Lado B
Crónica de un operativo fallido y violento
La confrontación dejó un saldo de nueve policías y al menos cuatro comerciantes ambulantes lesionados, algunos de ellos con impactos de arma de fuego
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
23 de julio, 2016
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Ámbar Barrera

@Dra_Caos

Parecía ser un viernes de verano como cualquier otro. El calor daba tregua y aunque unas gordas y grises nubes amenazaban lluvia, las calles del centro estaban muy concurridas. 

El sopor del mediodía se rompió cuando poco después de la 1 de la tarde las redes sociales comenzaron a hablar de una balacera y de gente corriendo por la calle 5 de Mayo, esa que divide la ciudad en oriente y poniente y empieza a unos metros del zócalo.

Las historias comenzaron a llegar a los chats en los teléfonos y apuntaban a un operativo contra vendedores ambulantes en el primer cuadro del centro, por el mercado (ahora plaza) de La Victoria, que había obligado a los comercios a cerrar cortinas aun con clientela dentro.

Una mala idea que quién sabe si alguien del Ayuntamiento reconocerá: operativo, viernes, verano, vacaciones, mediodía. Seguro que en época de campaña a nadie se le hubiera ocurrido, pero el hubiera… ya sabemos.

El operativo, según información oficial, tenía el objetivo de confiscar piratería. Los comerciantes lo sabían, por eso quienes la venden no estaban ahí hoy, y por eso confiadamente sí estaban los puestos de comida, de dulces, de ropa, de útiles escolares.

En varios videos que circularon a lo largo del día se ve a vendedores lanzando piedras contra la policía y se escucha la detonación de al menos 8 disparos.

Cerca de las 2:30 de la tarde, sobre la 3 sur unas personas caminan en sentido contrario al centro y comentan sobre “la balacera” que ya invade las publicaciones de poblanos en Twitter y Facebook. Desde la esquina de la 3 poniente casi todos los negocios están cerrados y otros se disponen a hacerlo. En la esquina de Reforma alguien pregunta a unos policías de Tránsito “¿Es seguro caminar por la 3 norte?”, ellos responden que sí, pero recomiendan evitar la 5 de Mayo.

A la altura de la 4 poniente, mientras algunos empleados de negocios cercanos celebran que regresarán a trabajar hasta mañana, otros se alistan para abrir de nuevo aunque “con cuidado y estando al pendiente”.

Foto: Ámbar Barrera

Foto: Ámbar Barrera

En la esquina de la 6 poniente  y la 3 sur aún se aprecia el caos. El suelo es color naranja por los restos de ladrillos que usaron los comerciantes para repeler a la policía. También hay papel, soportes de metal totalmente doblados, rejas de madera y bancos de plástico destrozados en la calle. Una camioneta estacionada y con placas del Estado de México tiene el vidrio trasero destrozado y un poco más adelante un grupo de comerciantes ha dibujado círculos con gis alrededor de casquillos dorados, prueba de los disparos detonados minutos atrás.

Foto: Ámbar Barrera

Foto: Ámbar Barrera

Alguien dice que había niños durante el enfrentamiento y de hecho algunos jóvenes en edad de secundaria están sentados por ahí, como esperando, con la mirada perdida, tensos.

Martín Juárez, líder de la agrupación 11 de Mayo asegura a los reporteros que el comercio ambulante beneficia a los establecimientos fijos, pues hay mucho más flujo de gente que va a comprar. Y también afirma que lo que sucedió es una venganza de priistas que en algún momento amenazaron con “arremeter en contra de todos los vendedores ambulantes” si llegaba a ganar el PAN, que el operativo tuvo motivos políticos.

—Los mismos granaderos vinieron a detonaron las armas al ver que no podían contener a los comerciantes –dice Martín Juárez–, porque llegaban y así fueran calcetines, trusas o lo que fuera, se lo llevaban completamente. Acá nadie cuenta con armas, es cierto que contamos con piedras, pero es que fue la única manera de repeler la agresión.

Foto: Ámbar Barrera

Foto: Ámbar Barrera

Martín Juárez calcula que sobre la calle 8 poniente, desde la 5 norte y hasta la 5 de Mayo, trabajan aproximadamente mil vendedores ambulantes divididos en 20 agrupaciones.

Foto: Ámbar Barrera

Foto: Ámbar Barrera

Entonces otros comerciantes se acercan para mostrar sus heridas: uno está golpeado en la cabeza y otro tiene una herida de bala que, dice, rebotó de algún lado. Aunque en ese momento no saben exactamente cuántos heridos hubo, las cifras oficiales son de 9 policías y cuatro vendedores, al menos. 

Aunque ya han pasado casi dos horas, los ambulantes permanecen en las calles esperando que los convoquen sus líderes. En la 5 norte esquina con 8 poniente, Federico López, que encabeza la agrupación Fuerza 2000, le dice a los medios de comunicación que hubo cuatro heridos de bala y dos golpeados que se llevaron al hospital, uno de ellos inconsciente. Junto a él, un hombre que tiene una gasa junto al ojo evidentemente hinchado, asegura que fue a causa de un macanazo y que tuvieron que ponerle 6 puntos.

—Habíamos sido avisados que iba a haber un operativo contra la piratería, lo cual fue una mentira, porque llegaron de plano a agredir, a atropellar personas y puestos –se queja Federico López–. A lo mejor no se llevaron toda la mercancía, llegamos los demás compañeros a ayudar a nuestros compañeros y fuimos arremetidos a balazos. Fueron más de 50 detonaciones. Fue policía municipal y estatal.

Mientras él está hablando se escucha un grito:

—¡Hay desmadre en la 3!

Foto: Ámbar Barrera

Foto: Ámbar Barrera

Por radio, una mujer lo confirma. Es en la esquina de la 3 norte y la 8 poniente. La gente se comunica a gritos y chiflidos. De pronto se siente una ola de exaltación y los vendedores comienzan a recoger palos y fierros del piso. Algunos incluso rompen las maderas con ayuda de sus piernas para darles punta. Señoras mayores caminan con determinación armadas incluso con escobas, algunos muchachos caminan o corren hacia el lugar señalado con furia en los ojos.

—¡No somos cucarachas, somos ciudadanos! –grita alguien.

—¡Aguanten! –se escucha metros adelante. El mensaje se va replicando– ¡Sin palos, sin palos! –repiten una y otra vez y algunos abandonan sus improvisadas armas mientras caminan.

Al parecer nada pasaba en la 3 norte pero la gente decidió caminar hasta las puertas del Palacio Municipal. Mientras todo eso sucedía, el caos se expandía en los alrededores. Los establecimientos cerraban cortinas al paso de los comerciantes o los policías que también se enfilaron al zócalo, algunos turistas se refugiaron en la catedral o en los negocios de la zona. Algunos restaurantes de los portales cerraron sus puertas dejando incluso algunas mesas afuera.

Foto: Ámbar Barrera

Foto: Ámbar Barrera

Para ese momento los granaderos ya tenían resguardada la entrada al Palacio. El grupo de comerciantes que llegó no estuvo ahí mucho tiempo, acaso 10 minutos. El tiempo suficiente para pedir a través de un altavoz a un responsable de la agresión policial: «Queremos saber quién de llegar a balearnos»; y de mostrar cuatro casquillos recogidos tras la agresión. Pero del Palacio lo único que hay es silencio. La protesta no dura mucho. Los ambulantes deciden dejar el zócalo al grito de: “¡Pues si no nos abren, nos regresamos a trabajar!”

Foto: Ernesto Aroche

Foto: Ernesto Aroche

Al final la gente regresó sobre sus pasos, algunos todavía con fierros y palos en las manos.

Foto: Ámbar Barrera

Foto: Ámbar Barrera

En el boletín de Comunicación social que llegó hasta entrada la tarde se afirma que estuvieron presentes en el operativo tanto policías estatales como municipales, que “cerraron” 130 puestos de comercio informal sobre la 8 poniente desde la 5 norte hasta la 5 de Mayo, que fueron recibidos violentamente por parte de “supuestos comerciantes e individuos no identificados”, y que a consecuencia de eso 9 elementos de la policía auxiliar resultaron heridos, “dos de ellos con impacto de arma de fuego”.

Finalmente y sin mencionar haber hecho uso de armas de fuego, el boletín concluye diciendo que “el lugar fue resguardado por la Policía Municipal para restablecer el orden público”. 

Mientras tanto, la actividad en el centro histórico fue recuperando su ritmo habitual, aun con un número considerable de negocios que cerraron por el miedo, personas preocupadas que decidieron alejarse y aquellas calles donde quedaron los rastros de vidrios, casquetes y ladrillo.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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