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El aumento del pasaje no atenderá los problemas reales del transporte público
Las medidas que justifican el incremento de la tarifa del transporte sólo afectarán a la economía de las familias poblanas: investigadores
Por Lado B @ladobemx
08 de octubre, 2019
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Foto: Agencia EEF Transporte colectivo

Jhovany Amastal

Tras un intenso debate durante los últimos 2 años, el pasaje aumentó en 41.6%, al pasar de 6 pesos a 8.50 para camiones y microbuses, y de 5.5 a 8 pesos para combis, dio a conocer el actual secretario de Movilidad y Transporte, Guillermo Aréchiga Santamaría.

Esta tarifa, de acuerdo con Manuel Rodríguez, analista económico del sector privado, responde a una nueva realidad económica, pues el valor de la canasta básica ha aumentado paulatinamente durante los últimos 7 años en un 44.4% al pasar de 1,079.97 a 1,560.18 pesos, según datos del Coneval.

Entonces este “reajuste”, explicó, representa un dilema pues, si bien, por un lado, ayudará a los transportistas a balancear sus finanzas, por el otro, fomentará un incremento en el valor determinados productos y servicios relacionados con el sector, provocando una disminución considerable del poder adquisitivo de la población en general.

En ese sentido, la nueva tarifa, de acuerdo con Lourdes Martínez Contreras, investigadora de la Facultad de Economía de la BUAP, tendrá como consecuencia una afectación directa en la economía de las familias poblanas, no sólo por el hecho de que sea considerado “alto”, sino también por las condiciones socioeconómicas precarias del 65% de la población, que se encuentra por debajo de la línea de pobreza.

Bajo esta lógica, explicó la especialista, el aumento reflejará “una distorsión en la distribución del presupuesto familiar”, pues si una persona gastaba aproximadamente 60 pesos a la semana —considerando solo un viaje— esta cifra se incrementará a 85 pesos, lo que refleja una disminución mensual de su capital disponible en aproximadamente 100 pesos al mes.

No obstante, Martínez Contreras considera que en realidad esta cifra se incrementará 4 veces más, dado que las familias del Estado se conforman en promedio por 5 integrantes “que tienen que salir a laborar, a actividades escolares y, en general a tareas de vida diaria”, por lo cual esa cantidad de “100 pesos se convertirá en 500 o más”.

El aumento en el presupuesto familiar de transporte obligará a disminuir la compra de otros productos, principalmente del sector de “los alimentos”, adelantó la investigadora.

La seguridad no se negocia

De acuerdo con Aréchiga, la nueva tarifa estará supeditada al cumplimiento del artículo 37 de la Ley de Transporte del Estado de Puebla, que contempla la instalación de “un sistema de posicionamiento global (GPS), cámaras de videovigilancia y botones de pánico (…), vinculados a los distintos sistemas de seguridad pública”.

Medidas que, en opinión de Martínez, sólo demuestran la ineficacia de las autoridades dado que ya antes ha habido planteamientos de ese tipo -como los botones de pánico que se instalaron a 200 unidades en enero del 2018-, sin que se hayan disminuido la inseguridad, por lo que no deberían ser parte de la negociación. 

Más allá de este hecho, consideró necesario evaluar las condiciones de respuesta de los cuerpos de vigilancia tanto en términos materiales como de estrategia operacional, pues “se requerirá de un entrenamiento especial para el manejo de riesgos que representa los asaltos y/o robos dentro del transporte público”.

Revisión de las concesiones: un factor imperativo

Miriam Fonseca López, investigadora del Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico (ICGDE), dijo en entrevista para Lado B, que otro factor importante que debe ser evaluado es “cómo se encuentran compuestas las concesiones de este servicio a particulares”.

Dado que en “las zonas más deprimidas existen rutas de transporte que se encuentran en mal estado por la falta de recursos para modernizar su equipo”, sin embargo, esto no es una problemática de voluntad empresarial sino, más bien, porque estas rutas “prestan servicio en zonas geográficas de difícil acceso” e, incluso, “sólo adecúan sus horarios a las necesidades de sus [pocos] usuarios”. 

En este sentido, es necesario, explicó Fonseca, que el gobierno implemente ciertos instrumentos de mejora, “a través de condiciones preferenciales de crédito” por ejemplo, que permita a estos concesionarios dar un mejor servicio.

De 2010 a 2018 se ha registrado una disminución del 27% del número de concesiones, y su emisión se ha concentrado sólo en el municipio de Puebla, pues de un total de 2 mil 376 concesiones y permisos emitidos de enero a mayo de este año, mil 622 —es decir el 68%— se registraron en este último, lo cual denota no sólo la desigualdad en los servicios de movilidad, sino también una clara falta de regulación y estratificación adecuada de las rutas del transporte en el Estado.

Miriam Fonseca consideró que, bajo esta coyuntura, se “requiere de una política pública que evalúe las diferentes condiciones de las concesiones privilegiando el interés público de la movilidad del ciudadano, pero también que coadyuve a que el mecanismo de la concesión del trasporte sea efectivo y [que a su vez] contribuya a la redistribución de la riqueza apoyando a los pequeños concesionarios”.

De las obligaciones de los conductores

Conoce a continuación las principales obligaciones que los transportistas deben cumplir para dar un servicio eficiente pero, sobre todo, seguro.

Reglamento de la Ley de Transporte del Estado de Puebla

  •         Art. 137

o   Exigir que su personal trate correctamente a los usuarios, aplicando las sanciones disciplinarias que procedan cuando se cometan faltas en este sentido

  •         Art. 165  

o   […]El tiempo de parada deberá limitarse para el ascenso y descenso de pasajeros, además, deberán mantener cerradas las puertas durante el recorrido y solamente se abrirán para el ascenso y descenso del pasaje.

  •         Art. 168  

o    [Se prohíbe] llevar pasajeros en las canastillas de los vehículos que tengan este aditamento o en los estribos de la unidad, así como rebasar la capacidad autorizada de pasajeros

o    Llevar pasajeros sentados en lugares no destinados para ese fin o hacerse acompañar por persona que lo distraiga u obstruya durante la operación del vehículo, contraviniendo las medidas de seguridad

Art. 19 de la Ley de Seguridad Vial

o    Transportar un mayor número de pasajeros para el cual se diseñó el vehículo

o    Utilizar teléfonos celulares u objetos que dificulten la conducción

o    Utilizar audífonos mientras se conduce

o    Producir ruido excesivo o molesto con el estéreo, radio, el claxon, el motor o

escape del vehículo y en lugares donde se encuentren hospitales, sanatorios y

escuelas

o    Realizar maniobras de ascenso o descenso de personas en carriles centrales

de las vías

 

*Foto de portada: Marlene Martínez

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