[dropcap]S[/dropcap]i a usted le venden o le regalan jamón en mal estado, ¿se lo come? Lo más seguro es que no, sobre todo por las consecuencias de salud que provocan los alimentos caducos. Con las noticias podría pasarnos algo similar, pues finalmente éstas son productos periodísticos generados por distintas empresas mediáticas, por lo tanto hay calidades diversas, algunas de muy mala calidad; el gran peligro de consumir este tipo de productos son las ideas y éstas repercuten directamente en la construcción simbólica que tenemos de nuestro entorno.
Regreso al ejemplo del jamón, ¿cómo sabemos que aún es comestible? Por medio del aprendizaje científico y empírico, es decir, podemos leer las cualidades que debe tener un buen jamón y al mismo tiempo la experiencia nos daría indicadores de cuándo está en buen o mal estado (seguramente porque adquirimos una infección estomacal después de consumir un alimento echado a perder). Con las noticias, en tanto productos periodísticos, tendríamos que documentarnos acerca de cuáles son las características mínimas de un producto de calidad y claro también consumirlas y compararlas, pues hay empresas que suelen ofrecer buenos productos pero con el paso del tiempo empeoran o viceversa.
¿Hay que aprender a leer, escuchar u observar productos periodísticos? ¡Sí! Recordemos, en primera instancia, que las noticas son mercancías y por lo tanto su producción dependen de un grupo de trabajadores como reporteros, editores, diseñadores, etc., quienes a su vez alquilan su fuerza de trabajo a una empresa y ésta decide los parámetros de producción, en relación al mercado mediático, y económico y político en general, lo que implica que los dueños de la empresa se relacionen con líderes de otras empresas o instituciones que le permitan mantenerse en el mercado y crecer. Por esa razón, el consumidor de esos productos debe evaluarlos y decidir cuáles son los mejores para estar informado.
Hay públicos que suelen pensar que únicamente televisoras como TvAzteca y Televisa son las que hacen circular noticias de baja calidad, pero habría que recordarles que no sólo esas empresas se dedican a la construcción de productos periodísticos. El periodismo comercial busca, además de informar, ganancias; pero en el mercado mediático existe una gama de productos encaminados a distintos públicos. ¿Qué, entonces, deberíamos hacer como audiencias para empezar a medir la calidad de la información periodística que consumimos? Aquí una breve propuesta:
Actualmente internet nos permite tener acceso a distintas informaciones y datos, así que saquémosle provecho y empecemos a calificar la calidad de lo que consumimos. No sea que estemos enfermos de diarrea mental a causa de chutarnos todo lo que tiene nombre de información periodística y ni enterados estamos.