Las dependencias de gobierno, las organizaciones no gubernamentales, algunos grupos ciudadanos y las empresas suelen tener una Oficina o Departamento de Comunicación, cuya función esencialmente es mantener un vínculo con los medios masivos de comunicación, bien para dar a conocer algún evento o emitir posturas respecto a algún tema polémico.
Si bien los Departamentos de Comunicación han extendido sus lazos comunicativos al exterior a través de distintas redes sociales, donde el público en general puede tener información de primera mano, por ejemplo de una rueda de prensa en vivo o de algún comunicado de prensa, la relación con los medios masivos de comunicación (generalmente de noticias) siguen siendo primordial para que los mensajes de las dependencias, organizaciones o empresas lleguen al mayor número de personas posibles, es decir, que se mediatice la información para que tenga un impacto masivo.
Asimismo los medios de comunicación y los periodistas, pese a que pudieran tener acceso virtual a la información, el vínculo con los Departamentos de Comunicación sigue siendo importante para ahondar en un tema de interés público o para pactar citas con los líderes de esas organizaciones y entrevistarlos.
Si bien los Departamentos de Comunicación parecieran tener las puertas abiertas para todos aquellos que les interese la información que puedan emitir, ¿por qué se les restringe el paso a algunos periodistas o por qué no son convocados por ejemplo a ruedas de prensa? ¿Los Departamentos de Comunicación pueden restringirle la entrada a un periodista? Vamos a matizar:
Se entiende que la empresas cuiden su dinero y su imagen al no invitar a ciertos periodistas a sus eventos (hay que decir también que algunos periodistas, sobre todo en eventos deportivos o de espectáculos abusan de su cargo para pedir pases para su familia); pero las dependencias públicas no son empresas, no obstante actúan como tal. Si los líderes de las instituciones públicas quieren tener un control exacerbado de la información, no tendrían que ser tan obtusos, basta con no citar a ruedas de prensa ni citar a ciertos periodistas a eventos públicos porque de todos modos se enterarán, dirían por ahí: Hay instituciones públicas o funcionarios que “se ponen de pechito” para levantar sospechas.