber de ellos desde entonces.

Patricia Solís dice que no le desea a nadie tener a una persona desaparecida. Son cuatro años de vivir en el limbo, y en Puebla son cada vez más familias en la misma situación. A la manifestación asistieron también las familias de Nadia Guadalupe Morales Rosales, de José María Sedano Posadas y de Jesús Valentín Cruz Ramírez, parte del colectivo “Voz de los desaparecidos”. 

Siguen las desapariciones en la sierra Norte

Este año se han seguido registrando desapariciones en la zona de la sierra Norte, desde Venustiano Carranza –frontera con Veracruz– hasta Huauchinango, pasando por Xicotepec de Juárez. Una de las personas desaparecidas es Gerzahín Barrón González, visto por última vez el 8 de mayo de este año. 

Y pese a que en estos cuatro meses ya se hicieron dos búsquedas, una a cargo de la Comisión Estatal de Búsqueda y otra por personal de la Fiscalía General del Estado, no hay pistas del paradero de Gerzahín.

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Su hermana, Nayeli Barrón, describe a Gerzahín como una persona trabajadora, muy dedicado a sus dos hijos, preocupado por su familia, y quien trabajaba como velador. La última vez que lo vieron llevaba pantalón de mezclilla azul, playera negra, sudadera y gorra azul marino, botas de trabajo color beige.

Nayeli Barrón dijo en entrevista para LADO B que las desapariciones en Huauchinango han ido en aumento. En apenas cuatro meses se ha enterado de al menos seis casos, cuando antes, dice, el municipio era tranquilo. 

Foto: Olga Valeria Hernández

*Foto de portada: Olga Valeria Hernández