–Les voy a pedir un favor– dice el animador.
Y a coro, alrededor de 500 mujeres, preguntan: ¿Qué favor?
–¡Cardenas …
… Gobernadoooor!– responden las mujeres aún más fuerte y ondean las banderas amarillas, azules y naranjas. Los colores de los partidos que aceptaron postular a un académico sin militancia partidista previa llenan el salón Los Girasoles en Cholula.
Es sábado 4 de mayo. La cita fue a las 11:00 horas y solo fueron convocadas las militantes de los partidos. Aunque desde hora y media antes las mujeres comienzan a llegar al lugar.
Están ahí esa mañana porque comparten, además del agua y las palomitas, varias problemáticas: están hartas de la corrupción, la impunidad, la inseguridad pública, la carga fiscal, el desempleo, la violencia de género, los feminicidios, el acoso sexual, y el ser relegadas ellas y sus hijos.
Y confían en que Enrique Cárdenas Sánchez, el exrector de la UDLAP, cambie esa realidad.
«Hoy lo que vemos de Morena, de los gobiernos municipales, no lo queremos, hoy estamos contigo Enrique, con todo. Queremos un futuro para nuestros hijos, sabemos de tu honestidad”, dice la actual dirigente del PAN, Genoveva Huerta, quien ese día viste una camiseta con la leyenda: “¿De dónde chingados salió el dinero de Barbosa?”.
La frase estalló hace unos días en redes sociales cuando, ante un cuestionamiento de la prensa, Cárdenas pidió a las y los reporteros que le fueran a preguntar a Barbosa por su fortuna.
La frase fue comidilla de redes, un traspié en que el académico que perdió los estribos. Al día siguiente, varios panistas salieron a medios portando una camiseta con la frase para hacer del lapsus un eslogan, una frase, un dardo contra el contrincante.
En su momento al micrófono, Genoveva también pidió a Cárdenas que, de ganar, coloque en el Instituto Poblano de la Mujer “a gente con perfil, hombres y mujeres, porque la violencia de género no es nada más hacia las mujeres, también es contra los hombres”.
Y lo dice sin rubor, como si dos días antes ella misma no hubiera llevado la campaña a los terrenos del insulto al comparar al candidato de Morena, Luis Miguel Barbosa, con un sapo.
Que delicado nos salío @MBarbosaMX, se nota a distancia la piel delgada como sapo 🐸 Croack!! https://t.co/do28sYQdyo
— Genoveva Huerta (@GenovevaHuerta) 3 de mayo de 2019
El doctor Cárdenas se presenta como ciudadano. El año pasado intentó obtener la candidatura por la vía independiente sin conseguirlo. El alto número de firmas exigidas por la ley aprobada por el Congreso local cuando aún era controlado por Rafael Moreno Valle y su grupo político se lo impidió.
Hoy Cárdenas compite bajo las siglas de los partidos políticos que impulsaron a Moreno Valle.
Pero la candidatura no ha cambiado el perfil de Cárdenas, al menos no ha tomado aún las prácticas de los políticos en campaña, como la de empezar tarde los eventos programados.
No, Cárdenas es puntual como un inglés. Este sábado, en Cholula, llegó 3 minutos antes de las 11:00 horas. Así ha sido en estas tres semanas de eventos.
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Incluso su campaña no es de grandes concentraciones masivas: las del acarreo, la torta y el frutsi; las de las matracas y el templete.
Tan sólo un día antes, el viernes 3, estuvo en Chipilo, la localidad fundada por migrantes italianos que se ubica en el municipio de San Gregorio Atzompa. Ahí se reunió con 100 personas.
Sus eventos son así, sin la tradicional grandilocuencia de las campañas tradicionales. Por ello, la de este sábado es inusual por la convocatoria.
El evento duró cerca de dos horas en las que Cárdenas les prometió a las asistentes combatir la inseguridad. E hizo énfasis en sumar a las mujeres al gabinete, al gobierno, a los Ministerios Públicos; atender la salud de sus hijos, invertir en la primera infancia, combatir el acoso sexual, los feminicidios, la contaminación. Y, sobre todo, prometió ser honrado.
Pero también se contagió del entusiasmo y contó su cambio de chip.
–Les voy a platicar lo que me permitió cambiar mi ‘chip’ (a uno con perspectiva de género)– dice el candidato.
Sucedió cuando María González de Cossio, su esposa, tuvo la oportunidad de tomar una especialidad en diseño gráfico en Suiza, por 11 meses. Ya tenían tres hijas de 4, 9 y 11 años.
–Me quedé con las tres hijas. A la semana de que se había ido Mary, vino el cambio de ‘chip’. ¿Saben por qué? Porque se me olvidó ir al súper. Mis hijas comieron galletas saladas con agua de desayuno–.
Las risas rompieron el silencio.
–No se rían, estuvo de la fregada–.
El candidato contó que se sintió tan desgraciadamente mal, que aprendió a ir al súper, a lavar trastes, tender camas y, especialmente, a compartir con su esposa el trabajo en casa y apoyarla en lo profesional.
–Aprendí a escuchar, aprendí a entenderlas. El hombre tiene que cambiar, tiene que ser apoyo para las mujeres, tenemos que ser solidarios en lo que hacen las mujeres. De verdad se los digo, necesitamos a todas las mujeres, necesitamos su trabajo, su cabeza; la percepción femenina es maravillosa. Las necesitamos en el trabajo más ordinario, en la toma de decisiones, en la vigilancia del gobierno– externó Cárdenas Sánchez.
Y las banderas azules, amarillas y naranjas de nuevo ondearon.
EL PEPO