Lado B
Incertidumbre, terreno fértil para publicidad engañosa y compras de pánico
En redes sociales y otros canales se recomiendan y ofrecen medicamentos, insumos y otros productos que dicen prevenir o tratar el COVID-19, pero pueden ser falsos o engañosos.
Por Marcos Nucamendi @MakoNucamendi
23 de junio, 2020
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En redes sociales, ya son comunes mensajes de este tipo: una persona asegura que su hermano, sus sobrinos y su cuñada tomaron ivermectina cuando comenzaron los síntomas de COVID-19, dos más al siguiente día, “y no les dio”. O también, la publicidad que ahora se nos presenta incluye páginas web donde se anuncian kits con valor de cinco mil pesos en “escudos faciales” (caretas), máscaras NV95 y suplementos para fortalecer el sistema inmune.

A decir del doctor Eduardo López Villalobos, coordinador de la Clínica Médica de Urgencias de la UPAEP, la incertidumbre sobre el futuro inmediato actúa como terreno fértil para que proliferen noticias falsas, supuestos expertos, empresas fantasmas, productos milagro y productos cuya publicidad podría considerarse engañosa.  

Las consecuencias desafortunadas, explica en entrevista para LADO B, son las compras de pánico: medicamentos que antes se podían conseguir en cualquier farmacia, como la ivermectina, la hidroxicloroquina, la azitromicina o la dexametasona (todos los que alguna vez aparecieron en alguna cadena sospechosa de WhatsApp), estarían agotados. 

El problema, dice, no es sólo el posible desabasto de medicamentos que se utilizan para tratar otros padecimientos, sino los efectos secundarios que la ingesta desinformada de éstos puede llegar a tener:

“Es terrible porque los usan como preventivo, ‘por si las dudas’, y pueden tener efectos secundarios que la gente no conoce, como arritmias cardiacas y otras que le pueden provocar al paciente mayores problemas si realmente contrae coronavirus”.

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La publicidad engañosa incita a comprar medicamentos contra el COVID que podrían no ser útiles

Foto: montypeter | Freepik

La lógica, comenta, es siempre la misma: comienzan a circular cadenas o textos publicados, en supuestos medios de comunicación sobre el uso in vitro (laboratorio) o in vivo (clínico) de algún medicamento, sobre estudios supuestamente publicados en alguna universidad de prestigio, y las personas, creyendo lo que leen, rápidamente acuden a la farmacia más cercana.

“Para qué los quieren [los medicamentos] si no saben que dependiendo de la fase de la enfermedad será el tratamiento que se le dará al paciente, y obviamente no se ocupan todos”.

El doctor López Villalobos explica que estos medicamentos, cuya efectividad además no ha sido comprobada al cien por ciento, suelen utilizarse sobre todo en etapas avanzadas de la enfermedad, cuando el paciente está en terapia intensiva. 

En el caso de la dexametasona, es un esteroide de uso común sobre el que recientemente se publicaron resultados preliminares, sobre la ivermectina, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzó incluso una advertencia para que no sea utilizada en el tratamiento de COVID-19 por ahora, en el entendido de que los estudios que sugieren una aparente utilidad en pacientes que requirieron de ventilación mecánica, no fueron revisados por pares ni publicados formalmente.

Publicidad engañosa, un riesgo para la salud

La proliferación de cadenas de WhatsApp que describen el uso milagroso de medicamentos que todavía se encuentran bajo estudio no es el único problema. En los últimos meses, de acuerdo con autoridades federales, han surgido sitios de compras en línea en donde se ofrecen equipos de protección o esterilización cuya publicidad puede considerarse como engañosa y que, además, representan un posible riesgo para la salud.

Tal es el caso de la empresa Novirsa S.A. de C.V., que a través de cuatro páginas de internet comercializa diversos productos COVID, como caretas, gafas protectoras, máscaras NV95 y KN98, oxímetros, esterilizadores ultravioletas y soluciones esterilizantes.

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En uno de sus sitios, se ofrecen por ejemplo kits que incluyen dos gafas “francesas” con armazón de nylon, 25 cubrebocas de grado hospitalario —con tres láminas de protección, dos de ellas antivirales y antibacterianas— y diez botas de protección quirúrgica. Todo esto por dos mil 600 pesos.

Foto: Alexas_Fotos | Pixabay

Sin embargo, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) emitió el 24 de mayo una alerta a la población por posible publicidad engañosa por parte de Novirsa, e incluso solicitó a la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO) la desincorporación de la empresa del programa Hot Sale, una campaña de ventas por internet que se realiza año con año.

El monitoreo realizado por la Profeco concluyó que las transacciones comerciales con esta empresa carecían de condiciones de seguridad y certeza jurídica, toda vez que no se informaba sobre los procedimientos de cancelación o devolución, y no se garantizaba la confidencialidad de los datos personales y bancarios proporcionados; aunado a ello, los domicilios registrados ante diversas instituciones de gobierno, eran falsos. 

Un día después de lo emitido por la Profeco, la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) también alertó sobre 16 productos de belleza comercializados por la misma empresa —en radio, televisión e internet—, que no contaban con los permisos sanitarios correspondientes, lo que a decir del órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud federal, representaba un riesgo para la población.

Además, a inicios del 2020, consta en el expediente P 893/19 de la Cofepris, que Novirsa S.A. de C.V. fue multada con 675 mil 920 pesos (aunque en el documento no detalla los motivos de la multa).

Compras en línea, difíciles de regular

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, se refirió a este fenómeno en la conferencia del 8 de junio, reconociendo que la existencia de mecanismos de comercialización cada vez más complejos —a través de internet— dificultan su regulación. 

Tan sólo el año pasado, Facebook recibió seis mil 778 solicitudes de restricción de acceso por publicaciones violatorias de la normativa federal vigente en materia de venta de productos regulados por la Cofepris; 290 por ciento más que en 2018, de acuerdo con su órgano de transparencia.

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López-Gatell hizo un llamado a la población para denunciar cualquier producto que carezca de registro sanitario o cuya eficacia en la prevención de COVID no esté demostrada. La Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios tiene habilitado un sitio para tal efecto, además de un plataforma para notificar reacciones adversas a medicamentos.

*Foto de portada: Polina Tankilevitch | Pexels

 

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Autor Lado B
Marcos Nucamendi