Lado B
Tiempo y paciencia no caben en el periodismo a destajo
El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), es una herramienta para el ejercicio periodístico, sin embargo no es del interés de todos los periodistas.
Por Susana Sánchez Sánchez @
22 de febrero, 2016
Comparte
Susana Sánchez Sánchez

[dropcap]E[/dropcap]l Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), es una herramienta para el ejercicio periodístico, sin embargo no es del interés de todos los periodistas. Hace un par de años, en algunas charlas con reporteros y/o exreporteros de la fuente de política o de gobierno en la ciudad de Puebla, una de las constantes era la poca incidencia que tenía el IFAI (Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos; hoy INAI) en el ejercicio de su profesión; aunque los reporteros saben que la herramienta es importante para transparentar información o para hacer un seguimiento de los actos del gobierno, pocos la usan.

Pero ¿cuáles podrían ser las razones por las que los reporteros no usan la base de datos del INAI? De acuerdo con las dinámicas laborales de un periodista de a pie que trabaja alrededor de dieciséis horas diarias, quizás estas puedan ser las razones:

1.- Agenda saturada de eventos: Todos los días, un reportero cubre entre cuatro o seis eventos programados, es decir, su jefe de información una noche antes o el mismo día le dice al reportero cuál será su ruta a seguir: ir a una rueda de prensa; entrevistar a fulano; asistir a una manifestación, etc. Para ganarle tiempo al tiempo, algunas veces los reporteros entre un evento y otro arman sus productos periodísticos: notas, fotos, reportajes, audios, videos. Después de una jornada de casi dieciséis horas, llega el momento en el que los reporteros prefieren irse a echar una cerveza que andar investigando en las bases de datos.

2.-  Desconfianza: Aunque seguramente el gobierno, a través de sus departamentos de comunicación social, tiene santo y seña de todos los periodistas, suele haber una desconfianza para poner datos personales en la base de datos del INAI (nombre, edad, dirección, código postal, profesión; aunque existe la posibilidad de dar datos falsos, no es tan factible, sobre todo si hay que ir a recoger información con sello oficial).

3.- Proceso lento: Los periodistas que deben entregar cuatro o seis notas diarias, no les es muy útil preguntar a través del INAI, sobre todo si la respuesta la obtienen a los diez o quince días, además hay que agregarle que no siempre hay respuesta, hay respuestas incompletas o es información reservada; entonces eso requiere hacer otras preguntas a distintas dependencias, lo que implica esperar por lo menos quince días más. Hay que tener tiempo y paciencia para seguirle la pista a los datos del gobierno; y el tiempo y la paciencia no caben en el periodismo de producción a destajo (o sea, de seis notas diarias por reportero).

4.- Falta de conocimiento: Hay reporteros y fotoreporteros que no conocen los pasos para crear una cuenta en el INAI, cuando el asunto es tan sencillo como darse de alta en alguna red social.

Si las bases de datos son herramientas para democratizar la información, ¿qué están haciendo todos aquellos involucrados en el periodismo? Uno de los grandes problemas, a mi juicio, es que las empresas periodísticas no les interesa invertir en periodismo de investigación, porque es tardado y costoso.

Eso no quiere decir que no existan periodistas involucrados en el periodismo de investigación o no usen bases de datos, pero si uno se pone a ver los perfiles de éstos, el panorama es complicado para ellos como trabajadores, pues generalmente son freelance, sin empresa mediática que los respalde. Así de paradójico es el ejercicio periodístico en México: quienes cuentan con toda la infraestructura para emprender una investigación, parafrasean los boletines o lo que se dijo en la rueda de prensa.

Comparte
Suscripcion