Lado B
Recortes salariales de hasta el 50% en MIPyMES de Puebla a causa de la pandemia
Esto acrecienta las desigualdades económicas en el estado, ya que, con tal de no perder su empleo, trabajadores aceptan la disminución de su salario hasta el 50%: Calderón Chelius.
Por Cristian Escobar Añorve @crazo70
04 de agosto, 2020
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El 79.28 por ciento de los micro, pequeños y medianos negocios y empresas (MIPyMES) en la zona metropolitana de Puebla han tenido dificultades para seguir pagando el salario de sus empleados, a raíz de la pandemia por COVID-19, según el estudio realizado por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), en coordinación con el Consejo Coordinador Empresarial de Puebla.

Así, del total de empresas consultadas en el estudio (111), todas han tenido que implementar medidas y alternativas para sobrevivir a la crisis económica que enfrenta el país, entre las que destacan: diversificar el giro de la empresa (15%); reducir el número de empleados (23%); despedir empleados (11%), y disminuir la producción (20%).

Este último rubro –la disminución de producción– es más complejo de lo que parece, ya que, para Herberto Rodríguez Regordosa, investigador del Centro de Investigación e Inteligencia Económica CIIE-UPAEP, puede traer consigo una disminución sustancial en el salario de los trabajadores de una empresa.

LADO B recuperó el testimonio de distintos trabajadores y un empleador de empresas del área metropolitana de Puebla, quienes comentaron las dificultades que han tenido que afrontar en cuanto a la percepción de salarios.

*Gerardo, trabajador del Hotel Plaza Poblana, mencionó a este medio que desde principios de mayo la empresa despidió a la mitad de los trabajadores, y, al resto, los hizo trabajar –ese mismo mes– en un esquema de una semana de trabajo por 15 días de descanso, donde sólo la semana laboral era pagada.

“El colmo vino el 13 de junio, cuando nos hicieron firmar un documento donde los emplearon, supuestamente, solicitamos ausentarnos un mes sin goce de sueldo; éramos 20 personas”. Después, nadie me contactó, hasta que Recursos Humanos me dijo que asistiera a una reunión, donde nos dijeron que extenderían esta dinámica por tres meses más. Tuve que aceptar, era seguir trabajando así o firmar nuestra renuncia voluntaria”. 

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De igual manera, en los medios de comunicación, sobre todo en aquellos de cobertura nacional, la reducción del salario del personal ha sido una medida para poder solventar los gastos de la pandemia.

*Jorge, corresponsal en Puebla de una cadena de noticias a nivel nacional desde hace 10 años, contó a este medio que desde el mes de mayo le empezaron a descontar el 30% de las percepciones, aunado a continuos retrasos en el pago de salarios de hasta ocho días. 

Además, comenta, no es el único medio en que esto sucede, pues a raíz de la pandemia por COVID-19 en la mayoría de medios nacionales ocurre esta situación.

“Yo decidí quedarme, pues seguir laborando en este tipo de medios [de difusión nacional] te ayuda en la proyección de tu trabajo como reportero. Aparte de que este tipo de medida está siendo una constante en muchos medios nacionales, entonces sólo sería perder el trabajo sin poder recuperar otro ingreso”.

Para Miguel Calderón Chelius, coordinador de la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Iberoamericana Puebla, y miembro del Observatorio de Salarios y de la Red de salarios, desigualdad y niveles de vida, este tipo de medidas está acrecentando de forma paulatina las desigualdades económicas en el estado, ya que, con tal de no perder su empleo, múltiples trabajadores aceptan la disminución de su salario hasta en un 50%.

Por su parte, *Javier, subdirector de una empresa de giro textil –toallas y parches– a las afueras de la ciudad de Puebla, mencionó a este medio que, a partir del mes de mayo, comenzaron a hacer recortes en su plantilla de trabajo. Hasta antes de la pandemia trabajaban 60 personas en su empresa, entre personal de oficina, producción, personal de seguridad y choferes; ahora laboran poco más de 25.

“Nosotros acordamos en todo momento con los trabajadores sobre una baja salarial del 30%; pero siempre se hizo de manera bilateral. Además de que prestaciones y bonos por ventas no se han tocado. No te voy a mentir, tuvimos que hacer recorte de personal, porque de otra forma la empresa se nos hubiera venido abajo, pues no estamos vendiendo igual”

Así pues, este tipo de medidas significan una disminución sustancial en la fuerza económica del estado, ya que, según estimaciones de la Cámara de Comercio, Servicio y Turismo de Puebla (Canacope), las MIPyMES generan el 95 por ciento de los empleos en el estado; el resto se emplea en alguna dependencia gubernamental. 

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Cabe señalar que de las 111 empresas consultadas por el estudio de la Upaep, el 47.75% se compone por micronegocios que brindan el 69.2% de empleos en el estado, que tienen de 0 a 10 empleados; un 43.24% por pequeñas empresas, que brindan el 19.5% de empleos, con 11 a 50 empleados; y el 9.01% son medianas empresas o negocios, que contratan de 51 a 251 trabajadores, y brindan el 11.1% de empleos.

Así, cerca de un millón 826 mil un personas son empleadas por microempresas, mientras que las pequeñas contratan a 357 mil 819 y las medianas a 202 mil 970.

Baja actividad económica propicia mayores desigualdades en el estado

Foto: Marlene Martínez

Es importante señalar que desde antes de declarada la contingencia sanitaria por COVID-19, la actividad económica en el estado ya venía a la baja en el primer trimestre de 2020, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. 

Así, con base en los resultados del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE), el estado de Puebla presentó una variación negativa en el total de su economía, comparado con el mismo periodo del año pasado, pues mostró un descenso anual de -4.7%.

En este periodo, las actividades secundarias y terciarias, reportaron una disminución de           -11.2 y -1.2%, respectivamente; mientras que las actividades primarias aumentaron 0.9%.

Para el también consultor de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Miguel Calderón Chelius, la pandemia por COVID-19 no ha hecho otra cosa más que acrecentar las diferencias económicas, a nivel estatal, nacional y mundial. 

En ese sentido, en el primer trimestre del 2020, de acuerdo con la organización México Cómo Vamos y datos de ingresos laborales calculados por el CONEVAL, el estado de Puebla acrecentó la desigualdad laboral de 0.378 a 0.394, según el coeficiente de Gini –herramienta analítica que mide la concentración de ingresos entre los habitantes de una región, en un periodo de tiempo determinado. Cuando el coeficiente de Gini se acerca a la unidad, la desigualdad aumenta; pero si se reduce y se encamina a cero, las diferencias salariales disminuyen en beneficio de la población–.

Por otra parte, el panorama de desigualdad en la región de América Latina, de acuerdo con el informe “¿Quién paga la cuenta?” de la organización internacional Oxfam, desde mediados de marzo, la riqueza de las personas multimillonarias en Latinoamérica ha crecido un 17%, lo que equivale a 48,200 millones de dólares. Además, en este mismo periodo “han aparecido ocho nuevos multimillonarios en la región, es decir uno nuevo cada dos semanas.

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Esto contrasta con los números de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la cual estima que en México se dará el mayor incremento de pobreza extrema –personas que no pueden cumplir con al menos la mitad de sus necesidades básicas–, con un alza de 4.8 por ciento, y será el segundo país con mayor pobreza –sólo detrás de Argentina–, con un aumento de 5.9 por ciento, esto es, 48 de cada 100 mexicanos serán pobres, y 16 de cada 100 se encontrarán en pobreza extrema a raíz de la pandemia por COVID.

Esto, explica Calderón Chelius, se debe a que, económicamente hablando, en momentos de crisis, lo que para la mayoría representa un obstáculo en sus ingresos, para un sector con poder adquisitivo mayor representa una oportunidad para emprender nuevos negocios, adquirir propiedades y expandir sus negocios.

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*Nombre ficticio, con el fin de evitar represalias en contra de los testimonios.

**Foto de portada: Marlene Martínez

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Autor Lado B
Cristian Escobar Añorve
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