Foto: http://www.complejocultural.buap.mx/

Cristian Escobar

La primera impresión, apenas entramos a la muestra de la obra de José García Ocejo (1928-2019) es que nos encontramos en algún plano onírico de nuestro subconsciente. Las paredes en blanco y las luces tenues, ayudan a crear una atmósfera somnífera, y al observar de cerca las obras, los contrastes entre colores cálidos y fríos, los cuerpos robustos danzando con una musicalidad insonora pero presente, confirman la aseveración. Un autorretrato del propio García Ocejo, donde observamos el ala de una guacamaya emergiendo de un costado de su cabeza, nos da la bienvenida y nos invita a adentrarnos en su mundo, un mundo plagado de misticismo, donde también convive lo erótico –cuerpos voluptuosos– con el ritmo y naturaleza veracruzana.

En vísperas del primer aniversario luctuoso de José García Ocejo (18 de enero), la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) presentaron el pasado 14 de noviembre, la exposición: José García Ocejo. Artista veracruzano, pintor universal, la cual rinde homenaje a la obra de este importante pintor 

Ocejo aportó una mirada única a la plástica nacional a través de su peculiar mezcla entre estilo europeo y tradición mexicana, evidente en el uso de múltiples gamas de colores que parecen oponerse entre sí –el verde con el rojo, el azul con el naranja– a semejanza del fauvismo francés; y en la profunda admiración hacia la naturaleza exuberante de su natal Veracruz.

A partir de diversas técnicas y soportes, como el óleo sobre tela, dibujo de carbón y pintura al temple, conviven en esta exposición diferentes temáticas que caracterizan la pluralidad de influencias del autor: mitos y referencias grecolatinas –como la cabeza de Medusa, faunos y ninfas– hasta pasajes del folclor veracruzano, e incluso una conexión cercana con la música de Agustín Lara, como lo demuestra la obra «Oración Caribe», pintura homónima a la canción de Lara en la que vemos a un poblador caribeño rezándole a una especie de virgen desnuda, de figura ancha y rasgos afromestizos.

Foto: http://www.complejocultural.buap.mx/

Y a pesar de ser una muestra breve –pues cuenta con un total de 18 piezas–, las obras expuestas en la Galería de Arte del Complejo Cultural Universitario de la BUAP condensan la trayectoria artística de García Ocejo, quien se destacó por ser un artista auténtico, ya que siempre supo mantener un estilo personal y reflexivo, alejado de las corrientes artísticas de corte más nacionalista, a pesar de haber convivido cercanamente con pintores como Diego Rivera, Frida Kahlo y Gerardo Murillo.

Así lo menciona Ida Rodríguez Prampolini, investigadora especializada en el estudio del arte contemporáneo mexicano y europeo, en una de las acotaciones de la exposición: “Quizá el mérito más sobresaliente de José García Ocejo sea no haber hecho ninguna concesión a las vanguardias y a las modas de su tiempo mexicano, sino haber buscado dentro de sí mismo, y en la historia del arte, aquellos parientes lejanos o cercanos que han expresado sus similares y personales modos de ver y sentir el mundo». 

Por otra parte, Rodolfo Herrera Saldaña, responsable de la Galería de Arte del Complejo Cultural, en entrevista para LADO B, detalló el esfuerzo que se hizo para lograr que en un espacio reducido este tipo de obras resaltaran aún más, lo que implicó el uso de mamparas para dotar mayor superficie a las obras, y un juego de luces poco dinámico, debido al movimiento propio que figura en las pinturas y la amplia gama de colores usadas en ellas.

De este modo, espacio y obra se adecuan en José García Ocejo. Artista veracruzano, pintor universal, para hacernos sentir que seguimos dentro un sueño, uno muy colorido, donde faunos, ninfas, Adánes, vírgenes y sones jarochos, conviven en un mismo plano.

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La exposición estará disponible hasta el 1 de febrero de 2020, en un horario de 10:00 a 18:00 horas, de martes a domingo. La entrada es gratuita.

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