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Lado B

Continúa la tercera edición de My French Film Festival, iniciativa de Unifrance Films y la Alianza Francesa de Puebla, con el objetivo de promover el cine francés alrededor del mundo.

Desde el pasado 18 de este mes y hasta el 31 la proyección de películas francesas se ha llevado a cabo en el auditorio de la Alianza Francesa, ubicado en la calle 2 Sur 4920, San Baltazar Campeche. El horario de proyección de las cintas es a las 18 horas, con entrada libre.

Unifrance Films es un organismo de promoción del cine francés en el extranjero, y proyecta su contenido en línea desde la primera edición. En esta ocasión, para promover un mayor acercamiento entre el público y el cine francés, la Alianza Francesa de Puebla proyectará gratuitamente los 10 largometrajes que conforman la selección 2013.

Para este lunes 28 se tiene programada la película  “La piragua” (La pirogue), dirigida por Moussa Toure, que trata sobre un pueblo de pescadores en las afueras de Dakar, del cual parten muchas piraguas. Luego de una travesía que puede resultar asesina, las embarcaciones llegan a las islas Canarias en territorio español. Baye Laye, capitán de una piragua de pesca, conoce bien el mar y no desea partir, pero no tiene alternativa y deberá llevar a España a 30 hombres que no se entienden entre ellos, algunos de los cuales nunca han visto el mar… y ninguno sabe lo que les espera.

El martes 29 de enero se proyectará “Un deporte de chicas” (Sport de filles), de la directora Patricia Mazuy, que es una especie de western moderno, ambientado en el mundo de la doma de caballos con motivos universales (poder, dinero, clases sociales).

Para el miércoles 30 “Todos en Larzac” (Tous au Larzac), dirigida por Christian Rouaud, que trata sobre el comienzo de una increíble lucha luego que Michel Debré, ministro de la Defensa, tomara la decisión de ampliar el campo militar del Larzac.

Y finalmente el jueves 31 se proyectará “Una botella en el mar de Gaza” (Une bouteille à la mer), cinta dirigida por Thierry Binisti, en la que Tal, una joven francesa que vive en Jerusalén con su familia, vive su primer atentado en el café del barrio donde vive. Tal escribe una carta a un palestino imaginario en la que expresa sus preguntas y su rechazo a que sólo pueda existir odio entre los dos pueblos. Mete la carta en una botella que entrega a su hermano, pidiéndole que la tire al mar cerca de Gaza, donde hace la milicia y donde, unas semanas después, recibirá la contestación de un misterioso “Gazaman”.