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Robo de bicicletas: el delito que afecta a los poblanos pero que "no existe"
La palabra "bicicleta" no aparece en toda la ley. La legislación tampoco considera como un medio de transporte o como vehículos no motorizados.
Por Lado B @ladobemx
28 de junio, 2017
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Las acciones que han emprendido las autoridades, gracias a la insistencia y lucha de los colectivos ciclistas, manda mensajes confusos. Por un lado insisten en que se use la bicicleta como medio de transporte, pero al mismo tiempo sus acciones y omisiones contradicen este discurso

Foto: Luis Colchado

Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

Valeria y su novio llegaron al zócalo de Puebla el sábado 10 de junio cerca de las cuatro de la tarde. Iban a dejar sus bicicletas de montaña en el lugar asignado, pero decidieron amarrarlas junto a otras dos que tenían doble candado. Entraron a un restaurante y menos de diez minutos después su novio salió a revisar las bicis.

Las cuatro habían desaparecido.

Lo primero que hicieron fue ir con un policía para que los ayudara, pero no hizo nada. “Nos dijo que no era su problema, se portó un poco grosero, entonces fuimos al palacio municipal pero nos pidieron muchos datos”, relató Valeria Rodríguez.

[pull_quote_right]El anterior gobierno estatal construyó una costosísima red de ciclovías que no tienen conectividad y son usadas para recreación, no para movilidad. En cuanto a seguridad de bicicletas, no hay nada sobre la mesa[/pull_quote_right]

La pareja utilizaba la bicicleta como medio de transporte en vez de vehículos motorizados, pero desde el robo ya no. Lo que ellos quieren es que haya más seguridad, que haya estacionamientos para bicis, y leyes que protejan a los ciclistas.

Mucha inversión sin resultados

Las acciones que han emprendido las autoridades, gracias a la insistencia y lucha de los colectivos ciclistas, manda mensajes confusos. Por un lado insisten en que se use la bicicleta como medio de transporte, pero al mismo tiempo sus acciones y omisiones contradicen este discurso.

El anterior gobierno estatal, encabezado por Rafael Moreno Valle, construyó una costosísima red de ciclovías que no tienen conectividad y son usadas mayormente para recreación, no para movilidad. En cuanto a la seguridad de las bicicletas, aún no hay nada sobre la mesa.

En el Plan de Transporte no Motorizado para Puebla, realizado por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), el Banco Mundial y la Secretaría de Transportes en 2014, se tomaba en cuenta una red muy amplia de estacionamientos que sigue sin concretarse.

Para los 2 mil 365 estacionamientos propuestos en el documento se necesitaba una inversión de 30 millones 562 mil 500 pesos.

Durante el sexenio pasado el gobierno del estado gastó 640 millones 242 mil 64.57 pesos sólo para cuatro ciclovías. La red de estacionamientos habría costado apenas 4.7% de toda esa inversión que, de acuerdo con especialistas, ciclistas y urbanistas consultados por Lado B para otro reportaje, no sirve para mejorar la movilidad ciclista.

Giovanni Zayas, consultor de transporte no motorizado, dijo en entrevista para Lado B, que lo que funcionaría mejor es que en Puebla se construyeran estacionamientos como en la Ciudad de México: espacios masivos, seguros, e intermodales, que incentivan que una parte del viaje se haga en transporte público y otra en bicicleta.

Para Giovanni la gran interrogante es por qué no se ha invertido en esto. El plan de transporte no ha tenido una inversión clara. “La infraestructura, la inversión del gobierno estatal en los últimos años ha sido centrada en esta tipología de ciclovía central elevada desconectada de las calles de la ciudad, y tampoco ha ido en el sentido que marca el plan”.

Adán Domínguez, regidor del ayuntamiento de Puebla y Coordinador de la Comisión de Movilidad Urbana, dijo a Lado B que los recursos no se utilizaron para crear estacionamientos seguros, sino para las ciclovías elevadas, pese a la existencia del plan de movilidad no motorizada.

Foto: Luis Colchado

Lo que pasó con la red de estacionamientos propuesta en el plan es lo mismo que ha pasado con las ciclovías a nivel de piso. Domínguez mencionó que ambas son necesarias para incentivar el uso de la bicicleta como transporte, pero no se han destinado recursos para ninguna de estas propuestas.

Aún son pocos los estacionamientos o comercios que ofrecen una opción segura y gratuita para las bicicletas; mientras tanto, en otros estacionamientos públicos ni siquiera reciben bicis.

El regidor comentó que con los estacionamientos que ya tienen políticas establecidas no se puede hacer gran cosa, pero los que abran a partir de ahora deben tener una cantidad mínima de lugares para vehículos no motorizados.

¿Robo de vehículo o robo común?

El Capítulo Décimo Octavo en su Sección Primera define el delito de robo y sus modalidades, y determina cuándo se sanciona el delito de robo. El documento dice que se dan de seis a doce años de prisión y una multa “si el objeto del robo es un vehículo de motor, como motocicletas, automóviles, camiones, tractores u otros semejantes como remolques o semirremolques”. El robo de bicicleta no existe como delito: ni siquiera aparece la palabra “bicicleta” en toda la ley.

La legislación tampoco considera a las bicicletas como un medio de transporte o como vehículos no motorizados.

[quote_left]El robo de bicicleta no existe como delito: ni siquiera aparece la palabra “bicicleta” en toda la ley[/quote_left]

Sin embargo, al hacer una consulta a la Fiscalía General de Justicia (FGE) en línea, el servicio de atención dijo que el robo de bicicleta es robo de vehículo.

A Aldo Bayliss le robaron la bicicleta el lunes 19 de junio afuera de la oficina donde trabaja, en la Avenida 43 poniente esquina con la tres sur. Todo el día estuvo revisando que siguiera amarrada; cerca de las nueve de la noche se fue cinco minutos y cuando regresó, ya no estaba.

El 23 de junio interpuso la denuncia, que quedó registrada como “robo de bicicleta”, sin que este delito esté contemplado en la ley.

Aldo se dio cuenta de de que la estaban vendiendo en un grupo de ventas en Facebook, y aunque dio con el supuesto vendedor de su bicicleta, éste le dijo que ya no la tenía. Todavía no tiene noticias de las autoridades.

Lo único que sabe es lo que él y sus amigos han encontrado en las redes sociales: que alguien tiene su bici y la está vendiendo.

Para Valeria y su novio la denuncia no fue una opción porque les dijeron que necesitaban la factura original de su bicicleta. Muchos usuarios tienen el problema de no poder comprobar la compra original de la bici, lo cual imposibilita ejercer alguna acción legal para recuperarla.

O al menos para intentarlo.

La opción de quienes han sido víctimas del robo de sus medios de transporte ha sido apoyarse a través de las redes. En mayo de 2014 se creó en Puebla un grupo para compartir fotografías de bicis robadas y su posible ubicación. Los ciclistas las buscan también en lugares como los mercados Hidalgo e Independencia.

Los esfuerzos recaen en los ciclistas, porque de la parte oficial no hay cifras del robo de bicicletas, tampoco claridad en cómo está afectando el incremento de estos delitos a la movilidad no motorizada.

El robo de bicicletas se suma a la lista de delitos que se cometen impunemente en el estado, y sobre el que, como en muchos otros ilícitos, no hay cifras reales, ni acciones para la prevención.

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Autor Lado B
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