“Mañana” es un lugar místico donde el 99% de nuestra productividad, motivación y logros están almacenados. Esta es una manera de describir a la procrastinación, retraso voluntario, pero irracional, de una actividad. ¿Qué es lo que hace que ciertas personas procrastinen más que otras?
Unos investigadores de la Universidad de Colorado Boulder, en Estados Unidos, realizaron experimentos para responder esta pregunta, y analizaron la relación entre impulsividad y procrastinación. El hecho de que hayan comparado estos dos comportamientos se debe a que el primero es la realización de acciones que no son pensadas o planeadas mientras que el segundo consiste en la tendencia de retrasar acciones intencionalmente.
Los investigadores trabajaron con 663 gemelos, con un promedio de edad de 23 años, para analizar la relación de su material genético con su comportamiento. Las personas tuvieron que responder a un cuestionario que incluía incisos como “cuando planeo una fiesta, hago todo lo necesario en adelantado”, “me hago cargo de cosas desagradables hasta el último minuto” o “cuando estoy muy emocionado, tiendo a no pesar en las consecuencias de mis actos”.
El análisis de los resultados mostró que las personas que procrastinan son también impulsivas en gran medida porque fallan en manejar sus metas de manera efectiva. Los autores del trabajo mencionan que esto es consistente con la idea de que la procrastinación es un producto evolutivo de la impulsividad, pues observaron que ambos comportamientos son moderadamente heredables.
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[Imagen tomada de este sitio].
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