Lado B
Las otras radios
La voz, las costumbres y las tradiciones de las comunidades indígenas del estado de Puebla se difunden y transmiten a través de radios comunitarias
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
17 de septiembre, 2017
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Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

En los últimos años han surgido radios comunitarias en varias regiones de Puebla como la Sierra Negra y el Valle de Tehuacán, y se han fortalecido otras iniciativas en el centro del estado y la Sierra Norte.

No todas tienen la misma estructura: algunas tienen concesión del Instituto Federal de Comunicaciones (IFT) mientras que otras transmiten ejerciendo su derecho como pueblo originario de tener una emisora propia que atienda las problemáticas locales.

Lo que todas tienen en común es haber nacido de un interés genuino de la comunidad, y tener la misión de atender los problemas que pasan dentro de las localidades.

Radio Tzinaka: el taller de los jóvenes

En julio de 2012, un grupo de organizaciones fue a dar un taller de radio a los jóvenes de San Miguel Tzinacapan, en Cuetzalan. La experiencia les gustó tanto que la comunidad puso a prueba una radio propia, y se quedó.

Tacho, parte de la organización de la radio, cuenta que el proyecto de la radio comunitaria fue factible porque nació de la memoria oral, del conocimiento que transmitían los abuelos. Así se ampliaba la estrategia de preservación y difusión del conocimiento, pasando de una memoria oral a una escrita y radiofónica.

Al principio cubrían temas en el contexto regional de la Sierra Norte, con todos los conflictos por la instalación de megaproyectos, y sí reporteaban directamente en otras comunidades. Ahora no siempre van, pero comparten y reproducen contenidos. El trabajo se ha reducido porque son menos personas de tiempo completo.

Radio Tzinaka se centra en la difusión de la cultura masehual y la recuperación de la comunidad: los miembros de la radio van a otros pueblos y entrevistan a las personas de mayor edad para conocer de sus fundaciones, actividades agrícolas, cuentos, tradiciones y toda la sabiduría de los pueblos indígenas.

Foto: Martina Žoldoš

La relación de Radio Tzinaka con las autoridades no es ni conflictiva ni tensa, como pasa con otras emisoras en diferentes partes del estado, pero han tenido que aprender a convivir con los diferentes actores locales como organizaciones campesinas, sectas religiosas y partidos políticos.

Radio Tzinaka hace rifas y sorteos para para pagar la luz, el equipo y el transporte. Actualmente tienen una campaña de fondeo para pagarle un sueldo a dos personas que estén de tiempo completo y fortalecer el proyecto.

Nacho, otro de los integrantes de la radio, dice que vale la pena luchar por el proyecto porque es el único medio donde se escucha el náhuatl, su lengua materna.

En sus palabras, en las radios comerciales “es muy escaso que se hable náhuatl, sólo en cápsulas de los partidos políticos que las traducen, sin en cambio aquí no, aquí las personas se pueden expresar de lo que ellos quieran, de la forma que ven la vida: y que la radio va hacia ellos, no ellos a la radio.”

Radio Comunitaria Cholulteca: nada los callará

A 200 kilómetros de ahí, en Tlaxcalancingo, comunidad del municipio conurbado de San Andrés Cholula, otra radio libra sus propias luchas.

Se trata de la Radio Comunitaria Cholulteca que nace luego de que en 2014 autoridades federales y estatales saquearan Axocotzin Radio, de Tlaxcalancingo, y Radio Zacatepec, del municipio de Juan C. Bonilla.

Después del hostigamiento y acoso del IFT, que les quitó los transmisores, información y equipo e ignoró su derecho como pueblo indígena a tener una radio propia, los comunicadores populares idearon un nuevo proyecto.

Ahí empezó su lucha legal por conseguir una concesión “oficial” y tener una frecuencia dentro del espectro radiofónico, que finalmente se logró con el nacimiento de la Radio Comunitaria Cholulteca, que incluirá las emisoras de Zacatepec y Tlaxcalancingo.

Foto: Martina Žoldoš

La radio siempre ha intentado acercarse con las autoridades y han logrado que los tomen en cuenta y se alejen un poco de la idea de que los van a atacar.

“Antes me imagino que nos veían muy jóvenes y había también esta separación de decir ‘tú cómo me vas a preguntar esto, por qué lo quieres saber?’. Ahora que nos hemos ido haciendo un poco más de habilidad ya hay un poquito de caso de parte de las autoridades municipales”, dice Erik Coyotl, vecino de Tlaxcalancingo e integrante de la radio.

La relación con la comunidad es buena gracias al acompañamiento de los procesos comunitarios, y se ha fortalecido conforme la radio crece.

De hecho después del saqueo, empezaron a transmitir mediante altavoces pero la misma comunidad insistió en que recuperar la radio y así empezó la batalla legal para obtener la concesión.

Uno de los principales obstáculos que enfrentan son los recursos económicos, porque no pueden tener una plantilla de colaboradores de tiempo completo que apoye para hacer los reportajes, para ir a las comunidades, generar contenidos propios, y así no depender de otras fuentes.

Radio Xalli: una radio en la zona del silencio

Radio Xalli lleva más de veinte años en la frontera de los municipios de Quecholac y Palmar de Bravo, en la comunidad de San Miguel Xaltepec.

Hilario Cruz, fundador del proyecto que ahora es también una casa de cultura, biblioteca pública y un espacio para dar talleres, es parte de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) y de la red de la misma a nivel nacional y estatal.

La radio se enfoca en temas de salud, como nutrición, prevención de embarazo y cáncer, y difusión de temas de Derechos Humanos y equidad de género.

La relación de Radio Xalli con las autoridades es nula; los miembros de la radio explican que hay una cerrazón de parte del gobierno y falta de transparencia. Sin embargo, la comunidad se integra mejor al proyecto. Hay gente de municipios cercanos, como Tecamachalco, Quecholac y Felipe Ángeles que tienen programas y van constantemente.

Aunque en últimas fechas el funcionamiento de Radio Xalli ha sido relativamente tranquilo, ha enfrentado muchos problemas, como amenazas, pero también ha tenido que enfrentar un cerco mediático por las frecuencias de otras radios en la zona, que están ahí, dicen, para que de alguna manera su señal se opaque y no se escuche.

¿Y cómo ha logrado existir durante tantos años la primer radio comunitaria con concesión en Puebla? Hilario dice que con la voluntad de las personas que aprecian el proyecto.

Cada parte del inmueble ha sido donada, desde las ventanas hasta los mosaicos del piso. “Las puertas tienen un nombre, las puertas las ventanas o sea cada uno tiene un nombre porque fueron muchas manos las que se juntaron para poder hacer este proyecto o este sueño, en un primer lugar personal y ahora colectivo.”

Radio Coatl: rescatando la identidad indígena en la ciudad

Santa María Coapan es una comunidad indígena a punto de ser devorada por la mancha urbana de la ciudad de Tehuacán. Pese a su cercanía con la ciudad, Coapan se ha defendido y sus habitantes crearon una radio comunitaria para recuperar las tradiciones y fortalecer la identidad.

Yolanda y Gastón, integrantes del equipo de Radio Coatl, explican que sobre todo abordan temas culturales enfocados en fortalecer la identidad como pueblo indígena. En Coapan todavía sobrevive la organización comunitaria: mayordomías, ejidos, sociedades de agua y los bienes del pueblo.

“Vamos teniendo una forma diferente de la ciudad pero esto poco a poco se está perdiendo. Y la lengua es algo de lo que más vemos que se está perdiendo. Entonces los esfuerzos de la radio van encaminadas también en fortalecer nuestro idioma, nuestras actividades como pueblo”, dice Gastón.

La radio tiene buena relación con las autoridades y un lazo muy fuerte con la comunidad. El principal problema de Radio Coatl es la “campaña negra” hecha por radios comerciales en su contra: que son una radio pirata, que está robando el espectro, que afectan al público. Pero Coapan tiene todo el derecho de tener su emisora y de informar a la comunidad.

“Nuestro fin es principalmente darle voz a la comunidad. En este sentido creemos que no estamos haciendo nada mal, solamente estamos haciendo uso de nuestro derecho de tener un medio de comunicación para nuestra gente, la comunidad y para todos ellos que se acerquen de las comunidades aledañas a Santa María Coapan que también son poblaciones indígenas”.

Radio Tlacuache: defendiendo el territorio

Radio Tlacuache tiene apenas un año existiendo en Zoquitlán, pero sus integrantes ya han recibido amenazas por difundir la oposición a la hidroeléctrica Coyolapa–Atzala, que amenaza a tres municipios de la Sierra Negra de Puebla.

A pocos meses del nacimiento de la radio se hizo público el proyecto de la hidroeléctrica que afectaría directamente a la región, y desde ahí la relación de la emisora con las autoridades ha sido tensa.

En el primer mes de funcionamiento de Radio Tlacuache el ayuntamiento de Zoquitlán se les acercaba para que difundieran anuncios de trámites y servicios como credencialización o campañas de vacunación. Pero eso duró poco.

Salvador, comunicador popular de la radio, dice que en cuanto Radio Tlacuache formó parte de la resistencia del conflicto hidroeléctrico, la relación con las autoridades se rompió, porque el gobierno local siempre se ha manifestado a favor del megaproyecto, y la emisora comunitaria ha denunciado todas las irregularidades y delitos en torno al mismo.

Las autoridades locales también han hecho campañas de desprestigio contra la radio. Les han llegado mensajes como “te vamos a chingar”, y otras amenazas, pero a pesar del rechazo del gobierno, hay una buena relación con la comunidad. La radio, dice Salvador, se ha vuelto una herramienta de denuncia.

Foto: Martina Žoldoš

Y no sólo para el tema de la hidroeléctrica, sino para otras situaciones que pasan en Zoquitlán, como un problema que hubo con un tiradero de basura.

Los integrantes de la radio han solicitado asambleas, pedido información del gobierno e invitado a la gente a participar, para recuperar la idea de la participación colectiva de la comunidad.

El trabajo del colectivo Yolchikava (que en español significa corazones fuertes) ha dado frutos: en casi cualquier negocio y casa del pueblo de Zoquitlán, la gente escucha Radio Tlacuache. La programación tiene mucha música y saludos que mandan los habitantes, además de anuncios de temas locales y servicios a la comunidad. Hay programas de agricultura, medicina alternativa, técnicas de construcción e historia del pueblo.

La radio es autónoma y se ha mantenido y financiado con la solidaridad de la gente, con donativos, con intercambios y cooperación. Y el trabajo comunitario ha crecido: además de la radio hay un cine ambulante, se han hecho concursos y se dan pláticas de temas como Derechos Humanos.

Radio Tlacuache no parará.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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