Lado B
Experiencias de profesores y alumnos a partir del encierro
Por Espacio Ibero @
10 de junio, 2020
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Dra. Laura Angélica Bárcenas Pozos

Este miércoles estuve conectada a una conferencia por Webinars en donde se presentaron los resultados de un estudio exploratorio sobre cómo fuimos enfrentando la educación cuando vino el encierro por la pandemia de COVID-19, que realizaron Juan Carlos Silas y Sylvia Vázquez del ITESO. La experiencia para alumnos y profesores universitarios, que es a quien dirigieron este estudio, fue bastante significativa y lo que se resalta en seguida es el desarrollo de habilidades blandas, es decir, organización del tiempo, lectura comprensiva y crítica, escritura, entre otras.

También resaltaron cosas interesantes como el trabajo en casa que ha mostrado que los docentes, pero también los alumnos, sienten invadida su vida personal e incluso íntima, y quieren a toda costa regresar a las instituciones educativas, para sentir de buena manera que hay una separación entre la vida personal y la vida laboral o estudiantil. Del mismo modo, sienten que se ha incrementado el trabajo al no haber esta separación, pues cuando acudíamos a la universidad a desarrollar nuestra actividad laboral, comíamos (por ejemplo) en la cafetería universitaria y ahora debemos preparar nuestros alimentos, al mismo tiempo que vamos respondiendo a nuestros alumnos, estamos conectados en una junta con compañeros o resolvemos tareas académicas. Los gastos en nuestra casa de luz, gas, y seguramente de agua, también se han incrementado, pues pasamos casi todo nuestro tiempo en casa, aunque es posible que se compense con el ahorro que estamos teniendo en el gasto de gasolina.

También sé de muchos casos en donde los académicos, además, son padres de familia y en este momento sus hijos están en edad escolar, cursando el preescolar, la primaria, la secundaria e incluso la universidad, entonces su actividad académica se mezcla con la actividad escolar o universitaria de sus hijos y se ven obligados a compartir equipo de cómputo, internet, espacio físico, donde hay que guardar silencio porque los hijos toman clases, o bien ellos son los que deben guardar silencio porque sus padres académicos imparten clases, o están en juntas de sus ámbitos laborales. En el mejor de los casos, cada quién se encierra en su habitación o espera el turno de usar su computadora o conexión a internet, para que este no se alente. 

También puedes leer: El salto cualitativo en la educación

Las académicas, que además atendemos una casa y a una familia, dividimos nuestro tiempo de trabajo, entre la limpieza de la casa y la preparación de alimentos a lo largo del día, con la actividad de docencia, gestión o investigación que llevamos a cabo todos los días. Unas nos levantamos en la madrugada para que el día nos alcance y otras se duermen muy tarde para que alcancen a realizar todas sus tareas. Todos ayudan, los hijos hacen algunas tareas domésticas, mientras los maridos salen a realizar compras para resolver la vida familiar. Al mismo tiempo que vamos atendiendo a través del internet nuestros compromisos laborales y educativos.

Las académicas se han visto afectadas por el proceso de las clases en línea debido a que a veces deben compartir espacio con sus hijos

Foto: Pixnio

También en esta conferencia, hace evidente que estamos batallando con nuestra conexión a internet pues varios miembros de la familia están conectados al mismo tiempo para responder a nuestras obligaciones como académicos o estudiantes, esto nos ha obligado a conectarnos a horas inusuales para encontrar la red más liberada. Muchas veces estamos conectados en la madrugada o altas horas de la noche. O bien hemos dado nuestro número de teléfono celular a nuestros estudiantes para conectarnos por WhatsApp e ir resolviendo sus dudas y a veces sus temores. O también para buscar consuelo con otros amigos, de nuestras propias dudas y nuestros propios temores.

Y en esta realidad que no nos ha vuelto locos, nos hemos ido haciendo más hábiles en el uso de plataformas como Moodle, Blackboard, Teams o Zoom, vamos respondiendo a las necesidades de la vida diaria que la familia nos demanda, al mismo tiempo que vamos resolviendo diferentes tareas educativas y laborales. Lo que nos ha mostrado este tiempo de confinamiento para rápido queridos lectores, es lo capaces que somos de adaptarnos a nuevas realidades y formas de enfrentar la vida. Nos hemos organizado de otros modos, hacemos las cosas un tanto distintas, pero estamos mostrando de lo que somos capaces, como especie.

Seguramente, tendremos todavía más aprendizaje, más allá de los conocimientos que tenemos que hacer que aprendan nuestros alumnos, juntos, estamos teniendo muchos más aprendizajes que nos harán mejores personas. 

Finalmente, les dejo aquí esta dirección electrónica, pues varios compañeros queremos ahora replicar este estudio, pero para educación básica y media superior para saber qué han aprendido, profesores, padres y alumnos de estos niveles educativos. Para esto es importante que registren a su institución en esta dirección: https://es.research.net/r/diagcontingencia

Nos ayudarán mucho si nos dicen cómo encontrarlos.

 

La autora es profesora de la Universidad Iberoamericana Puebla. Sus comentarios son bienvenidos

 

*Foto de portada: Pxfuel

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