Cielo nublado, pasan de las 16 horas y alrededor de 2 mil personas se concentran en el Ángel de la Independencia. “Fue el Estado”, “Duarte asesino”, “Justicia para Rubén” y más consignas. El periodismo está de luto otra vez. El panorama es aterrador: la violencia ha dado una nueva escalada, afirman organizaciones y periodistas.
“Mira carnal, hay que estar tranquilos, yo creo que después de lo de Regina serían muy estúpidos que volvieran a… que se metieran contigo o conmigo, a mí la neta me caga estar así, me caga exiliarme, pero prefiero estar así; irme antes de que me peguen una buena madriza, o me peguen una calentada que me manden al hospital un mes”, le dijo Rubén Espinosa a su amigo Noé Zavaleta, justo antes de refugiarse en la capital del país, creyendo que estaría a salvo.
Rubén, fotógrafo corresponsal en Veracruz de Proceso, Cuartoscuro y AVC noticias, fue encontrado sin vida junto con la activista veracruzana Nadia Vera, Yesenia Quiroz Alfaro y otras dos mujeres cuyas identidades se desconocen, en un departamento de la colonia Narvarte, en el Distrito Federal.
Rubén se sentía seguro en el DF, se lo dijo a Zavaleta, corresponsal de Proceso en Veracruz, a quien conoció hace más de tres años y se hicieron cuates.
“Me voy, estate tranquilo, y cuando vengas al DF, pues, iremos por unos mezcales y te acompaño al futbol y a ver qué cosa echamos por acá”, es lo que recuerda Noé, de ese día en que despidió a su amigo de Veracruz.
Zavaleta enlista:
A raíz de las agresiones sufridas, Rubén denunció penalmente a las fuerzas policiacas estatales, lo que trajo como consecuencia un hostigamiento en su contra y el ofrecimiento de dinero a cambio de retirar su denuncia. Rubén no aceptó. “Desde ahí que quedó como reportero incómodo de las fuerzas policiales y del sistema de Procuración de Justicia”, comenta Noé.
Recuerda Zavaleta que ese día Rubén les dijo: “entiendo que en las manifestaciones y en los movimientos nos sigan, pero que ya vayan a nuestras casas…”.
Zavaleta tiene algo muy presente de Rubén, y lo repite constantemente mientras corre la grabadora: “era de los que corrían cada que había un acto de represión o injusticia o causas sociales”.
Se desplazó al DF por su integridad, lo seguían, lo tenían ubicado. Lo habían amenazado explícitamente.
[pull_quote_right]Las cinco personas encontradas muertas en el interior de un departamento en la colonia Narvarte, del Distrito Federal, recibieron un disparo en la cabeza y presentaban golpes en diversas partes del cuerpo: PGJDF[/pull_quote_right]
“Asesino, asesino, asesino”, los marchantes sentenciaron: el gobierno de Veracruz es el culpable. Afuera de las oficinas de la representación de ese estado el Distrito Federal se dejaron las mantas, pancartas y un montón de consignas que indicaban lo mismo de otros periodistas asesinados: no más impunidad, justicia, ni un periodista asesinado más.
“Veracruz continúa como una de las regiones más peligrosas para la prensa en el mundo; se registraron tres asesinatos, que suman ya 18 desde 2000”, se lee en el informe de la organización internacional Artículo 19 “Primer semestre 2015: más violencia, más silencio”.
Veracruz además es el Estado en el que más casos de desplazamiento forzoso se cuentan, situación en la que se encontraba Rubén y ha dejado en alerta a los periodistas mexicanos, pues la misa organización internacional señala que este asesinato marca una nueva etapa de la violencia, debido a que nunca antes un periodista desplazado a la Ciudad de México había sido asesinado.
Artículo 19, en ese informe condena: “Las autoridades han sido omisas en su obligación por garantizar el ejercicio pleno de los derechos humanos en México. El contenido de este informe no sólo denuncia una situación grave, a su vez explica la débil voluntad de los gobiernos por crear condiciones necesarias para que los mexicanos accedan a información de toda índole y sean partícipes de los procesos democráticos”.
Rubén tenía ya 8 años viviendo en Xalapa, aunque era del DF, allá rentaba un departamento que compartía con Cosmo, su perro, que dejó encargado con su novia. Cosmo, le decía a Noé, era el motivo por el que quería regresar a Veracruz en cuanto sintiera que las cosas se calmaran, lo extrañaba.
Según información publicada en Animal Político “las cinco personas encontradas muertas en el interior de un departamento en la colonia Narvarte, del Distrito Federal, recibieron un disparo en la cabeza y presentaban golpes en diversas partes del cuerpo, confirmó este domingo 2 de agosto el procurador General de Justicia del Distrito Federal, Rodolfo”.
En la versión estenográfica dada conocer por ese medio, Ríos Garza informó que «hasta el momento se puede desprender la comisión de los delitos de homicidio, robo y demás resultantes sin excluir ninguna de las líneas de investigación abiertas para esclarecer los hechos».
“El procurador –dice la nota informativa- señaló que además del fotoperiodista Rubén Espinosa, de 31 años, las autoridades encontraron los cuerpos de cuatro mujeres, de quienes no reveló la identidad, aunque, dijo, se trata de personas de 18, 29, 32 y 40 años de edad.
“De acuerdo con activistas y amigos de una de las víctimas que acudieron este domingo al Servicio Médico Forense, una de las mujeres asesinadas es Nadia Vera, de 32 años, quien además de ser activista era promotora cultural, ya que se desempeñaba como productora ejecutiva de la compañía de danza contemporánea Cuatro x Cuatro.
“Otra de las mujeres asesinadas fue identificada como Yesenia, de 18 años y originaria de Baja California, quien trabajaba como maquillista. Mientras que las otras dos víctimas, cuyas identidades se desconocen, son una trabajadora doméstica de 40 años, originaria del Estado de México, y una mujer originaria de Colombia”.
Acá la fotogalería completa: Justicia para Rubén
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