Los hongos sirven para alimentación, para ayudar al crecimiento de las plantas y para combatir la contaminación. En el laboratorio de micología del Departamento de Investigación en Ciencias Agrícolas de la BUAP (DICA) llevan investigando más de una década como aprovechar, cultivar y preservar los hongos de Puebla.
“Ahora la prioridad es la contaminación, el cuidado del medio ambiente. Estamos en el proceso para extraer las enzimas de los hongos y degradar con ellas la materia que contamina”, explicó el Doctor Marco Antonio Marín Castro, quien dirige a un grupo de 15 estudiantes de licenciatura y posgrado.
El proyecto más reciente es un trabajo que busca extraer enzimas de hongos que degradan los colorantes que se utilizan en la industria textil. El Doctor dijo a LADO B que estos desechos son vertidos en los ríos y lagos y son altamente contaminantes, causando desde decoloración hasta espumas tóxicas.
Como las empresas agregan estos tintes contaminantes, la idea es que se identifiquen todas las enzimas de hongos que degraden la materia y así los contaminantes no lleguen a los cuerpos de agua ni se filtren al suelo.
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Hongos para la alimentación
El primer enfoque con el se trabajaron los hongos fue el alimenticio, estandarizando un método de cultivo y generando un sustrato, que es donde crecen los hongos.
“Nos enfocamos en buscar en comunidades de bajos recursos un sustrato que esté disponible y que no tenga costo”, dijo el Doctor. Así fue cómo encontraron malezas y pastos no tóxicos que al secarse sirven para que sobre ellos crezcan los hongos Pleurotus, comúnmente conocidos como “hongos setas”, o simplemente “setas”. En ese entonces la vinculación se hizo en varias regiones del estado de Puebla y aunque ese proyecto como tal no sigue tan activo, la BUAP ya tiene la formulación del sustrato.
Además se creó un método de prácticas limpias y correctas para crecer los hongos comestibles, tomando en cuanto que la agricultura tiene algunos de los procesos más contaminantes.
Marín Castro dijo en entrevista que por eso otro de los enfoques han trabajado en el DICA es en torno a la agricultura, pues los procesos y residuos suelen ser muy contaminantes. Así, además del cultivo se difunden métodos amables con el medio ambiente, en un círculo de atender varios frentes a la vez.
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Aunado a esto en el DICA están haciendo una suerte de inventario de todos los hongos que hay en la Malinche, en la parte del estado de Puebla. Al recolectar los hongos y registrar cuáles hay en la región, sirve como un indicador de qué tan sano está el ecosistema, qué tan sano o dañado. También se puede determinar qué hongos están asociados con la vegetación, y cuáles pueden ayudar a la reforestación para el mejor crecimiento de árboles y plantas.
El equipo suma a estudiantes de ingeniería ambiental, ingeniería en alimentos, ciencias biológicas y posgrado en ciencias ambientales, que trabajan de manera conjunta integrando las disciplinas para seguir avanzando en los proyectos en beneficio del medio ambiente.
*Foto de portada: Marlene Martínez
EL PEPO