Lado B
El fenómeno Morris, el candigato de Xalapa que suma más de 120 mil seguidores en Facebook –y contando— no sólo se ha contagiado a otros estados con procesos electorales en marcha –Oaxaca tiene al Can-didato Titán, en Chihuahua el burro Chon quieres ser alcalde y en Puebla la gata Maya también busca el voto de los electores–, sino que además evidencia el hartazgo que experimentan grupos de la sociedad civil ante la pobreza de opciones político-electorales, o incluso el descontento que ha generado una alternancia que sólo ha cambiado los colores políticos del gobierno pero no las prácticas corruptas que antaño se le achacaban sólo al PRI.
Pero el voto por candidatos no registrados o el voto nulo no tiene en nuestro sistema político mexicano ni peso jurídico, ni peso electoral. Los códigos electorales los reconocen cómo una opción ciudadana a la hora del sufragio, pero se eliminan a la hora de considerar la votación efectiva.
Votar pues por un animal político o anular el voto tiene sólo un peso político, un peso no menor pero no vinculante en lo inmediato, pero el fenómeno viral y social ha generado un eco importante en el proceso electoral que se desarrolla en 14 estados del país.
Con esto en mente en Lado B decidimos invitar a Hervey Rivera, catedrático en la Facultad de Ciencia Política de la BUAP y estudiante de la maestría en Ciencia Política en la misma casa de estudios, y a Lilia Vélez Iglesias, Coordinadora de la licenciatura en Comunicación en las Universidad Iberoamericana y estudiante del doctorado en Sociología de la BUAP, a que expresaran sus razones para el sí o para el no a un voto a los animales candidatos.
El 7 de julio próximo iré a la casilla que me corresponde como lo he hecho desde que la ciudadanía me alcanzó; solo que en esta ocasión no cruzaré ninguno de los emblemas de los partidos, ni tacharé el nombre de candidato alguno, en cambio, escribiré Morris el candigato, de forma legible y fuerte. No confió de ningún modo en las autoridades electorales, pero lo hagan público o no, mi voto como el de muchos, será un voto de protesta; un voto de rechazo a todos los partidos y a sus impresentables abanderados».
Resulta complicado que un movimiento de esta naturaleza pudiera superar la operación electoral de las estructuras partidistas y del voto convencido de los ciudadanos el día de la elección. Si incluso aumentara un 1000% el sufragio por candidatos no registrados, el dato quedaría para la anécdota y la investigación de especialistas electorales. Este tipo de iniciativas tienen ya una alternativa electoral en las candidaturas independientes, -pendiente por reglamentar en Puebla-de las cuales tengo mis reservas sin embargo considero que deben ser los ciudadanos quienes con su voto refrenden esta posibilidad».
Ojo, las viñetas y la ilustración que encabeza este texto fueron tomadas del cartel que a continuación se reproduce. El carte fue tomado del perfil de Facebook del gato Morris y el autor es @nebasonico.
PERIODISMO DE LO POSIBLE
CANIJO CONEJO
