Lado B
Festival Guacamaya: lo que hay detrás del cotorreo
Para su fundadora Ana Jimena Sánchez la parte más importante del proyecto es la colaboración: hacer parvada
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
15 de febrero, 2017
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Foto:  David A. Córdova

Foto: David A. Córdova

Ámbar Barrera

@Dra_Caos

El Festival Guacamaya nació en 2015 con la intención de ser un evento que conjuntara buena música, un lugar cómodo para compartir con amigos y la oportunidad de disfrutar una cerveza. Ahora, después de dos ediciones y en vísperas de su tercera edición a realizarse el 1 de abril, su fundadora Ana Jimena Sánchez reconoce que el Guacamaya se ha convertido también en algo más: un proceso rico en vivencias y alianzas.

El principal objetivo de Guacamaya ha sido la presentación de diversas propuestas musicales de todo el mundo en un entorno de comunidad y trabajo colaborativo, al invitar a negocios de gastronomía y diseño de productores de Puebla y Cholula.  

–Cuando las cosas están bien hechas, con cada detalle bien cuidado, es cuando la gente que llega al evento sólo disfruta y no nota lo que se ha hecho para cuidar del escenario y los stands –dice Ana Jimena en entrevista para LADO B.

Foto:  David A. Córdova

Foto: David A. Córdova

En eso de cuidar los detalles, aún recuerda, por ejemplo, que en la primera edición de Guacamaya la lona sobre el escenario estaba parchada y tenía un feo color amarillo que rompía con la estética, por lo que tuvieron que reemplazarla por una lona blanca de mejor calidad, aunque eso significó que el festival iniciara con casi una hora de retraso.

Y cobran la misma importancia cosas como que haya la luz adecuada en cada stand, o que los cables no interfieran el paso de los visitantes.

Es por ello que la organización del Festival Guacamaya dura varios meses y requiere de un equipo de trabajo y de la suma de muchas voluntades. Hasta ahora Ana Jimena ha planteado el presupuesto del Festival al mínimo y busca ofrecerle a todos sus colaboradores intercambios justos (económicos y en especie) y generar una presencia distinta de su marca.

En la primera edición, un negocio de sushi local pasó por una mala racha en las ventas y Jimena de inmediato lo recomendó entre los asistentes. Entonces se dio cuenta que las alianzas tenían que ser más fuertes, de modo que desde antes del evento haya una buena promoción de los negocios locales que participan.

Foto:  David A. Córdova

Foto: David A. Córdova

De modo que con cada edición del festival se han tejido mejores redes entre los emprendedores y proyectos que colaboran en Guacamaya, generando a su vez nuevas propuestas fuera del festival. De hecho, este año dicha alianza ha dado un paso más y la oferta gastronómica presentará platillos y bebidas exclusivas para el concepto de Guacamaya, las cuales están próximas a anunciarse.

Para Jimena esta es la parte más importante del proyecto: la colaboración.

Desde la música, la experiencia del Guacamaya también ha sido especial. Jimena suele contactar a los artistas directamente a través de sus redes sociales.

En ocasiones se pagan honorarios y en otras se pagan viáticos, todo depende del acuerdo al que se llegue con el artista. Y por supuesto, es importante que tanto artistas como managers estén abiertos a dicha negociación. Hay músicos con los que finalmente no se llega a nada porque sus solicitudes son excesivas, sin embargo hay casos contrarios en los que la apertura es total y los músicos incluso aceptan la estancia en la casa de Ana y conviven con su familia.

Ese fue el caso de Alice Phoebe Lou, cantautora sudafricana, quien además quedó muy feliz con la energía que percibió del festival e incluso consumió artículos de los productores locales el día del evento. Ana supo por el manager de Alice que la cantante ya ha sido invitada a presentarse en reconocidos festivales de música pero los ha rechazado porque no le agradan sus conceptos, ni los conciertos masivos, lo cual la hizo sentirse afortunada y orgullosa de lo que significa el Guacamaya y lo que puede significar para su público, quienes, tal vez sin saberlo, gozaron del talento de Alice Phoebe Lou en un sentido alternativo de exclusividad.

Foto:  Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

En la segunda edición del festival también participó el Colectivo Tomate, un grupo de artistas que realizan intervenciones gráficas a gran escala y hacen partícipe a la comunidad. En esa ocasión pintaron un autobús de Estrella Roja y Ana recibió mensajes en los meses posteriores de personas que se toparon con el autobús y lo compartieron en sus redes mencionando a Guacamaya y el gusto que les dio haber sido parte de quienes pintaron el diseño.

–Eso es de lo bonito fuera de Guacamaya, cuando las personas se apropian y se sienten cerca de los proyectos

Las sorpresas que trae Guacamaya para su tercera edición están a punto de revelarse. Desde hace un mes en el facebook del festival se han compartido ilustraciones, bordados y figuras de guacamayas realizadas artistas, diseñadores, arquitectos, ilustradores e investigadores. Esto con la intención no sólo de presentar el trabajo de los amigos del festival, sino también para dar un adelanto del siguiente paso que da Guacamaya cuando se reafirma como un proyecto de acercamiento y colaboración bajo la premisa de hacer parvada.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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