Lado B
Desconocida: otras formas de enunciar la violencia
Desaparecida Unknwon Ukjent es una instalación de la artista noruega Lise Bjorn con más de 8 mil nombres bordados de mujeres que han sido víctimas de feminicidio. Esta pieza estará expuesta en Liliput hasta el 7 de mayo
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
22 de abril, 2018
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Foto: Ámbar Barrera

Ámbar Barrera

@Dra_caos

Desconocida Unknwon Ukjent es el título de una instalación artística compuesta por ocho mil etiquetas bordadas con nombres de mujeres que han sido víctimas de feminicidio o que están desaparecidas. La mitad de las etiquetas contienen nombres y la otra mitad contienen la palabra desconocida en distintos idiomas.

Durante doce años esta instalación ha viajado a Alemania, Reino Unido, Polonia, Irlanda, Francia, Estados Unidos, Noruega, y las etiquetas se han bordado en una docena más de lugares (incluido Nepal y el territorio de Palestina), Desconocida se expone en Puebla, en la galería Liliput (Diagonal 18 sur 4563) hasta el 7 de mayo.  

Este es un proyecto de arte iniciado por la artista noruega Lise Bjorn Linnert en 2006, en Houston, Texas, durante una exposición colectiva que exploraba la situación de feminicidios y desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez.

Lise Bjorn era totalmente ajena al problema de Ciudad Juárez en ese momento. Se preguntaba cómo podría abordar el tema y al mismo tiempo hacer un puente con su propio país y el resto del mundo. “La violencia contra las mujeres ocurre en todo el mundo. No es exclusivo de Ciudad Juárez y tampoco están exentos lugares como europa” explica en entrevista para LADO B.

Foto: Ámbar Barrera

Aquellos hilos que escriben la palabra Desconocida se refieren, por un lado, a todas aquellas mujeres que fueron asesinadas pero no han identificado y también, al estar bordadas en distintos idiomas, nos acercan a la realidad de la violencia contra las mujeres en otros países.   

Desconocida, unknwon, ukjent, unbekannt, inconnu, onbekend, 알 수없는, غير معروف (…)

Estas diminutas etiquetas (de dos centímetros de ancho y ocho centímetros de largo, aproximadamente) cubren por completo una de las paredes de la galería Lilliput y otro de los muros, que tiene mayor longitud, está cubierto en dos terceras partes.

Desconocida es un trabajo colaborativo, pues las etiquetas se han bordado por miles de personas en todo el mundo. Se trata de personas que participan en los talleres de Lise o a quienes involucra en trabajos paralelos.

–Cada vez que se realiza un workshop (taller) y antes de empezar a bordar, yo les explico sobre todo lo que está pasando en Ciudad Juárez y después hablamos de lo que sucede en sus propios contextos, haciendo este puente. Cuando bordas, aprendes a escuchar más atentamente, es una actividad que te hace estar más presente en el mundo, por eso estas etiquetas al final le dan a los nombres una identidad, una historia. Y así como una etiqueta que dice María puede ser una mujer de Ciudad Juárez, también puede ser una María en Siria, en África o en cualquier otro lado.

Foto: Ámbar Barrera

Este proyecto lleva una década porque la artista tiene la intención de generar conciencia en el mayor número de lugares, como puede leerse en su página web:

Desconocida Unknwon Ukjent continúa expandiéndose, tristemente, porque nuevas víctimas llegan diariamente a la lista de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez. El proyecto durará tanto como esa situación permanezca sin cambiar. La duración funciona como una remembranza y un señalamiento continuo de nuestra realidad de abuso y asesinato, algo de lo que no podemos escapar pero contra lo que constantemente tenemos que luchar.

Durante la inauguración de Desconocida Unknwon Ukjent, Lise realizó un performance titulado Presence (presencia), una pieza que también, desde 2006, realiza en las inauguraciones de su instalación, aunque en esta ocasión, se acompañó de Eloína Gómez y Claudia Hernández, artistas escénicas de Puebla.

En el performance, las tres lanzaban una nota alta y sostenida con su voz en intervalos entre ellas y con algunos silencios, al mismo tiempo que iban leyendo algunos de los nombres de mujeres asesinadas en Puebla.

En la página de Lise se explica sobre Presence:

Cuando enfrentas sólo con la voz y el sonido de una nota, incapaz de relacionarlo al sonido de música, letras u otras interpretaciones, el sistema de defensa de la audiencia baja y quedamos más vulnerables. Esta escena nos fuerza a volvernos más presentes y una conexión puede establecerse. Nuestra voz, como las huellas dactilares, es única para cada individuo. Nuestra voz ayuda a aterrizarnos y su tono revela más que las palabras que elegimos usar.

Foto: Ámbar Barrera

Nombrarlas

Antes del performance, la activista Natalí Hernández explicó sobre la situación de la violencia contra la mujer en Puebla e hizo referencia a un caso en específico en 2013 que la mayoría de los medios se nombró como “la desconocida número uno”.

–Fue el caso de una mujer que apareció en una maleta, en una esquina donde se colocaba la basura, en el norte de Puebla. Y aunque los medios conocían su nombre, no se molestaron en enunciar su nombre, a excepción de LADO B, sólo por una serie de prejuicios sobre quién era ella.

Natalí contó que ella junto a otras activistas decidieron ir a ese mismo lugar unos dos meses después para, retomando los símbolos de Ciudad Juárez como la cruz color rosa, apropiarse de esa esquina y evidenciar lo que había pasado.

Después de haber encontrado el cuerpo asesinado de una mujer hacía poco, el lugar seguía siendo el sitio donde se dejan bolsas de basura. Las activistas limpiaron, pintaron y colocaron la cruz.

–Fue una escena muy fuerte para nosotras, ver que en esta sociedad, el espacio que ocupaba el cuerpo de una mujer era junto a la basura, que todos pasaban junto a nosotras y nos preguntaban pero no había mayor reacción y claro que a los tres días después, el sitio ya estaba igual, repleto de basura.

Foto: Ámbar Barrera

A partir de ese momento, las activistas se dieron cuenta que se necesitaban otras formas para decirle a la gente lo que estaba pasando y que también fueran formas menos dolorosas para ellas mismas.

–Cuando yo veo otra forma de enunciar a las mujeres, de recordarlas, de rescatar su vida, me siento muy contenta porque no somos números, no somos cuerpos. Somos personas sujetas de derechos y es importante reconocernos como tal. Poner el nombre de las mujeres es fundamental y ha sido crucial para visibilizar esta forma de violencia.

Natalí concluyó diciendo que al ver estos nombres bordados llenando las paredes quedó impactada, aunque muchas veces antes ya ha visto cómo se recuperan estos nombres y cree que para quien visite la exposición, hay que “aprovechar lo que nos provoca, para contarle a los demás qué sentimos cuando vemos ocho mil nombres de mujeres en dos paredes y todo lo que eso implica”.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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