Lado B
Hablemos de ilustración con Beatrix G. de Velasco
Casi siempre se sitúa entre el arte y el diseño, es dúctil, su campo de acción es amplio y se cruza con otras disciplinas y otras áreas
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
16 de julio, 2017
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Beatrix G. de Velasco

Ámbar Barrera

@Dra_Caos

–Nos hemos pasado la vida rodeados de ilustraciones. Las ilustraciones son una de las primeras cosas con las que tenemos contacto en la infancia y el dibujo va más allá, forma parte de un impulso primitivo que llega hasta la prehistoria. Los primeros humanos que existieron buscaron hacer dibujos. De ahí parte la simpatía que tenemos desde niños con el dibujo y la imagen.

Beatrix G. de Velasco es diseñadora gráfica especializada en diseño editorial e ilustración y el viernes 30 de julio se presentó en Luciérnaga Taller para dar una charla titulada Hablemos de Ilustración ¿Es arte? ¿Es diseño ¿Cuáles son los usos y campos de acción? Beatrix ha realizado ilustraciones para  libros, discos, periódicos, suplementos, revistas y medios electrónicos nacionales e internacionales y también ha sido docente de diseño.

[pull_quote_right]Para ser ilustrador se necesita imaginación, por supuesto. Dedicación, paciencia y mucha determinación, justo por como pinta el panorama en México y en Puebla.[/pull_quote_right]

La ilustración es, como dice literalmente su definición: “poner fotografías, láminas o dibujos en un texto o un impreso para representar gráficamente lo expuesto, ejemplificarlo o hacerlo más atractivo”. Beatrix explica que sí es eso pero no se limita a ello.

La ilustración nace en el siglo XII como un elemento ornamental para los textos, con el paso del tiempo y en la actualidad tiene una estrecha relación con el diseño editorial, pero también se le encuentra en el diseño de moda, la venta de publicidad, el diseño de marcas o en el campo científico con la ilustración botánica, por ejemplo.

La ilustración también se usa para crear imágenes icónicas, como las portadas de discos de música; para hacer crítica social por medio de cómics, viñetas o cartones; para intimidar como cuando se usó en la propaganda de los gobiernos durante la Segunda Guerra Mundial; o para divertir cuando se usa en el diseño de videojuegos o en el cine, con la creación de storyboards.

–La ilustración es dúctil, su campo de acción es amplio y se cruza con otras disciplinas y otras áreas como el periodismo, el mundo editorial, la literatura, la educación, la mercadotecnia, la política y el arte.

Beatrix G. de Velasco

¿La ilustración es arte o diseño?

–Ninguna de las dos pero tiene un poco de cada una –afirma Beatrix– la diferencia entre la ilustración y el arte es simple. La ilustración está siempre subordinada a un uso específico, regularmente se produce en masa y en muchos casos, la visión del autor es irrelevante.

Además, las técnicas y materiales también suelen ser diferentes, pues la ilustración debe actuar en función a un tiempo determinado por un cliente, lo que deja fuera a técnicas como el óleo que tarda varias semanas en secar. En la ilustración las tintas, el acrílico y sobre todo las herramientas digitales son las más usadas.

Cuando el ilustrador se dedica a hacer ilustraciones que no son por encargo y que están ligada a proyectos personales que rayan más en la expresión artística personal, se llama Low art o arte de bajo perfil, que según la autora es vista como uno de los “patitos feos del arte” pues se mueve en esferas diferentes al arte convencional, es decir, fuera de las galerías y de los elevados costos del mercado del arte.

Ramón Almela, Doctor en Artes Visuales y crítico de arte en Puebla ha escrito en varias ocasiones sobre ese tema, afirmando que la ilustración ha sido situada entre el arte y el diseño. Sin ser considerada totalmente en el campo del diseño, tampoco es apreciada como creación de arte”, y coincide en que aunque actualmente la ilustración puede ser admirada, pero también es descalificada por estar adherida a una función específica.

“Su función ha desplazado su componente estético, a pesar que los valores estético-plásticos están presentes en la imagen. En muchas ocasiones, soberbias imágenes de ilustración son desconsideradas como arte apropiado dado el objetivo innato de su creación, que es la de servir de acompañamiento de un texto. Ésta es una situación circunstancial unida al carácter del concepto de arte: La ilustración no es considerada como arte, sino tan sólo una manifestación de habilidad artesanal representativa. Se ensalza al ilustrador en la medida de su habilidad figurativa y capacidad de representación pero, delimitado al mundo de las publicaciones y el cómic”.

Beatrix dice que la decisión entre ser artista e ilustrador depende totalmente de quien lo realiza aunque no son tareas incompatibles. Como ejemplo está Henri de Toulouse-Lautrec, un famoso artista francés de finales del siglo XIX que es reconocido tanto como un importante pintor como un importante cartelista. Su estilo y los materiales que utilizó para cada caso son diferentes y actualmente ambas facetas son reconocidas por el mundo del arte y del diseño por igual.

Beatrix G. de Velasco

Otro ejemplo es Shaun Tan, artista australiano de 43 años y considerado uno de los mejores ilustradores en la actualidad. Shaun Tan ha escrito e ilustrado libros para niños y recibió un Óscar en 2011 al mejor cortometraje animado por la adaptación cinematográfica que realizó de su libro titulado La cosa perdida.

Por otro lado, la relación entre la ilustración y diseño gráfico tiene líneas mucho más difusas. Beatrix explica que la ilustración puede considerarse un área de especialización para el diseño gráfico, aunque en la carrera de diseño la ilustración sólo se considera una materia de paso.

–La carrera de diseño gráfico está saturada, sí, y hay muchas personas haciendo ilustración ahora, pero eso no quita que se necesiten carreras completas que se especialicen y se enfoquen en ilustración.

Los problemas del ilustrador

Beatrix dedicó parte de la charla para hablar de algunas cosas que se necesitan para ser ilustrador y retos a los que ella se ha enfrentado a lo largo de su carrera, una serie de malas prácticas una vez que ya se está en el camino para dedicarse a la ilustración en México:

  • La desvalorización del trabajo: Esto aplica tanto para el cliente como para el mismo ilustrador. Los clientes creen que las ilustraciones valen poco y los ilustradores refuerzan esa idea si no saben cobrar por su trabajo o cobran poco por él.
  • No hay contratos: Las empresas y los clientes no están acostumbrados a generar y atenerse a contratos. Eso deriva en malos entendidos, abusos o retraso en los pagos.
  • No hay tabuladores de precios: El ilustrador está solo respecto a gestionar su trabajo. En otros países existen tabuladores de precios para el trabajo de ilustración y agencias que se encargan de reunir portafolios de artistas y trabajan como intermediarios especializados con los clientes. La única posible solución es prepararse lo más posible para que el artista sea su propio gestor.
  • El cliente pocas veces tiene claro lo que quiere.
  • Los ilustradores no están especializados: Muchas veces a los ilustradores les hace falta conocimientos básicos que tienen que ver con la entrega de archivos digitales (formatos, resolución, programas…) o no están especializados en conceptualizar ideas y mensajes, de esta última deficiencia es que Beatrix estaría de acuerdo en programas que se especialicen en la formación de ilustradores.

–Para ser ilustrador se necesita imaginación, por supuesto. Dedicación, paciencia y mucha determinación, justo por como pinta el panorama en México y en Puebla. Aquí no incluí el talento porque no considero que sea determinante, lo importante es tener algo que decir y encontrar una voz de manera creativa.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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